Uno de los temas económicos de los que poco se habla, es el tema de la deuda. Comencemos por el principio. Distingamos los tipos de deuda que nos interesan. La primera es la deuda externa. Es la deuda que instituciones privadas y públicas nacionales tienen con acreedores externos, como bancos, instituciones financieras internacionales o países. La deuda externa puede ser deuda externa pública, cuando el deudor es el Estado, y deuda externa privada, cuando los deudores son organizaciones privadas, como empresas y bancos.
En otras oportunidades nos hemos referido a la deuda externa, y volveremos a hacerlo, pero hoy hablaremos de la deuda pública, que es la deuda del Estado, sus empresas e instituciones, incluyendo el Banco Central. La deuda pública puede ser deuda pública externa, que es, como ya dijimos, la que se tiene con acreedores externos. Y deuda pública interna, que es la deuda del Estado con acreedores privados, como bancos y empresas nacionales.
Aunque poco se habla de ella, la deuda pública nos debe interesar, primordialmente, porque se paga con nuestros impuestos. Según el último informe de Banco Central, la deuda pública cerró en el 2017, en 6 500 millones de dólares. Para que tengamos claridad sobre la significación de esa cifra, debemos considerar varios aspectos.
En primer lugar, a cuánto ascendía la deuda pública cuando Ortega asumió el gobierno. En el 2008 era de 3 500 millones de dólares. Es decir, que durante la permanencia de Ortega en el poder la deuda pública casi se ha duplicado. Si lo quieren ver de otra manera, cada nicaragüense que nace, nace con una deuda que supera los mil dólares (dividamos del total de la deuda pública entre la población). Ya nace con esa carga. Más de mil dólares por cabeza es la deuda pública. Cuando Ortega llegó al gobierno era aproximadamente 600 dólares por cabeza.
Alguien podría alegar que en otros países la deuda por persona es mayor. Frente a ese argumento bastaría con señalar la pobreza del país, en particular, a cuanto asciende aquí el salario promedio o el salario mínimo.
Lo segundo que debemos considerar es el ritmo al que ese endeudamiento está creciendo. Según el Banco Central, en el año 2017 la deuda pública se incrementó en 550 millones de dólares. Creció aproximadamente en un diez por ciento.
Revisemos la composición de la deuda pública. 5 550 millones de dólares es deuda externa y 950 millones es deuda interna. La mayor parte de esa deuda externa es con instituciones multilaterales financieras como el BID y el Banco Mundial. La deuda interna consiste principalmente en aquellos famosos bonos de indemnización derivados de las diversas piñatas que hemos tenido, la piñata de 1990, la piñata con los bonos de indemnización, la piñata de las quiebras bancarias. Todavía estamos pagando esas piñatas, pero ya vamos saliendo. En cambio, la deuda pública interna que se está incrementando prácticamente todos los días es la que se contrae por medio de los llamados bonos del tesoro.
Y eso es lo tercero que debemos saber: cómo se origina la deuda interna creciente y si hay perspectivas de que se reduzca.
El origen está en que los gastos del Estado son mayores que sus ingresos. Para cubrir ese déficit el gobierno emite bonos que los particulares adquieren. Esos bonos generan intereses. Es una especie de préstamo que hacen los particulares al Estado. El problema es que se ha engendrado una peligrosa espiral: como hay déficit, el Estado se endeuda para cubrirlo, al abultarse la deuda, se ensancha el déficit, por consiguiente se tiene que contraer más deuda. Y así ha venido creciendo la deuda interna a un peligroso ritmo.
Para que tengamos una idea. En 2012 la deuda por concepto de bonos del tesoro no llegaba a 40 millones de dólares. En el 2017 se acercó a 400 millones. Es decir, se multiplicó por diez, en 5 años. En el 2017 el gobierno había programado endeudarse en 120 millones y se endeudó en 165, solo en bonos del tesoro, a una tasa de interés del 9%.
Cuál es el drama de este endeudamiento. Pues que hay que pagarlo. ¿Y con qué se paga? Con las recaudaciones de impuestos. A más deuda, más fondos del presupuesto se destinan al pago. Esto significa que recursos que deberían destinarse a más y mejor educación, más y mejor salud, más y mejor apoyo a la producción, se dedican a pagar deuda. Según el mismo Banco Central, la deuda pública se chupó 340 córdobas de cada mil que se recaudaron en impuestos.
La pregunta del millón es si ese endeudamiento ha valido la pena, o si ha servido para que cuatro vivianes se vuelvan potentados, compren tremendas mansiones en el exterior, o mansiones en el mar, o compren yates y aviones. Ya ustedes dirán.
Finalmente, una palabra sobre la deuda externa total. Según el Banco Central la deuda externa total cerro en 11 500 millones de dólares en el 2017. Significa que en el 2018 empataremos el récord de 1990, pues vamos a llegar a los doce mil millones de dólares de deuda externa total.
Pero bueno, por hoy vamos a quedarnos con la deuda pública. En un espacio próximo volveremos sobre la deuda externa total.
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