En el marco de la Semana de Acción Mundial por la Educación, que es una iniciativa de alcance global, el Comité Nicaragua, integrado por varias organizaciones que trabajan desde hace años en el tema de la educación, realizaron una consulta que me parece muy importante compartir, ya que presenta un retrato sobre un tema clave para el presente y para el futuro del país. Se ha repetido, y lo seguimos haciendo, que la educación es la llave para romper las cadenas del atraso, a nivel de país, a nivel de familias y a nivel de personas.
La consulta, realizada por organizaciones responsables, serias y especializadas en el tema de la educación, se enfocó en la opinión de maestros, estudiantes, padres y madres de familia, de centros públicos y privados. Se trata entonces de la visión de los principales integrantes de la comunidad educativa.
Veamos los aspectos más resaltantes.
Más del 80% de los entrevistados considera que existe una crisis en la educación. Esta opinión la comparten en proporciones similares tanto padres y madres de familia, como maestros y estudiantes.
En este contexto, es natural que el 94% declare que aspiran a una educación de calidad.
Teniendo como referente el período 2015-2030, esto es, los próximos 15 años, a la pregunta sobre el nivel educativo que debemos alcanzar los nicaragüenses se respondió de la siguiente manera: El 25% considera que los nicaragüenses debemos alcanzar un nivel universitario. Otro 25% aspira a la educación secundaria. Y el 18% hace su apuesta por la educación técnica. En otras palabras, tres, de cada cuatro, no registra como aspiración alcanzar el nivel universitario.
Sobre las necesidades que deben tener satisfechas los maestros y maestras, en ese mismo período del 2015 al 2030, llama poderosamente la atención que los encuestados atribuyen elevada importancia a los estímulos que puedan recibir por parte del Ministerio de Educación. Por supuesto, colocan en primer lugar las mejoras salariales, pero a la par consideran importante mejoras en la atención en salud y en la seguridad social. En otras palabras, la aspiración es una mejora integral en el bienestar de maestros y maestras.
En cuanto a los aspectos tecnológicos necesarios para mejorar la calidad de la educación, el 60% de los entrevistados colocó el acceso a computadoras e internet, como condiciones indispensables. Esta respuesta es un buen indicador sobre la aspiración a incorporar en la enseñanza las nuevas tecnologías.
También se consultó a los entrevistados en qué áreas deberían realizarse mayores inversiones para la educación. En orden colocaron los siguientes: mejoras salariales, libros de texto, bibliotecas e infraestructura escolar.
Hasta aquí todos los hallazgos de la investigación son perfectamente asimilables. Sin embargo el siguiente aspecto es altamente revelador de la pertinencia y calidad de nuestra educación. Se preguntó qué deben aprender los estudiantes en el período 2015-2030. Las respuestas principales fueron: computación (uno de cada cuatro) e inglés (uno de cada cinco). Y un porcentaje similar se inclinó por educación técnica y vocacional.
Pero es descorazonador que ninguno de los entrevistados mencionó ciencias, ni matemáticas, asignaturas esenciales para impulsar una mejora real en la educación nacional.
Hay un asunto que llama la atención: la importancia que le atribuyen los encuestados a la seguridad en las escuelas, incluyendo las amenazas de las drogas.
En cuanto a las necesidades pedagógicas y de formación que requieren los maestros también llama la atención una de las respuestas. Por supuesto, en los primeros lugares se situaron asesoría pedagógica y formación profesional. Sin embargo, más del 20% anotó una respuesta inesperada: menos trabajo extracurricular. ¿Y qué es trabajo extracurricular? Obviamente se refiere a la utilización de los maestros en actividades no escolares. El rotondeo, es una de ellas.
La investigación es más extensa pero con lo anotado resulta evidente que debería ser ampliamente conocida y debatida por los sectores genuinamente interesados en mejorar la educación. Nada más y nada menos que recoge la opinión de las generaciones destinada a asumir las riendas del futuro del país. En este sentido, también ofrece una importante base para cualquier propuesta de mejora educativa en el país. Un aspecto esencial para toda agenda de cambio real.
MARIO
Excelente información Don Enrique.
MARIO
Excelente información Don Enrique.