Yo he repartido
papeletas clandestinas
Gritando
¡Viva la Libertad!
en plena calle
deafiando a los
guardias armados
Yo participé en la
rebelión de abril
pero palidezco
cuando paso por tu casa
y tu sola mirada
me hace temblar.
(Ernesto Cardenal)
A fines de la semana anterior, el diario oficial La Gaceta publicó una sentencia judicial en contra del poeta Ernesto Cardenal. La sentencia fue dictada desde junio del año pasado pero no fue notificada al afectado y extrañamente, ocho meses después, aparece publicada en el diario oficial. El fallo condena al poeta a pagar 800 mil dólares, por daños y perjuicios por un amañado litigio de propiedad. Cualquiera que tenga una referencia sobre la vida que lleva Cardenal conoce la sencillez en que pasa sus últimos días, después de haber doblado la curva de los noventa años. Circula en un vehículo Tercel, bastante usado, con su infaltable cotona y reside en una sobria vivienda. A nadie se le puede ocurrir que se encuentre enfrascado en una disputa de propiedades o que aliente afanes de riqueza.
Todos sabemos que Ortega utiliza los tribunales judiciales como arma política para intimidar o castigar adversarios, y para recetar impunidades o premiar a sus paniaguados. Y este es un caso de enseñamiento a causa de la oposición del poeta al régimen de Ortega. No puede tolerar la potente voz del poeta que resuena internacionalmente por el prestigio de que goza.
El Grupo de los 27 emitió un comunicado en solidaridad con Cardenal. Dado que el comunicado es suficientemente explicativo sobre el asunto, vamos a compartirlo. Aquí va.
Ernesto Cardenal Martínez es uno de los nicaragüenses que más honran a nuestro país a nivel universal, no solo por el valor de su laureada producción literaria sino también por la fuerza moral de sus convicciones, de su coherencia y de su práctica. Una vida sencilla, austera y, a sus 92 años, comprometida con el trabajo y la verdad.
Desde su juventud, Ernesto se enfrentó al régimen de los Somoza, más tarde se irguió como uno de los emblemas de la lucha revolucionaria; siempre, hasta hoy, con un compromiso inclaudicable con la libertad. Ese compromiso le ha llevado a denunciar las falsificaciones del régimen que se ha impuesto en Nicaragua.
Su ejemplo de valentía y la fortaleza de su voz son un trastorno que el régimen de Ortega no puede tolerar. La sentencia falaz que le obliga a pagar más de 800 mil dólares es un castigo político. Nadie que conozca lo que pasa en Nicaragua, dentro o fuera del país, puede creer que se trate de un litigio civil. El control absoluto que Ortega ejerce sobre todos los órganos del aparato judicial a los cuales utiliza como arma política hacen sencillamente impensable que una sentencia semejante se dicte sin su aprobación.
El Grupo de los 27 expresa su solidaridad incondicional con el poeta Cardenal y denuncia este nuevo atropello del régimen. Asimismo, hacemos un llamado a las distintas expresiones organizadas de la sociedad nicaragüense y a la comunidad internacional que exijamos todos a Daniel Ortega que cese el acoso a Ernesto Cardenal.
Hasta aquí el texto.
Mientras más nos juntemos, más allá de las diferencias que unos y otros podamos tener a causa de filiaciones políticas; mientras más solidarios seamos entre nosotros mismos, los que estamos al lado de la lucha por la libertad, menos vulnerables seremos ante los atropellos del régimen. Así que, por justicia, pero sobre todo por la necesidad de juntar nuestras voces en defensa de la libertad, declaramos nuestra solidaridad con Ernesto Cardenal. Hoy por ti, mañana por mi.
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