El código penal de Nicaragua, con el propósito de proteger a los consumidores, a empresarios y a la economía nacional, establece el delito de agiotaje y el delito de prácticas anticompetitivas. Ambos delitos son perfectamente aplicables a lo que está ocurriendo con la manipulación de los precios del combustible.
Veamos qué ha ocurrido en los cuatro primeros meses del año.
Entre la primera semana de enero y la primera semana de mayo, el reporte periódico del Comité de Cooperación de hidrocarburos de América Central revela que el precio del galón de gasolina se ha elevado en Nicaragua en 16%. Esto representa aproximadamente 14 córdobas por galón.
¿Qué ha ocurrido en los demás países centroamericanos? En el mismo período el precio promedio centroamericano de la gasolina regular se ha elevado en 2%. En otras palabras, en Nicaragua se ha elevado ocho veces más que el precio promedio centroamericano.
¿Por qué?
En el caso del diésel, en Nicaragua se elevó en 5%, pero el precio promedio centroamericano disminuyó en 7%.
Ahora establezcamos la comparación con un solo país, con El Salvador. ¿Por qué compararnos con El Salvador? Porque una de las patrañas con que se ha pretendido justificar la diferencia de precios con Centroamérica es que en Nicaragua los mayores volúmenes de hidrocarburos ingresa por el Pacífico y eso encarece los costos. Ya sabemos que El Salvador ni siquiera tiene puerto en el Caribe. La totalidad de los suministros los recibe por puertos en el Pacífico.
¿Cuál es la diferencia entre los precios de Nicaragua y los de El Salvador en la primera semana de mayo? En el caso de la gasolina regular la diferencia es del 25% por galón. Y en el caso del diésel la diferencia es del 19%. Si calculamos cuál es el equivalente en córdobas de esta diferencia, en el caso de la gasolina regular es 25 córdobas y en el caso del diésel 16.50 córdobas.
¿Cuáles son las razones de estas diferencias tan marcadas?
Sigamos. Hace unos meses mencioné que Nicaragua no produce petróleo pero sí exporta combustibles al resto de países de Centroamérica. Ya están los registros de las exportaciones en los 4 primeros meses. ¿Y saben qué? Se mantiene la misma tendencia: Nicaragua exporta combustibles a los demás países centroamericanos un 40% más barato que los precios a los que se venden los combustibles internamente. Vayan a ver los registros del CETREX si lo quieren confirmar. Aunque lo vendan a un precio más barato es obvio que si lo hacen es porque obtienen ganancias.
Esto significa que a costillas de los nicaragüenses obtienen una sobre ganancia de al menos el 40% por cada galón de combustible que venden.
¿Cuál será la razón? Hay una poderosa razón. Para entenderla les voy a pedir que me sigan en este pequeño cálculo, solamente para que tengamos una idea de cuánto representa este negocio: De acuerdo al banco central en el 2014 el consumo de gasolinas fue de 2.273 millones de barriles. Y el consumo de diésel en el mismo año fue de 3.853 mil barriles. Cada barril tiene 42 galones.
Hagamos un primer estimado. Comparemos con los precios de El Salvador. Si el sobreprecio con relación a El Salvador es de 25 córdobas por galón, multipliquemos el número de galones por 25 y después lo expresamos en dólares. ¿Cuánto nos da? La sobre-ganancia es de 90 millones de dólares, solo en gasolinas.
Vamos ahora al diésel. Hagamos el mismo cálculo. El consumo de galones de diésel por la sobre-ganancia de 16.50 y pasemos a dólares. ¿Cuánto nos da? En el caso del diésel, la sobre-ganancia es de 100 millones de dólares.
Que conste, nos estamos yendo por lo bajo porque no estamos calculando el 40% de sobre-ganancia que, por cierto, ya lo había estimado la CEPAL hace dos años. Además estamos considerando el consumo del año pasado. A pesar de ello la sobre-ganancia es de al menos 190 millones de dólares que estarán sacando de la bolsa de los nicaragüenses, si todo sigue como va y mantienen los márgenes actuales.
Obviamente, las repercusiones que genera esta aberración atraviesan el conjunto de la economía: reducen la competitividad de las empresas; impiden la creación de empleo; obstaculizan las inversiones para ampliar la capacidad productiva e introducir mejoras tecnológicas; disminuyen el poder adquisitivo de la población. En general, reducen la competitividad de la economía y en consecuencia descargan el peso en el sector más vulnerable: los salarios de los trabajadores.
Llegado a este punto debo introducir una rectificación. Arriba afirmé que una poderosa razón explicaba la estafa con los precios del combustible. No es una. Son 190 millones de poderosas razones.
¿Y Pro-competencia, qué hace? Bien, gracias.
¿Cuál es la Corte o juzgado que va a enjuiciar a estos malhechores conforme lo establecido en el código penal en materia de prácticas anticompetitivas?
Mauricio Solorzano
Estoy seguro que las 190 razones se las eta robando Ortega o nos e
stan sacando los reales para mantener a Maduro
Matrix
Estan ordeñando la vaquita al maximo antes que se les acabe el «festin».
Melanio Enrique
Cuanto dinero hay en juego Don Enrique y son pocas y poderosas personas las que lo manejan. Lo preocupante es que estas personas necesitan el PODER para mantener semejante negocio y harán cualquier cosa para conservarlo. No nos llamemos a engaño, este mega negocio no es un asunto de dos personas, aquí están involucradas personas de diferentes orígenes políticos cuya obsesión es el PODER y EL DINERO. En otras palabras son gente muy peligrosas.
jesaenz
Totalmente de acuerdo Melanio. Esta sopa necesitará bastante leña.
saludos,
Claudette Gideon
Si a esa gran cantidad de leña le agregamos «petróleo» la sopa hervirá mucho más rápidamente. Eso lo saben perfectamente los peligrosos que menciona Melanio Enrique y por eso no quieren que nadie más, como en la ruleta, meta la mano y les controle ese brutal y aberrante «bisne» que se tienen con el petróleo venezolano. Estoy segura que ese no era el «Sueño de Bolívar» sino el de los Ortega Murillo que hacen ver a Somoza y su pacotilla de ladrones y corruptos como un pelotón de boy scouts.
jesaenz
Gracias por tu comentario Claudette.
Saludos