Los voceros del régimen se pavonean repitiendo la frase “vamos por buen camino” y como respaldo utilizan los datos de algunas encuestas de opinión. Sin embargo
Como parte de sus trabajos, el centro de investigación FUNIDES, presenta trimestralmente un análisis sobre las percepciones económicas de empresarios y de consumidores.
Es importante aclarar que no se trata de estadísticas sobre el comportamiento de la economía real, sino de encuestas que recogen la opinión de estas dos categorías de agentes económicos: consumidores y empresarios. No hay aquí opiniones sobre temas políticos.
Dado que se presume que los agentes económicos ordinariamente ajustan su conducta a sus opiniones, es importante dar a conocer estos estudios. Claro está, siempre conviene tomar esa información con la prudencia que aconseja el sentido común frente todo estudio de percepciones sociales.
La economía nos enseña que en el caso de los consumidores, la principal preocupación se centra en su poder de compra, esto es, si sus ingresos se mueven en correspondencia con la evolución de los precios de los productos que consumen. Es decir, cuánto bienestar pueden comprar con sus ingresos
En el caso de los empresarios, los principales aspectos tienen que ver con su disposición a invertir, sus utilidades y sobre las facilidades y obstáculos a la inversión.
Nos enfocaremos en esos aspectos. La encuesta fue levantada en abril de este año.
Comencemos con los consumidores.
• Una mayoría de los consumidores considera que su poder de compra en el presente, es menor en relación al año pasado. El ejemplo más notorio es el caso de los departamentos del occidente del país: el 64% considera que su poder de compra se ha deteriorado frente a un 15% que estima que su condición ha mejorado.
• En cuanto a las expectativas sobre cómo evolucionará el costo de la vida en este año, el 55% opina que este año el costo de la vida aumentará en relación al año pasado. El 24% opina lo contrario: que la inflación será menor este año.
• El precio de los alimentos es el aspecto más sensible para la economía de los hogares, según opinión de los consumidores. En segundo lugar estos agentes económicos colocan la tarifa eléctrica. En el caso del precio de los alimentos la opinión es lógica pues la mayor parte de la población destina el grueso de sus ingresos al consumo de alimentos. En el caso de las tarifas eléctricas llama la atención que a pesar del subsidio existente para los pequeños consumidores, coloquen las tarifas eléctricas en segundo lugar, después de los alimentos.
• En cuanto a sus mayores preocupaciones, los consumidores de menores ingresos colocan a la cabeza el empleo y el costo de la vida. Esta opinión se corresponde con las estadísticas de la economía real que evidencian como principales problemas la falta de empleo y el deterioro de los salarios reales. En porcentajes, FUNIDES informa que al 38% le preocupan tanto el empleo como el costo de la vida, mientras que al 22% su principal preocupación es el empleo. Con seguridad este porcentaje corresponde a los que carecen totalmente de empleo e ingresos. En suma, el 60% de los consumidores tiene problemas de empleo o de ingresos.
• Para un consumidor, el poder de compra depende de sus ingresos. Así, a los encuestados se les preguntó si sus ingresos han sido suficientes para compensar el alza de precios: el 60% manifestó que sus ingresos son insuficientes para compensar el alto costo de la vida. Como podemos observar este dato coincide con el anterior.
• Finalmente se preguntó a los consumidores cómo actúan para enfrentar esta disminución de sus ingresos. La respuesta es contundente. El 92% manifiesta que tuvieron que recortar su consumo. En otras palabras, más de 9 de cada diez, redujeron su nivel de vida. Porque reducir el consumo, en la mayor parte de la gente significa comprar menos alimentos y bienes esenciales. Si hablamos de más del 90% podemos deducir que solamente una pequeña minoría considera que su bienestar aumentó.
Con los datos anteriores quién puede explicarnos cómo es que otras encuestas afirmen que más del 70 por ciento de la gente opina que vamos por buen camino.
Pasemos ahora a la opinión de los empresarios.
Aquí es pertinente enfatizar una aclaración de FUNIDES que literalmente dice: “cabe mencionar que la muestra para esta encuesta es en su mayoría son grandes empresas”. En otras palabras, no se recoge aquí el criterio de los micro empresarios ni de los pequeños empresarios que, ya lo sabemos, son los que bailan con la fea. Vamos a los datos.
• El 40% de los empresarios percibe una mejor situación económica respecto del año anterior. El 77% opina que el clima de inversión ha mejorado.
• Los factores que consideran más positivos son la demanda de productos a nivel nacional y la disponibilidad de crédito.
• En cuanto a los factores más negativos el 85% coloca la corrupción a la cabeza. Después siguen las tasas de interés y las tarifas de energía. Es importante repetirlo: corrupción, tasas de interés y tarifas de energía, son los principales obstáculos al crecimiento económico. Los tres factores dependen de la cúpula gobernante.
• En cuanto a las expectativas de inversión el 68% declara que no invertirá en los próximos seis meses. La pregunta del millón es si el 77% considera que el clima de inversión ha mejorado por qué una significativa mayoría no está en disposición de invertir.
• El dato anterior se relaciona con las expectativas de nuevas contrataciones de trabajadores. El 78% de los empresarios encuestados manifestó que no contratará más trabajadores, mientras que el 6% expresó que más reducirá trabajadores. Las expectativas entonces para la generación de nuevos empleos son francamente desalentadoras.
Estos son los datos de FUNIDES sobre las principales opiniones de los agentes económicos. A ustedes corresponde compararlas con las encuestas de opinión política.
Juan Alegria Guerrero
Excelente diagnostico. Pronostico?