Por invitación del Partido Acción Ciudadana -nuevo partido de gobierno de Costa Rica- asistí a la toma de posesión de Luis Guillermo Solís. No permanecí muchos días allá, pero considero útil compartir lo que vi y viví.
Diversos vínculos nos juntan a los ticos: historia y geografía, para empezar. Los mutuos intereses comerciales y de inversión son crecientes. Lazos culturales y familiares se cultivan desde larga data. Pero el vínculo más hondo está determinado por la presencia de centenares de miles nicaragüenses que trabajan y residen en nuestro vecino del sur. Estos nicas, pero sobre todo sus hijos, que nacen y crecen allá, inexorablemente están estrechando un nudo que no podrá desatarse ni aflojarse. Crecen allá pero preservan poderosas raíces aquí. Los nicas están por todos lados, haciendo de todo. Y aquí mi primera conclusión: son dos países condenados a convivir armónicamente a causa de nexos que se amplían y profundizan, a despecho de quienes, aquí y allá, alimentan discordias y enconos.
La investidura se realizó en el estadio que construyeron los chinos. Del primero al último tornillo fueron traídos de China. Los atornilladores también. Bonito el estadio. El acto fue serio, sobrio y esperanzador. Sin banalidades ni vanidades. Pero adornado de símbolos que deben reseñarse. Estamos acostumbrados a ver en casi todo país que el pabellón nacional, en actos oficiales, es portado por soldados, o bien, por jóvenes marcialmente engalanados. Los ticos no. Una “escuadra” de niñas y niños, sin ningún aire marcial y vestidos a la ordinaria y humildemente, portaron el pendón hasta la tarima presidencial.
Los sitios preferenciales, frente a la tribuna principal, se reservaron a la niñez y adolescencia, no por razones partidarias. Vestían de rojo, azul y blanco para configurar, en conjunto, una gigantesca bandera de Costa Rica. Y esa bandera saturaba el estadio. Nada de banderas partidarias, excepto dos banderas que pudimos detectar entre los miles de asistentes. Tampoco hubo invocaciones religiosas, ni rezos. Pero la música festiva folclórica nos “sonó a son” nica.
Las autoridades designadas para integrar el gabinete y entes autónomos, desfilaron ante los asistentes con sus parejas. El ministro de Turismo, declaradamente gay, desfiló también con su pareja: otro hombre.
Me resultó desconcertante que el personaje más aplaudido fuera el príncipe Felipe, representante de la corona española, la antigua metrópoli colonial. Pero el segundo más aplaudido fue Evo Morales, símbolo de un gobierno conspicuamente anticolonialista.
El general Hallesleven, delegado de Daniel Ortega, fue un invitado anónimo. Todos los altos representantes desfilaron por alfombra roja a continuación de que los parlantes anunciaban su nombre y cargo. Así desfilaron presidentes y vicepresidentes. Cuando se anunció al presidente de Honduras repentinamente se desprendieron delante de él dos personas desconocidas que, “a paso camino”, transitaron por la alfombra y cubrieron el trecho de aproximadamente doscientos metros que los separaba de la tarima presidencial, sin que nadie supiera quiénes eran porque nadie los anunció. Victor Hugo Tinoco y Hugo Torres, que estaban a mi lado, exclamaron: ese es Omar!…Pero qué va haciendo ahí sin que lo anuncien… Los desconocidos pasaron desapercibidos para el público y para la batería de periodistas que se encontraban a mitad de camino. Efectivamente, se trataba de Hallesleven y un acompañante que asumimos es el embajador de Nicaragua.
¿Alguien puede explicar las razones de ese comportamiento?.
El discurso de Solís fue de fondo, sin estridencias pero sin concesiones frente a los retrocesos del país y hacia los responsables de los mismos. Portador de un mensaje de cambio, fustigó la corrupción, la distancia entre gobernantes y gobernados, la inequidad. No mencionó temas internacionales.
Desde mi perspectiva, el anuncio más relevante fue su compromiso de elevar el presupuesto de educación al 8% del PIB. Son reconocidos mundialmente los estándares alcanzados por Costa Rica en esta materia. Ahora invertirán más. Anoten bien: ese aumento del uno por ciento equivale aproximadamente a US$ 450 millones. Sólo ese aumento supera el presupuesto total asignado a educación en Nicaragua en el 2014. Actualmente invierten 772 dólares por estudiante de secundaria y en Nicaragua 95. En el caso de primaria, invierten por alumno 782 dólares, en Nicaragua 196. Formidable distancia.
Por curiosidad, me movilicé en bus urbano, por distintos rumbos, sin novedad. Perdón, sí hubo novedades: Por la noche, al llegar a la parada de bus en el parque La Merced, en el mismo momento se estacionaba el bus que debíamos tomar. Hay una fila pero nadie se mueve. Como nadie se mueve nos acercamos a la puerta y golpeamos. La señora de adelante de la fila me dice: señor, estamos esperando que abran la puerta, usted tiene que hacer fila, allá atrás. Avergonzados, nos fuimos a la cola. Es la ruta que va de La Merced (el parque de los nicas) a la Carpio. Así que respiré un bus repleto de compatriotas nuestros, con cara de ir bien mecateados.
Para orientarnos con las rutas preguntamos a transeúntes, a policías, a vendedores. Siempre recibimos una respuesta amable. El colmo fue el conductor de un bus a quien le preguntamos por una dirección para saber en qué parada nos bajaríamos. No sabía. LLamó a su base y preguntó por el lugar. Ya se dónde es, nos dijo, siéntense aquí adelante que yo les aviso dónde tienen que bajarse. Y lo hizo.
No se si los ticos son así o si fue sólo por casualidad. Únicamente les cuento lo que vi, y viví.
Agustín mendoza jarquin
Excelente crónica y para mi la realidad de costarica y de los nicaragüense que ahí residen me es familiar ya que estuve de cónsul en Liberia en el 2002
jesaenz
Gracias por tu comentario, Agustín.
Sergio Rafael Martínez Vega
El flamante embajador, es el hermano de Robertito José, Harold Rivas Reyes, unos de los menores, nacido en 1961. Me bachillereé con él, o mejor dicho, le tocaba bachillerarse en el mismo año de la LVI promoción del cca 78, pero no recuerdo, debido a qué vicisitud, fue a parar a otro colegio o terminó fuera del país o a Miami. Desde muy joven era tranquilo, pero algo díscolo y duro para obtener buenos resultados en sus estudios. Ya en secundaria, en tercer año, de los pocos que tenían carro, llegaba en un Fiat Miriaflori. Luego en los ochentas se fue del país a estudiar a no sé que universidad y se casó con una hija del asesinado general Reynaldo Perez Vega, muchacha muy inteligente y agradable, de fácil desenvolvimiento, difícil de pasar desapercibida por el contraste con su esposo; alta espigada, grácil figura, blanca rubia parecida a su madre, delgada y de refinado trato. No obstante, Harold es una persona muy cordial, sincera, amable y siempre cuando está en confianza recrimina a su hermano, por la ingrata publicidad. También es un diplomático, de buen escalafón, paciente y discreto suceso, ha sabido representar los intereses de la nación y a diferentes gobiernos después de los 90; fue funcionario consular en Miami, secretario en la embajada en Washington, delegado ante la sede de la OEA en la misma ciudad, posteriormente Cónsul en el Distrito de Columbia y ahora embajador en Costa Rica. No estoy seguro si también estuvo designado para apoyar al delegado diplomático ante la santa sede, pero tiene fotos con los dos papas anteriores. Ahí en Costa Rica viven desde un tiempo atrás sus parientes descendientes del General Rigoberto Reyes Arauz, quienes de vez en cuando le recuerdan los reclamos de propiedad que hiciera su hábil hermano ante las autoridades gubernamentales. El abuelo militar es el mismo que calentó la silla de jefe director GN, a Coyoles Somoza García para que pudiera ser candidato presidencial, y calentara también las Segovias, sobre todo Wiwilí y norte de Jinotega para incendiar y arrasar con los vestigios del Ejército Defensor de la Soberanía Popular. Tras el asesinato de Sandino, dirigió la masacrare de las cooperativas que crearon para el sustento campesino de sus bases. De nuevo sobre el flamante Embajador, acompañante del invisibilidado Vice Presidente delegado del país, me llevé un susto. Resulta que, tamaña sorpresa observé un día en que la Compañera Rosario, publicó un documental TV sobre el purpurino Obando y Bravo, en ocasión de celebrarse los 50 años de ordenación sacramental del mozo sacerdote en cuestión, al ver una foto inédita de sotana blanca, sobresaliendo su tez morena, no me cupo la menor idea de saber que la influencia religiosa del mentor de Doña Chepita y la distinguida familia Rivas Reyes, caló profundamente su influencia mimética en las poses y el garbo para llevar las prendas de vestir, a tal grado, que por mucho que las repasara, podría asegurar que era la viva figura de Harold en sus años de infancia y juventud.
carlos jose
Muy buen relato,
carlos jose
Muy buen relato,
Zenia Brigett Francis gammie
Lo que viste y viviste no es casualidad, asi es la realidad tica, poseen una cultura de civismo, respeto a sus simbolos patrios en todo momento, saben que independientemente del que gobierne lo hace para el bienestar del pueblo, dejando sus ideologias y simbolos partidarias de un lado, porque desde el momento que es electo, representa a todo Costa Rica no a sus simpatizantes, lo principal e importante invierten en educacion para el desarrollo de su pais y no mantienen ejercito por no estar en guerra con nadie, acarreando gastos inecesario para el pais, ejemplo para cualquier pais.
Zenia Brigett Francis gammie
Lo que viste y viviste no es casualidad, asi es la realidad tica, poseen una cultura de civismo, respeto a sus simbolos patrios en todo momento, saben que independientemente del que gobierne lo hace para el bienestar del pueblo, dejando sus ideologias y simbolos partidarias de un lado, porque desde el momento que es electo, representa a todo Costa Rica no a sus simpatizantes, lo principal e importante invierten en educacion para el desarrollo de su pais y no mantienen ejercito por no estar en guerra con nadie, acarreando gastos inecesario para el pais, ejemplo para cualquier pais.