Estoy rastreando en la época colonial claves que puedan explicar realidades y comportamientos actuales. Me he encontrado crímenes políticos, enriquecimientos desde el poder, avasallamientos sociales y otras lacras que seguimos padeciendo. Pero también me encontrado algunas curiosidades. Por ejemplo, que en la colonia ya era un problema el robo de las losas en las calles, el equivalente de los robos de las tapas de manjoles que tanto dolor de cabeza ocasionan a transeúntes y conductores. Aquí les va el bando sobre el tema, emitido en 1803.
Bando D. Antonio González Mollinedo y Saravia
(presidente de la Audiencia de Guatemala)
Habiendo llegado á mi noticia que se han hecho varios robos de losas de los empedrados que se están reparando en esta capital; a fin de contenerlos con el debido castigo, de que son merecedores los que cometen semejante exceso, y de mantener dichos empedrados en buen estado, consultando a su mayor duración; por el presente ordeno y mando:
1. Qualquiera que sea convencido de haber robados losas destinadas para los empedrados sera reducido a prisión, multado en veinte y cinco pesos si tuviese de que pagarlos, y no teniéndolos se le destinara por seis meses á obras publicas.
2. El que comprare losas robadas, sabiendo que lo son, hecha la averiguación como corresponde, sera multado irremisiblemente en veinte y cinco pesos, y no teniendo de que pagarlos en todo ó parte, sufrirá el mismo castigo de obras publicas, ó igual tiempo de prisión, ú otra pena arbitraria según las circunstancias.
3. Al que denunciare robo de losas, ó compra de las robadas que se arrastran por las calles, se hizo saber á los Guardas de garitas en veinte y ocho de Abril próximo pasado previniesen á los conductores que las colgasen las yuntas, o las introdujesen en la ciudad levantadas á lo menos del un extremo. En consequencia de esta prevención, á qualquier conductor de maderas que no las introdujese por la ciudad en la forma dicha, se le exigirán dos pesos de multa en el mismo acto de encontrarle, o de ser aprehendido por qualquier Ministro de Justicia faltando a esta orden.
4. Ocasionandose perjuicio a los empleados con las maderas que se arrastran por las calles, se hizo saber a los Guardas de garitas en veinte y ocho de abril próximo pasado previniesen a los conductores que las colgasen de las yuntas, o las introdujesen en la ciudad levantadas a lo menos del un extremo. En consecuencia de esta prevención, a qualquier conductor de maderas que no las introdujese por la ciudad en la forma dicha, se le exigirán dos pesos de multa en el mismo acto de encontrarle, o de ser aprehendido por cualquier Ministro de Justicia faltando a esta orden.
5. Los Alcaldes de barrio de esta capital, y los comisarios de vara de la Real Audiencia zelaran la observancia de los anteriores artículos, y en qualquiera de sus casos darán cuenta a los respectivos Gefes de quartel; por quienes se procederá sumarísimamente, comunicando el resultado a este Superior Gobierno para la aplicación de dichas multas, que se hara a beneficio de los mismos empedrados y denunciantes, en las partes que les corresponda.
6. En adelante ningún vecino podrá hacer poyos ni graderías que salgan a la calle publica excediendo de medio pie de vuelo, por ser contra lo prevenido en la ordenanza general de policía. Y en quanto á las que ya existen con este defecto, se tendrá entendido que ha de enmendarse precisamente, conforme se vayan componiendo los empedrados.
Por tanto para que llegue a noticia de todos mando se publique por bando fijando en los parajes acostumbrados y comunicándose en la forma ordinaria.
Aura Lila
Que curioso es usted de veras; por ser de importancia, tambien le sugiero lo siguiente que cabe sea mencionado:
Segun este «Bando» ordenado por la autoridad maxima de aquella «Capitania» rigente de la vida publica de todas las provincias de la region, hoy retrocedemos a esa epoca pues ya estamos viviendo regidos tambien, por los «Bandos» emitidos en el Cabildo Supremo e Iluminado de «El Carmen», el de hoy, «Bicefalo». Fijese usted, tambien en aquellos tiempos, robaban las tapas del alcantarillado?, en eso tambien, repetimos aquellos tiempos pero seria bueno nos hable un poco sobre «Cien anos de Soledad». Pareciera que Gabriel Garcia Marquez hubiese visualizado el vivir de nuestro pueblo hoy. Ah, me encanto eso de «sopa de pelos», frase suya durante la entrevista hecha por Jaime Arellano.
Saludos.