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Las enseñanzas de Evo

evo morales

Los medios de comunicación internacionales y también los medios nacionales no sometidos al régimen, resaltaron la noticia de la derrota de Evo Morales, actual presidente de Bolivia, en el referendo celebrado hace unos días.

Intentaremos extraer algunas enseñanzas aplicables a nuestro país, pero antes es importante situar el hecho en su contexto.

¿De qué se trataba?

Ante todo debemos aclarar que no se trataba de elecciones presidenciales, sino de un referendo en el que se consultó a los votantes si apoyaban o no una reforma a la Constitución Política a fin de posibilitar la reelección presidencial.

Morales asumió la presidencia en enero del 2006. Desde entonces acumula tres períodos presidenciales. El período actual concluye en enero del 2020.

Pero Evo padece la misma fiebre de sus congéneres latinoamericanos, que una vez en el poder a toda costa quieren perpetuarse. Así, desde ya pretendía establecer condiciones para recetarse un nuevo período presidencial que lo llevaría hasta el año 2025.

¿Cuál era su cálculo? ¿Por qué impulsó la consulta en este momento?

Primero, las encuestas reflejaban una amplia popularidad. Segundo, la oposición está fragmentada. Tercero, comienza debilitarse la bonanza económica de que ha disfrutado el país.

En consecuencia, eran estas circunstancias propicias para realizar una consulta que le diera legitimidad a su pretensión de reformar la constitución para reelegirse una vez más. Convocó entonces al referendo con la seguridad de que la mayoría de los bolivianos se pronunciarían en su favor.

Obviamente los cálculos le fallaron y se vio obligado a reconocer su derrota. Sin embargo, no podemos soslayar que Morales acudió a procedimientos democráticos y que obtuvo casi la mitad de los votos. Además, es el primer presidente indígena en una sociedad predominantemente indígena. Hace pocos años tuvieron un presidente que ni siquiera hablaba bien español.

Pero vamos a lo nuestro.

¿Qué enseñanzas podemos extraer ante los desafíos que enfrentamos?

Primero, que los desenlaces en Argentina, Venezuela y Bolivia, a pesar de sus propias singularidades, revelan que la gente termina por rechazar el continuismo. La corriente se está moviendo en dirección al cambio. En Nicaragua, no podemos ser la excepción y debemos esforzarnos por capitalizar la corriente a favor.

Segundo, que a pesar de las acusaciones de autoritarismo, las realidades han mostrado que los sistemas electorales en los tres países indicados respetan la voluntad popular expresada en las urnas por la gente. Una diferencia sustancial con el régimen de Ortega. Sigue imponiéndose pues como una urgencia la exigencia de elecciones libres. Pero la clave de esos desenlaces electorales ha sido la participación de la gente. En Nicaragua esta es una enseñanza que viene desde las elecciones de 1990 y que no puede echarse en saco roto. La restauración del camino democrático no puede alcanzarse sin el compromiso de la ciudadanía.

Tercero, en el caso de Bolivia, la oposición se encuentra fragmentada, sin liderazgos unificadores. Sin embargo ganó el no. porque todos sumaron sus esfuerzos en la misma dirección. La enseñanza es, pues, que el triunfo solo se posibilita sumando esfuerzos en la misma dirección.

Cuarto, el mismo Evo se encargó de culpar de su derrota a las redes sociales. No podemos subestimar lo que podríamos llamar formas no tradicionales de movilización y acción política. Las nuevas tecnologías han demostrado una gran eficacia política. En otras latitudes y experiencias, y también aquí cerquita. No vayamos muy largo, las movilizaciones en Guatemala en repudio a la corrupción, que terminaron con la destitución y enjuiciamiento del presidente Otto Pérez Molina, utilizaron como mecanismo clave las redes sociales.

Y no creamos que Bolivia es un país de gran desarrollo tecnológico. Al contrario. Así que no podemos subestimar el papel de las nuevas tecnologías de comunicación. El régimen ya lo sabe y comienza a utilizarlas masivamente. Nosotros también debemos esmerarnos.

En conclusión, tenemos a nuestro favor los vientos de cambio que soplan en Latinoamérica. Tenemos las enseñanzas que se desprenden de los procesos recientes: elecciones libres, unidad de esfuerzos, participación y movilización popular y utilización inteligente de nuevas formas de comunicación política.

 

Nos toca entonces poner manos a la obra.

 

 

 

  1. MARIO

    Excelente Don Enrique.Saludes.

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