El régimen de Ortega está ocasionando daños profundos a nuestra sociedad. Algunos de estos años son visibles aunque todavía no resintamos su impacto, como la deuda externa. Otros son flagrantes como los atropellos al régimen jurídico y a los derechos y libertades ciudadanas. Otros son menos visibles como la corrupción de los tejidos morales de nuestra colectividad. Revertir algunos de estos daños nos llevará tiempo y esfuerzo. Uno de los campos más estropeados es la educación, un tema clave en términos económicos, sociales, políticos y culturales.
Aún los estudios de instituciones afines al régimen muestran datos que revelan el fracaso en esta materia. Por ejemplo, los estudios sobre pobreza que anualmente publica FIDEG, institución que preside el Doctor Alejandro Martínez Cuenca, un reconocido militante del FSLN, revelan que el nivel de escolaridad promedio de los nicaragüenses es el de un niño de 12 años. Seis años es la escolaridad promedio de los nicaragüenses. Y según la misma institución, ese promedio no se ha movido en los últimos cinco años. A pesar de la propaganda del régimen, otro tanto ocurre con el analfabetismo. Y en este caso no solo es FIDEG sino también cifras oficiales muestran que la tasa de analfabetos ronda el 16% y no se ha movido en los últimos cinco años.
Y esto que no nos referimos a la calidad de la educación sobre la cual hasta ahora no hay evaluaciones.
El único indicador que mostraba la calidad de la educación primaria y secundaria eran los exámenes de ingreso a las universidades públicas. Año con año, cuando se daban a conocer las cifras sobre los rendimientos quedaban al desnudo los déficits del sistema educativo. El porcentaje de estudiantes aprobados no superaba el 10%.
Por supuesto, la exhibición de esta llaga, año con año, era una incomodidad para el régimen.
Alguien podría decir que estos déficits no son atribuibles únicamente al gobierno de Ortega. Algo de razón hay. Pero resulta que Ortega lleva 10 años en el poder y en lugar de avanzar vamos como el cangrejo, hacia atrás.
El hecho es que en lugar de preocuparse y ocuparse de mejorar la calidad de la educación, el régimen, con la complicidad de las autoridades de las universidades públicas hizo lo que acostumbra hacer en otros campos: las del gato…echarle tierrita a sus inmundicias.
Es parte de la estrategia de propaganda del régimen. Manipular cifras para mostrar éxitos donde no hay. Ocultar las verdades que le resultan incómodas cuando no pueden manipular las cifras. O simplemente inventar, como los famosos megaproyectos.
¿Cómo enfrentó el régimen la desoladora realidad que reflejaban los datos?
Primero intentaron elevar los rendimientos con tutorías previas a los exámenes, lo cual iba en la dirección correcta aunque no al fondo del problema. El siguiente paso fue facilitar a los estudiantes los exámenes de años anteriores. Como ninguna de estas prácticas dio resultado resolvieron acabar con el problema de un solo tajo: los aprobaron a todos mediante la aplicación de un remedo de pruebas.
Así, aparecieron muy fachentos la semana pasada afirmando que en la UNAN Managua, por ejemplo, el 98% de los estudiantes habían aprobado.
Un soberano engaño. Pretenden engañarnos y ocultar con esa marrullería la deplorable calidad de la educación. Engaño para la sociedad y engaño para las familias y para los estudiantes.
¿Cuáles son las consecuencias? Las consecuencias las pagaremos todos.
Es lógico que si las universidades públicas no tienen rigor en el ingreso, menos que lo tengan a lo largo del proceso educativo. De esta manera, más temprano o más tarde esos muchachos saldrán graduados de la universidad como profesionales. Médicos con formación de enfermeros; ingenieros con formación de maestros de obra; abogados con formación de tinterillos…en fin…Esos médicos serán los encargados de cuidar nuestra salud; esos ingenieros serán los encargados de construir casas, puentes y carreteras; esos abogados serán los encargados de aplicar la ley…
Un engaño y una estafa para la sociedad, para las familias y para los muchachos. Y una razón más para tomar conciencia de que mientras más dure este régimen, más duro y largo será el proceso de reparar los daños que provoca en las presentes generaciones y en las futuras generaciones.
Edgar Espinosa
Aún a los nicaragüenses más conscientes y sobre todo a muchísimos «periodistas» independientes y NO independientes se les escapa comprender las graves consecuencias que a largo plazo le va a producir al país el tener a un casi iletrado y delincuente en la silla presidencial … viven tan afanados en el diario sobrevivir que no pueden ver en perspectiva el largo y profundo abismo en que está cayendo el país … según PxMolinA, dice que cuando la maestra le preguntó a «Panchito» cuanto es 2+4, él contestó que 24 y que pese a eso, la maestra lo tenía que aprobar por instrucciones de ‘arriba’ (esto es figurativo o análogo)… en resumen, no hay donde perderse porque en la Ley de Correspondencia el resultado siempre será: A como es arriba es abajo. Este mal, ayer, hoy y siempre es un Crimen de Lesa Humanidad. Alguien tiene que expiar esa condena que pedece el país. Todos somos culpables de lo que sucede y solo hay una manera de corregirlo. Los cánceres se extirpan.