El gobierno dio a conocer que en el 2020 la economía del país cayó por tercer año consecutivo, esta vez, el 2.5%. Esta caída se suma a las caídas del 2018 y del 2019. Estos años las caídas fueron del 4% y del 3.9% respectivamente. En números significa que la economía nacional se ha encogido en más del diez por ciento en estos tres últimos años.
Pero bueno, este es lenguaje de economistas, en cristiano ¿Qué significa para empresas y familias?
Vamos a simplificar para entendernos mejor. Supongamos que como país solo produjéramos zapatos y frijoles y que nuestra producción era cien pares de zapatos y 100 quintales de frijoles en un año. Una caída del diez por ciento significaría que, en lugar de 100 pares de zapatos, la producción disminuyó a noventa pares y, en lugar de cien quintales de frijoles, la producción se redujo a 90 quintales.
Ahora ampliemos esta idea al conjunto de la producción nacional y tendremos una representación aproximada del significado de contracción económica.
Ahora bien, que la producción nacional se haya desplomado en estos tres años en más del diez por ciento implica que los inversionistas han invertido menos, que los bancos han otorgado menos créditos, que las ventas han disminuido, que empresas han tenido que cerrar o trabajar a medio gas y por consiguiente despedir personal. Si hay más gente sin trabajo o con menores ingresos, la consecuencia lógica es que las condiciones de vida de buena parte de la población se han deteriorado.
¿Cuáles son las causas por las cuales la economía nacional ha disminuido por tres años seguidos?
Aquí hay varias causas una sobre la otra.
La primera, aunque de esa crisis poco se habla, es que antes del 2018, el modelo económico sustentado en el subsidio de la cooperación petrolera venezolana ya venía cuesta abajo. Es una soberbia patraña que la economía era un éxito. Se desplomó la cooperación petrolera y al caer desinfló la burbuja. Diversos indicadores así lo demuestran.
Es claro que las protestas de abril aceleraron la crisis. Pero…
¿Por qué siguió cayendo la economía en 2019 y 2020 si no habían tranques ni paros?
El motivo principal es la permanencia de Ortega en el poder. Los inversionistas, grandes, medianos y pequeños -nacionales y extranjeros- optaron por la cautela ante un gobierno que no respeta ni Constitución, ni leyes, ni derechos, ni propiedades, señalado además como uno de los más corruptos del contienente. Por otro lado, las medidas económicas que han adoptado, las leyes de corte totalitario que han aprobado, el ambiente de represión, el aumento de la inseguridad ciudadana, las confiscaciones ilegales que han realizado son señales rojas que socavan la confianza de los agentes económicos, principalmente inversionistas.
La pandemia y la gestión irresponsable de la dictadura agravan la situación.
Detrás de esos números hay todo tipo de agobios. Angustias en los empresarios que deben pagar las más altas tasas de interés, los más altos precios del combustible y las más altas tarifas eléctricas y de comunicaciones de Centroamérica. Sufrimiento en quienes no tienen trabajo: muchos hogares carecen de lo elemental. Padecen también quienes tienen empleo, porque temen perderlo en cualquier momento. Y el agobio es general porque cada día suben los precios de la luz, del agua, del combustible, de la comida.
En el 2020 las cosas no fueron más graves gracias al extraordinario esfuerzo que realizaron los nicaragüenses en el exterior. El trabajo y el sacrificio de nuestros compatriotas en Estados Unidos, España, Costa Rica, Panamá y otros países significó que centenares de miles de familias pudieran salir adelante con las remesas que recibieron. ESte sobre esfuerzo representó US$ 1850 millones de dólares que ingresaron al país, en concepto de remesas, libres de polvo y paja.
La contracción económica provoca desempleo, subempleo y pérdida o disminución de ingresos. A la par está la carestía de la vida.
Veamos los datos más recientes. Según el instituto de estadísticas del régimen, el INIDE, en diciembre del 2020 la canasta básica tenía un costo de 14526 córdobas, pero en enero ya costaba 14 951. Es decir, en un solo mes subió 425 córdobas.
¿Y qué es la canasta básica? Es un combinado de 53 productos que oficialmente se consideran indispensables para que una familia de cinco personas satisfaga sus necesidades esenciales. La canasta básica incluye alimentos y otros bienes necesarios como jabón, pasta de dientes, agua, vestuario, etc.
Entre diciembre y enero es la comida lo que más ha subido. Más de 400 córdobas según las mismas cifras. Como los ingresos de la mayoría de la población se consumen en alimentos, la cifra anterior denota que el castigo mayor es para los más pobres. En números: mientras el costo de la canasta básica subió en 3%, el costo de los alimentos subió en 5% ¡En un mes! Esto si le creemos a las cifras oficiales.
Ahora bien, si el precio de la canasta básica ha aumentado de manera tan drástica en tan solo un mes ¿Qué ha ocurrido con los salarios y los ingresos de la población?
¿Hay crecido en la misma proporción como para absorber el aumento de los precios?
Ustedes saben la respuesta, pero se necesita una explicación más amplia y ponerle numeritos para que tengamos una idea más clara de la magnitud de la crisis que padece la mayoría de la población con la economía cristiana, socialista y solidaria. Así que lo dejamos para el próximo comentario.
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