Estoy leyendo uno de esos libros que abren nuevas ventanas a la forma en que uno asume la vida, independientemente del camino que uno haya recorrido. Su título es ¨La vejez¨, escrito en la década del setenta por la intelectual francesa Simón de Beauvoir. El libro comienza evocando el siguiente relato de los hermanos Grimm: un abuelo vivía con la familia de su hijo. Al abuelo le daban de comer pero en un lugar apartado del comedor donde comía el resto de la familia, en un gastado plato de madera. Un buen día este hijo encuentra a su pequeño niño afanado en el patio con unos trozos de madera y le pregunta: hijo, qué estás haciendo. El niño responde, estoy haciendo un plato de madera como el del abuelo, para tenerlo listo cuando me toque servir tu comida.
Les hago este relato porque hoy primero de octubre es día internacional de las personas de edad. Así lo declaró Naciones Unidas hace más de 25 años. ¨Día internacional de las personas de edad¨. Así se decía antes: personas de edad, aunque en rigor todos somos personas de edad ya que hasta los infantes tienen una edad. Tal vez por esa razón actualmente es más común utilizar la expresión ¨tercera edad¨, para referirse a ese período de la vida en el que uno lleva ya el sol en la espalda.
Todavía no existe una línea precisa que determine a partir de cuándo comienza la tercera edad, incluso, varía de persona a persona y de país a país. En unos países se identifica con la edad de jubilación, pero como sabemos, la edad de jubilación varía entre los países y aún dentro de un país hay distintas edades para jubilarse, según la ocupación que uno haya desempeñado.
Pero bueno, aunque no está definida con claridad la edad en que uno ingresa a ese equipo, no se necesita uniforme para identificar cuándo un ciudadano o ciudadana ya comenzó a jugar en esa liga. Por mucho esfuerzo que se haga para retrasarlo, no hay manera. Antes se decía: ¨es que él ya peina canas¨. Ahora se dice. ¨Es que él ya pinta canas¨, como una forma de satirizar los empeños por detener el tiempo. Pero es inútil. Y no es que me esté haciendo el mojigato. Yo también lo intenté una vez y no me fue bien. Sentía que andaba un carbón en la cabeza.
En términos generales, después de los sesenta y cinco años ya es claro que uno ingresó en la última vuelta. En el caso de Nicaragua la población mayor de 65 años se estima aproximadamente en 300 mil personas. Si contamos a partir de sesenta años, la cifra se acerca al medio millón. Las mujeres de la tercera edad superan a los hombres en una proporción estadísticamente significativa. El 46% de las personas de tercera edad son hombres y el 54% son mujeres ¡Casi el diez por ciento más mujeres que hombres en la tercera edad! Este es un dato interesante pues revela que la tasa de sobrevivencia de las mujeres es notablemente mayor que la sobrevivencia de los varones. Es importante saber las razones científicas que expliquen esta diferencia.
Actualmente, en Nicaragua menos del 20% de las personas mayores de 60 años reciben una pensión de jubilación completa porque no estuvieron afiliadas a la seguridad social. Recordemos que el 80% de la población ocupada, labora en la economía informal, esto es, que ocho de cada diez nicaragüenses desarrollan sus actividades laborales sin estar afiliadas al INSS. Estas personas al cumplir sesenta años no tendrán derecho a ninguna pensión, ni completa ni reducida. Una verdadera tragedia, pues a pesar de que una pensión de seguridad social no es un baño de agua de rosas, es una red que protege al menos parcialmente.
Todos sabemos que la vejez representa entrar en una etapa de vulnerabilidad creciente. Tiempo de achaques. Con el pasar de los años las enfermedades se multiplican y se agravan, mientras que los recursos y las capacidades físicas y mentales para el desempeño laboral van disminuyendo. Es la ley de la vida. Se trata de una condición de fragilidad en la cual se necesita el apoyo de las familias, la comunidad, la sociedad y del estado.
Para eso existen la jubilación y las pensiones. Para que las personas después de dedicar al trabajo sus mejores años, puedan disponer de ingresos y condiciones mínimas que les posibiliten sustento, vivienda, salud y dignidad. La dignidad es esencial. Por tal razón es una calamidad y una gran injusticia que ocho de cada diez nicaragüenses tengan desde ahora cancelado ese derecho. También es una calamidad la crisis de la seguridad social como resultado de la corrupción y de la incompetencia.
Hay una reflexión de fondo en este asunto. No sabremos quiénes somos, si ignoramos o si nos negamos a ver lo que seremos. Para saber quiénes somos, hoy, es imperativo reconocer en ese anciano o en esa anciana que pasa, o está a nuestro lado, lo que nosotros seremos, inevitablemente. Si tenemos la oportunidad de sobrevivir, así seremos, como ellos. Llegar a ese reconocimiento, de lo que somos y de lo que seremos, es el punto de partida de una valiosa ruta: la ruta de la solidaridad. Un tema importante para reflexionar hoy día internacional de la tercera edad.
Julio Ricardo Hernandez
La informalidad es la madre de tan baja cobertura del Seguro Social. Porque el Seguro Facultativo no ha logrado cubrir una parte significativa de los informales ?
jesaenz
En buena medida, creo, por dos razones: primero porque la gente no dispone de ingresos suficientes para pagarse el seguro facultativo. Segundo, porque tampoco tiene suficiente confianza en la viabilidad del seguro y de que al final efectivamente tendrá asegurada su pensión. Pero seguramente, promover activamente el seguro facultativo es una de las rutas, que sumadas a otras, puede contribir a la sostenbilidad del INSS.
Saludos,
Julio Ricardo Hernandez
La informalidad es la madre de tan baja cobertura del Seguro Social. Porque el Seguro Facultativo no ha logrado cubrir una parte significativa de los informales ?
jesaenz
En buena medida, creo, por dos razones: primero porque la gente no dispone de ingresos suficientes para pagarse el seguro facultativo. Segundo, porque tampoco tiene suficiente confianza en la viabilidad del seguro y de que al final efectivamente tendrá asegurada su pensión. Pero seguramente, promover activamente el seguro facultativo es una de las rutas, que sumadas a otras, puede contribir a la sostenbilidad del INSS.
Saludos,
Rigoberto Artola
Asi es Enrique, y aunque no querramos todos llegaremos a eso antes de partir, y ser simplemente un recuerdo en la vida de otros., Saludes. Rigo Artola.
jesaenz
Asi es, Rigo.
Rigoberto Artola
Asi es Enrique, y aunque no querramos todos llegaremos a eso antes de partir, y ser simplemente un recuerdo en la vida de otros., Saludes. Rigo Artola.
jesaenz
Asi es, Rigo.
Gerd
«Tercera edad»… Todo eso porque no se atreven decir «gente vieja». Antes hubo consejos de los viejos en los pueblos, por su gran sabiduría (a veces …), hoy se llaman Consejo de Tercera Edad? No lo ceo …
Además uno es tan viejo como se siente … Conozco a muchas pesonas entre tal vez 40 y 60 que me parecen mucho meas «terceros» como por ejemplo yo: yo tengo 74, pero me siento como … 68 .
Keith Richard y Mick Jagger también cumplen 74 en ese 2017. ¿Ancianos? ¿Viejitos?
Gerd
«Tercera edad»… Todo eso porque no se atreven decir «gente vieja». Antes hubo consejos de los viejos en los pueblos, por su gran sabiduría (a veces …), hoy se llaman Consejo de Tercera Edad? No lo ceo …
Además uno es tan viejo como se siente … Conozco a muchas pesonas entre tal vez 40 y 60 que me parecen mucho meas «terceros» como por ejemplo yo: yo tengo 74, pero me siento como … 68 .
Keith Richard y Mick Jagger también cumplen 74 en ese 2017. ¿Ancianos? ¿Viejitos?