Política y Realidades nacionales

De los tiburones a las vacas

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No es lo mismo verla venir que platicar con ella, es una frase de uso corriente en nuestro país.

Ni más ni menos es lo que me ocurrió al visitar Puerto Díaz, a fines de la semana pasada. Para quienes procedemos de los departamentos del Pacífico tal vez no sea un nombre muy conocido. Puerto Díaz es el puerto lacustre que por décadas sirvió como punto de conexión entre Chontales y Granada y, por esa vía, con Managua y resto de ciudades del Pacífico. También por esa ruta se realizaban las transacciones comerciales y por esa vía salió el oro de las minas chontaleñas.

¿Qué pude observar? Que las aguas del lago Cocibolca se han retirado cerca de setecientos metros de su nivel habitual. Obviamente, no es lo mismo leer reportajes o ver fotografías que pisar el suave lodo, cubierto de hierbas que ahora alfombran lo que en otros tiempos fue el lecho del lago.

Caballos y reses pastan a lo largo y ancho de estos terrenos que se extienden por el litoral visible del lago. No es remoto que donde hoy pastan las vacas antes merodearon tiburones.También reposan, a centenares de metros del agua, distintos tipos de embarcaciones.

Una tragedia que se reproduce en los ríos que desaguan en el lago y cuya amenaza se agrava con el transcurso de los años. Una verdadera tragedia.

La Asociación de Chontaleños salvemos el lago Cocibolca, preocupados por esta amenaza, convocó a dos actividades: la visita a Puerto Díaz y un foro sobre la problemática nacional del agua. Emitieron al final la Declaración de Puerto Díaz, donde realizan un conjunto de exhortaciones tanto a las autoridades gubernamentales y municipales, como a la sociedad en su conjunto.

¿Qué hacer? me preguntaba un periodista. Para comenzar, le respondí, exigir a las autoridades que cumplan con la ley. ¿Cuál ley? Me interrogó.

Tenía razón el periodista al formularme esa pregunta porque en realidad muy pocas personas saben que tenemos una ley denominada “Ley General de Aguas Nacionales”, aprobada desde el año 2007, en la cual se regula de manera pormenorizada la conservación, producción y aprovechamiento de las aguas.

Y si bien, por hoy, para el régimen las leyes son papel mojado. Para la ciudadanía no puede ser igual.

Por tal razón es importante que conozcamos algunos aspectos relevantes de la referida ley. Imagínense ustedes qué tan exhaustiva será esta ley que tiene 155 artículos.

Atentamos pues lo que dice: El agua es patrimonio nacional…Las aguas superficiales o subterráneas que se encuentren en la parte continental del territorio nacional y los elementos naturales que integran las cuencas hidrográficas, cualquiera que sea su estado, calidad y situación, pertenecen a la Nación, el Estado ejerce sobre éstos el dominio eminente…

En otras palabras, no hay propiedad privada sobre el agua.

Para asegurar el cumplimiento de la normativa, la misma ley establece el órgano encargado de hacerla cumplir. Tal vez nunca escucharon este nombre, pero existe algo que se llama Autoridad Nacional del Agua, que tiene a su cargo 25 funciones, entre otras, las siguientes.

Elaborar el Balance Hídrico del País, esto es, una especie de diagnóstico sobre los reservorios y fuentes de agua, su localización y estado actual

¿Está elaborado este diagnóstico?
Pues no.

Otra función es elaborar un Plan Nacional de los Recursos Hídricos.
¿Está elaborado ese plan? Pues no.

Qué otra función relevante tiene la Autoridad Nacional del Agua. Gestionar el Fondo Nacional del Agua, el que se formará y financiará fundamentalmente con los ingresos provenientes del pago del canon, partidas presupuestarias, multas por infracciones a la ley, aportes y donaciones de entidades nacionales e internacionales
¿Está creado este fondo?
Pues no.

A propósito. La ley manda al Poder Ejecutivo a presentar a la Asamblea Nacional en un plazo no mayor de nueve meses a partir de la vigencia de la Ley, un Proyecto de Ley de Cánones por uso o aprovechamiento de aguas nacionales y de vertidos de agua residuales a cuerpos receptores nacionales. Es decir, así como los consumidores pagamos mensualmente nuestro recibo de agua, a quienes el agua para otros fines, también deben pagar por su aprovechamiento.

¿Presentó el Ejecutivo ese proyecto de Ley?
Pues No. Después de ocho años.

Pero además, mandata la elaboración de un Plan de producción de agua.
¿Existe el Plan? Pues no. ¿Existe la Política Nacional de los Recursos Hídricos?
Pues no.

Si nada de esto se ha cumplido ¿Será que esta Autoridad Nacional del Agua carece de presupuesto? Pues fíjense que tiene un presupuesto cercano a un millón de dólares anuales.

¿Para hacer qué? Ya lo vimos. Para hacer nada.

Entonces ¿Para qué aprobaron esta ley si no iban a cumplirla?

Los ciudadanos nicaragüenses no podemos resignarnos a que las leyes sean papel mojado. Debemos refrescarlas en nuestra memoria no solo para exigir su cumplimiento, sino porque estar preparados cuando llegue el día en que las leyes se cumplan en este país.

  1. Donald Sarria V.

    Me gusta eso último, o sea, cuando el pueblo de nic. pida cuentas del maltrato que han hecho de su patrimonio la familia gobernante.

  2. Manuel

    Como ciudadano, le ordeno a su partido (y a los partidos de oposición) que lleve una memoria de las cosas que este o cualquier gobierno NO haya hecho y que debiera haber hecho. Esta memoria será permanentemente actualizada para saber qué reclamar, a quién reclamar y saber –a ciencia cierta– qué debiera haber sido hecho y no se ha realizado. Igualmente, para saber si la lista crece o disminuye para así saber –a ciencia cierta– si un gobierno es o no es eficiente. Los gobiernos (vista la memoria) sabrán si saben gobernar y la oposición sabrá si sabe hacer su labor. Cúmplase… y no salgan con excusas.

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