En las últimas semanas nos ha tocado viajar a varios países para presentar el libro “El régimen de Ortega”, como parte de nuestra tarea de promover y procurar apoyo internacional al empeño de los nicaragüenses por restablecer la democracia, el respeto a los derechos humanos y nuestro derecho a elecciones auténticas, libres, incluyentes y honestas.
Más allá de nuestra participación personal, es importante compartir las principales conclusiones de este viaje. Fuimos, como tituló don Fabio Gadea a sus memorias, a cumplir: una vida y dos mandados.
El primer mandado era presentar el libro “El régimen de Ortega”. Este libro, como se sabe, es una radiografía del gobierno de Ortega y fue elaborado por 7 profesionales nicaragüenses bajo la coordinación de Edmundo Jarquín. El libro se presentó en Perú, Argentina, Uruguay y Chile. Hay que decir que las presentaciones se realizaron con muy buen suceso pues la noticia y declaraciones se publicaron en los principales medios de comunicación de los países citados.
El segundo mandado era entrevistarnos con las principales fuerzas políticas y parlamentarias sudamericanas. Y así fue. Sostuvimos reuniones tanto con los partidos de gobierno como con los partidos de oposición, con diputados y senadores, de distinto signo político.
Los casos más destacados fueron Uruguay, donde nos entrevistamos con el expresidente Julio María Sanguinetti, quien tuvo una participación directa en las negociaciones de paz de la década de los ochenta. Sanguinetti está firmemente comprometido con la democracia en América Latina y nos reiteró su disposición a apoyar nuestra lucha. Por cierto, nos llamó la atención la manera en que vive este político e intelectual uruguay: en un sector de clase media, en una vivienda de clase media, sin mayores aspavientos.
En el caso de Chile no reunimos con fuerzas de todo el espectro político del país, incluyendo el vicepresidente del partido de gobierno, senador Juan Pablo Letelier.
Pero lo más importante son las conclusiones:
• Es evidente que a Ortega ya no le quedan gobiernos amigos en América Latina. Los desenlaces en Argentina y Brasil. La derrota de Evo Morales en el referéndum para la reelección. La crisis del gobierno venezolano. El nuevo gobierno de Perú. Y, aunque no era muy amigo, la salida a partir de febrero del próximo año, del actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, configuran un alineamiento adverso para el régimen.
Así pudimos constatarlo en los países que visitamos.
• Si bien es la primera vez que realizábamos una visita de gestión política a América del Sur y de que la información de que disponían era principalmente de carácter periodístico, encontramos sumo interés en conocer con detalle las realidades de nuestro país. Obviamente, Nicaragua está muy lejos de la atención de esos países, sin embargo, todavía está vivo el recuerdo de la crisis de los ochenta y en consecuencia resultó sumamente fácil encontrar solidaridad a nuestros planteamientos.
• Aún fuerzas políticas de izquierda que un día respaldaron a Ortega manifiestan su decepción. Recordemos que en Chile y Uruguay gobiernan organizaciones de izquierda democrática.
• Son conocidos los atropellos a la democracia, pero hay tres hechos que resaltan: la destitución de 28 diputados de la Asamblea Nacional, la corrupción y la designación de la Rosario Murillo como candidata a la vicepresidencia.
En todos los casos, sin excepción alguna, se logró establecer lazos de solidaridad que, no dudamos, se expresarán de varias maneras en apoyo a la lucha que se libra por restablecer la democracia en nuestro país.
Esto es muy importante dado el nuevo escenario que se abre con el mecanismo acordado por la OEA y el régimen. Recordemos que además del Secretario General de esa organización, el principal actor es el Consejo Permanente, el cual está integrado por representantes de todos los gobiernos del continente americano. Y a la hora de la hora, será decisiva la posición de esos gobiernos.
Así que la visita no podía haber sido más oportuna. Y sus resultados no podrían haber sido más propicios.
Edgar Espinosa
Indudablemente una tremenda labor y aplaudible. Sugiero que se sistematice ese tipo de gestión en forma constante, pleneada y programada para producir y obtener las expresiones y/o declaraciones públicas e internacionales que muestren la idea de lo que significa para la región el tolerar el régimen que se ha impuesto al sistema democrático. Cabe hacer un plan dirigido y consistente. También es importante que los juristas y expertos en derecho constitucional trabajen en la tipificación de los tipos de delitos que se están cometiendo desde el gobierno con el manejo de las ayudas económicas (petróleo venezolano) manejadas a discreción y conveniencia personal y partidarios. En principio, ningún partido ni personas deben utilizar esquemas de economía nacional para provecho particular. Por ahora, lo que prevalece es la impunidad, la burla y el enriquecimiento ilícito. Los puestos públicos son para servir al bien de toda la ciudadanía. Lo otro más importante aún para el futuro del país, es la influencia partidaria que están recibiendo más de 1,700,000 muchachos en todo el sistema escolar, en un clásico lavado de cerebro a vista y paciencia de todo el mundo. Eso debe ser prohibido y penalizado. Hay que salvar la educación para que esta sea dirigida para formar jovenes con criterio critico, independencia, investigación, productividad, en cosas que reconstruyan la país y no en políticas para conseguir borregos seguidores. Urge zafarse de métodos tercermundistas. Raccionen!