Artículos, Escritos económicos

La «otra política» que afecta a millones marcha en silencio y en soledad

La pobreza pica y se extiende con la dictadura de Ortega

La verdadera política tiene que ver con las necesidades, agobios y aspiraciones de la gente

 

La pobreza pica y se extiende con la dictadura de Ortega

La verdadera política tiene que ver con las necesidades, agobios y aspiraciones de la gente

La arremetida represiva demencial de la dictadura en las semanas recientes, principalmente de cara a un proceso electoral cada vez más deforme, ha concentrado la atención, los comentarios y las opiniones en los temas políticos. Pero al lado, la otra cara de la política marcha en silencio y soledad.

Las reformas punitivas a la ley electoral, los intentos frustrados para lograr la unidad de la oposición; la designación de sirvientes de Ortega a cargo del Consejo Supremo Electoral; la cancelación de la personalidad jurídica a uno de los dos partidos políticos considerados como opositores; el montaje chapucero a la Fundación Violeta Barrios de Chamorro; el desfile de periodistas a la Fiscalía; y ahora el encarcelamiento de tres precandidatos presidenciales mientras se amenaza a otros, son hechos que naturalmente crispan el ambiente nacional.

Sin embargo, a la par de la crispación política resultado de la represión generalizada y la falta de libertades y derechos, puertas adentro de cada hogar nicaragüense y de la mayoría de las empresas, se sufren en silencio y en soledad los estragos provocados por la crisis socioeconómica. Las madres o padres, cabezas de familia, en su gran mayoría se las ven de a palito para poder salir adelante, de día en día. Aunque sea con la comida. Los empresarios, agobiados con impuestos, bajas ventas, precios fraudulentos del combustible y de las tarifas eléctricas, viven la angustia diaria de ver cómo le sacan paso a sus establecimientos.

Dado que se trata de un drama diario que padecen millones de nicaragüenses, debemos referirnos también a estas crudas y duras realidades.  Como casi no se mencionan ni se debaten públicamente, la dictadura sigue con su campaña embustera y sus cantos de sirena. De hecho, ya los paniaguados de la mafia en el poder comienzan a llenarse la boca con cifras de una supuesta recuperación económica.

Vamos a comenzar por el precio de la canasta básica. El INIDE, esto es, la institución del gobierno responsable de las estadísticas oficiales, publicó que al mes de abril el costo de la canasta básica era de 15 mil córdobas (redondeamos para facilitar la comprensión). Recordemos que la canasta básica es el costo de un conjunto bienes y servicios mínimos para que una familia de 5 personas sobreviva, allí va el transporte, la electricidad, el agua, el vestuario, los artículos de uso personal, entre otros. Pero el componente principal es la comida. Según el INIDE, el costo del componente de la canasta básica correspondiente a la comida fue de 10 mil córdobas, en el mes de abril.

¿Ajustan los salarios para comprar la canasta básica?

Para comenzar, si los ingresos en su hogar no llegan a 15 mil córdobas mensuales, usted forma parte del ejército que no alcanza para cubrir el costo de la canasta básica.

¿Y de qué tamaño es ese ejército?

De acuerdo con el gobierno, el 20% de la fuerza laboral nicaragüense se encuentra empleada en lo que se llama economía formal, esto es, tienen un puesto de trabajo permanente en empresas debidamente establecidas. Solamente dos de cada diez.

El salario promedio de estos trabajadores o empleados en la economía formal es de 11 mil córdobas. Pongamos el ejemplo hipotético de un contador, que tiene esposa en desempleo y tres hijos que mantener, si gana el salario promedio nacional, apuradamente le alcanza para comprar la comida. No le alcanza para adquirir la canasta básica. Y que conste, la canasta básica está calculada por el mínimo necesario para cubrir las necesidades básicas.

Pero hay una parte de esos trabajadores de la economía formal que apenas devenga el salario mínimo. Para que nos demos una idea, el salario mínimo de una trabajadora de las zonas francas es de 7000 córdobas. ¿Cómo hace? O se mecatea con riesgo de su salud trabajando horas extras, o comen salteado. Pero están en peor condición los trabajadores del sector industrial, aquí el salario mínimo es de 6000 mil córdobas mensuales y el de los trabajadores del Estado es de 5. 500.

Ahora pensemos en los aproximadamente 300 mil pensionados ¿Cómo hacen con sus raquíticas pensiones?

Decíamos que este drama se vive en silencio, en primer lugar, porque casi no se habla de estos temas. Y denunciarlos, encierra el riesgo de perder el trabajo, principalmente si se labora para una institución pública. Y decíamos que en soledad, porque ante la represión generalizada que impone la dictadura resulta muy difícil la realización de acciones colectivas. Pensemos de nuevo en los jubilados y pensionados, a quienes en los dos últimos años la dictadura les sacó de los bolsillos aproximadamente 800 millones de córdobas. Con seguridad para la gran mayoría pasó de noche este despojo pues fue mediante un artificio técnico, y solo lo sienten cuando van a la pulpería.

Pero todavía falta hablar del 80% de ese ejército, que son los trabajadores de la economía informal. Son aproximadamente 2 millones 840 mil nicaragüenses. Buena parte de estos trabajadores ni siquiera alcanza a ganar el salario mínimo.

La razón más poderosa para salir de Ortega es, sin duda, abrir una puerta de esperanza a los millones de nicaragüenses que padecen día a día los embates del desempleo, el subempleo, los bajos salarios o las tribulaciones con sus empresas. Porque no hay salida con Ortega en el poder.

A fin de cuentas, la política solo tiene sentido en función de las necesidades, agobios y aspiraciones de la gente. Esta otra política, por hoy, marcha en silencio y en soledad.

 

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