A fines de la semana anterior el departamento de Estado de los Estados Unidos publicó dos informes de alcance mundial. Uno sobre los derechos humanos y otro sobre lavado de dinero. El Departamento de Estado es el equivalente, en otros países, al ministerio de relaciones exteriores.
En un escrito anterior comentamos el contenido del informe sobre derechos humanos y destacamos tres aspectos: uno, la afirmación de que en Nicaragua se ha impuesto en la práctica un régimen de partido único; dos, la descripción que se hace sobre la corrupción y la impunidad; y tres, el detallado relato de la farsa electoral que culminó el 6 de noviembre. Mencionábamos que es notorio el pormenorizado relato de los distintos actos de violación a los derechos humanos de los nicaragüenses.
En el caso del informe sobre lavado de dinero hay una novedad que amerita ser subrayada. Ocurre que hasta ahora, en los informes anuales que sobre este tema publicaba el gobierno norteamericano, no aparecía ningún apartado dedicado a Nicaragua. Esta vez sí hay un apartado dedicado exclusivamente a nuestro país. Por supuesto, el contenido de ese apartado no debe dejar tranquilo a nadie. Ni a moros, ni a cristianos.
El informe parte de un señalamiento genérico: afirma que el sistema financiero y la economía del país son vulnerables al lavado de dinero, principalmente a causa de la debilidad de las instituciones gubernamentales, la corrupción generalizada a todos los niveles y la carencia de Estado de Derecho.
Recordemos que el lavado de dinero también llamado blanqueo de capitales consiste en la utilización de mecanismos mediante los cuales dinero resultado de actos criminales como narcotráfico, corrupción, trata de personas, secuestros y demás delitos, son incorporados a la circulación legal.
¿Qué métodos se utilizan para lavar dinero?
El informe señala algunos de aplicación en Nicaragua: Adquisición de propiedades, de ganado, vehículos y otros bienes.
A propósito de vehículos, una pregunta ingenua: ¿Se han fijado ustedes que en las ferias de ventas de automóviles siempre se rompe record de ventas?
Según el documento, la corrupción y la impunidad cubre casos de funcionarios acusados de colaborar con narcotraficantes y organizaciones criminales. En este sentido se destacan las debilidades de los órganos judiciales y su exposición a sobornos, manipulación y diversas formas de corrupción. A ello se agrega la existencia de múltiples negocios turbios relacionados con el Estado y empresas con vínculos partidarios que manejan cuantiosas transacciones en efectivo.
Otro aspecto que aborda el informe es la falsificación de documentos de identidad.
En correspondencia con el informe del departamento de estado, conviene citar los reportes anuales denominados Flujos Financieros Ilícitos provenientes de países en desarrollo, que publica una institución radicada en Washington denominada Global Financial Integrity. El último reporte de esa institución contiene, entre otros, los siguientes datos:
• En materia de blanqueo de capitales a nivel mundial se encuentran a la cabeza China, Rusia, México, India y Malasia, en ese orden. Por algo se habla de la mafia china y de la mafia rusa. En el caso de México probablemente el lugar destacado que ocupa se deba a las cuantiosas sumas que mueve el narcotráfico.
• Según el informe, Nicaragua ocupa el lugar 41, entre los 149 países que fueron incluidos en el ranking de países con mayor lavado de dinero. Se encuentra en el primer tramo y subió seis puestos en relación al informe anterior. Este es un puesto poco envidiable si se tiene en cuenta el tamaño de nuestra economía. El ranking es considerando cifras absolutas pero estamos entre los primeros lugares cuando la cifra absoluta se calcula como proporción del comercio total del país o como proporción de la recaudación total de impuestos.
A simple vista puede notarse que esta economía no puede generar los suficientes recursos que puedan explicar las lujosas mansiones que se construyen en lugares apartados de Managua, a los cuales simplemente no se puede entrar. Solamente pueden observarse desde lejos.
Una pregunta que debemos respondernos es por qué el gobierno norteamericano no había incluido a Nicaragua en su listado de países sospechosos y lo hace hasta ahora. Es obvio que no se trata de consideraciones políticas sino de preocupaciones reales.
Estamos ante un asunto extremadamente grave de potenciales letales. Nada más y nada menos que un régimen dictatorial en peligro de caer en las manos de grupos mafiosos vinculados al crimen transnacional que manejan cuantiosos recursos financieros.
Un cóctel mortal: dictadura, impunidad, grupos mafiosos y una sociedad desvalida. A poner pues nuestra barba en remojo.
Dejar una respuesta