Escritos económicos

Más ejército y policía, menos educación y salud: Las prioridades del régimen

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En otras oportunidades nos hemos referido al presupuesto general de la república. A pesar de su importancia para la vida de las familias nicaragüenses es un tema que usualmente no despierta gran interés, ni siquiera es una noticia que se proyecte en los medios de comunicación con la amplitud y profundidad que amerita.

Son varias las razones que pueden explicar ese aparente desinterés. En primer lugar es un tema árido. Muchos números. Muchos datos. Muchos términos técnicos, muchas páginas y muchas dificultades para interpretar. En segundo lugar, la gente no siempre es consciente de que se trata de un dinero que sale de la bolsa de todos. Sale de los impuestos que todos pagamos. Es importante recalcar una y otra vez que todos pagamos impuestos. Lo paga el empresario, el profesional y el asalariado con el impuesto sobre la renta. Lo pagan los exportadores e importadores. Y lo paga cada ciudadano con cada artículo o servicio que compra. Si se toma una coca cola, allí va el impuesto. Si compra una camisa o una libra de arroz, allí va el impuesto. Si paga una consulta médica, allí va el impuesto. Si compra una bolsita de agua, allí va el impuesto. Hasta para morirse hay que pagar impuestos porque si uno recibe servicios funerarios allí le clavan el famoso 15% del IVA.

El presupuesto está relacionado con las cucarachas y las moscas de los hospitales. Con los escuálidos salarios de los maestros. O los caminos que no se reparan. O el agua potable que no llega. Todo eso debería interesarnos.

Pues bien. El presupuesto se aprueba cada año. Se hace una proyección de los ingresos que tendrá el Estado, principalmente por el pago de impuestos, y una planificación de gastos. Como se trata de proyecciones, después de la mitad del año se realizan ajustes que deben ser aprobados en la Asamblea Nacional. Se le llama reforma presupuestaria y estas reformas son las que fijan el presupuesto definitivo del año.

Recientemente se aprobó la reforma presupuestaria correspondiente al 2016. Hay algunos asuntos que todos deberíamos saber. Nos concentraremos en los temas más gruesos.

Primero, a qué instituciones le aumentaron el presupuesto. Pues le aumentaron al ejército, a la policía y al ministerio de gobernación. ¿Cuánto fue el aumento para gastos en defensa y seguridad?

El aumento neto de los gastos del presupuesto fue de 1429 millones de córdobas y estas instituciones se llevaron más de 500 millones de córdobas. Aproximadamente el 40% del total. ¿Cuál es la justificación? En el caso de la policía, según la ley aprobada el motivo es proteger mejor los derechos humanos de la población. No es broma. Así dice. Proteger los derechos humanos.

Ahora veamos a cuáles instituciones les redujeron el presupuesto de gastos.

Al Ministerio de Salud le quitaron 323 millones de córdobas. Además, hay 273 millones destinados a infraestructura hospitalaria que no pudo ejecutar y se destinaron a otro fin. Son cifras altas, pero ¿qué hay detrás de esas cifras?

Escarbemos. En otras afectaciones están: El retraso en la construcción y equipamiento del hospital departamental de Chinandega. El retraso en la construcción y equipamiento del hospital Oscar Danilo Rosales de León. También el retraso en la construcción y equipamiento de casas maternas y puestos de salud en San Juan del Sur, San Miguelito, Jícaro, Corn Island. Es decir, se trata de retrasos que se miden en dólares no ejecutados, pero también en una dimensión que no es posible medir: en sufrimiento humano. Y un detalle. Estos gastos son financiados con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, una de las instituciones mencionadas en la famosa NICA-ACT. O sea que ya los nicaragüenses están sufriendo por la falta de ejecución de créditos del BID, pero no por culpa de los gringos sino por la incompetencia de las instituciones gubernamentales.

Hablemos de educación. Al menos del diente al labio, todos concordamos en que la educación es la mayor prioridad en este país. Es la única ruta por la cual las familias y el país pueden salir de la pobreza. Entonces, si es prioridad debería asignarse a educación la mayor cantidad de recursos posibles y además, fortalecer técnicamente al Ministerio encargado de ejecutar los programas y proyectos educativos.

Pero la segunda institución en materia de reducciones presupuestarias fue el ministerio de educación. 281 millones de córdobas se redujeron en el área de educación. Y 217 millones adicionales que no pudo ejecutar y se asignaron a otros fines. Esas son las cifras. ¿Qué hay detrás? Niños con pupitres en mal estado, escuelas sin puertas o sin agua potable o sin servicios higiénicos. Una cantidad de centros escolares que no se repararon, o no se rehabilitaron o no se construyeron. ¿Dónde? Aquí está parte de la lista: El Instituto juan José Rodríguez de Jinotepe, 11 escuelas en Jalapa, 2 en el Jícaro; una en Murra; seis en Quilalí; cinco en San Juan de Río Coco; una en Somoto; cinco en Telpaneca…en Managua, en Caribe Sur, en Pacífico Norte en fin, paremos de contar. Por cierto, una parte de los fondos corresponden a un crédito del Banco Mundial.

Así, al escuchar los discursos floridos de los pregoneros del régimen, ya sabemos cuáles son en realidad las prioridades del orteguismo: más plata para las fuerzas represivas y menos para educación y salud.

Es importante saberlo ¿No les parece?

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