Estamos ya entrados en un año electoral, es tiempo en que se erizan las fibras políticas de mucha gente. Aún personas que ordinariamente ¨no se meten en política¨ agudizan el oído y remueven su interés. En el caso de quienes se dedican a la política por supuesto que más aún. Es tiempo de las disputas por las listas de cargos a elegir. En algunos casos los contendientes embisten espada en mano y cuchillo entre los dientes.
Con este antecedente nos permitiremos recordar, para políticos y para no políticos, los consejos del Cardenal Mazarino.
¿Quién era el Cardenal Mazarino?
Comencemos por mencionar al cardenal Richelieu quien es, sin duda, el más célebre de los cardenales católicos, aunque no propiamente por su trayectoria religiosa sino por su trayectoria política. En realidad, es uno de los políticos más reconocidos en la historia de Europa y de Francia.
El cardenal Richelieu fue primer ministro de Francia por 18 años, hasta su muerte en 1642. Su sucesor en el cargo de primer ministro de Francia, también cardenal católico, fue Giulio Mazarino. Mazarino, a diferencia de Richelieu, es mucho menos nombrado a pesar de que su gestión política es casi tan relevante como la de su ilustre predecesor.
El cardenal Mazarino, italiano de nacimiento, francés por adopción, gobernó Francia por más de una década. Distintos historiadores revelan que la principal fuente de su poder emanaba de la alcoba de Ana de Austria. Se dice que Mazarino era asiduo visitante de la alcoba de Ana. La reina encabezaba la monarquía francesa a nombre de su hijo, Luis XIV, el renombrado “Rey Sol”, a quien se atribuye la frase ¨el Estado soy yo¨.
Para que tengamos una idea de las habilidades de Mazarino, se estima que al morir poseía la mayor fortuna privada de la historia prerrevolucionaria de Francia, con un equivalente en efectivo a los depósitos del Banco de Amsterdam.
Pero también heredó un elocuente Breviario para políticos, que contiene las principales enseñanzas que el religioso acumuló a lo largo de su accidentada carrera política.
En el Breviario, Mazarino aborda una amplia gama de consejos para políticos que van desde cómo servir una cena, cómo escapar a una emboscada o cómo lidiar con “los placeres de la carne”.
Aquí va una muestra de las enseñanzas contenidas en el libro:
1. Si se le demuestra a una persona que está en un error y sin embargo se mantiene obstinadamente en su postura, estate seguro de que sus motivos no son los que declara. Sus motivos son los que esconde.
2. Ten siempre presentes estos cinco preceptos: Simula. Disimula. No te fíes de nadie. Habla bien de todo el mundo. Piensa antes de actuar.
3. El que cambia fácilmente de opinión y pone tanto ardor en defender hoy lo que denunciaba ayer es evidente que ha sido comprado.
4. Interésate tan solo por la realidad del poder.
5. Actúa de tal modo que nadie sepa nunca cuál es tu verdadera opinión sobre un asunto, ni hasta qué punto estás informado, ni lo que deseas, ni de qué te ocupas ni qué temes.
6. Actúa con tus amigos como si algún día tuvieran que convertirse en tus enemigos.
7. No amenaces jamás a un hombre al que tengas intención de hundir, porque estaría sobre aviso. Al contrario, deja que crea que tú eres menos poderoso que él y que, aunque quisieras, nada podrías contra él.
8. No olvides nunca que la prudencia exige no atacar a varios enemigos a la vez. Así que, mientras trabajas en la ruina de uno, reconcíliate con todos los demás, provisionalmente.
9. Si quieres atraerte la simpatía de los hombres del pueblo, promételes a cada uno en persona gratificaciones materiales: son las que causan efecto; al pueblo, la gloria y los honores le son indiferentes.
10. Si alguien te manifiesta su odio, has de saber que este sentimiento, el odio, siempre es auténtico. El odio, a diferencia del amor, no sabe de hipocresías.
El breviario es así: un conjunto de lecciones que muestran al religioso italiano-francés mucho más familiarizado con lo mundano que con lo sagrado.
Hay muchas más enseñanzas en el libro del cardenal Mazarino sobre las realidades del poder, pero sería muy largo, así que para muestra les quedan diez botones.
¿Qué piensan ustedes…son buenos consejos o malos consejos?
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