El Gran Hermano

En días recientes se desató en Uruguay una polémica porque el gobierno adquirió de manera secreta, en Brasil, una plataforma informática destinada a realizar escuchas telefónicas, tanto a celulares como a teléfonos ordinarios. El sistema permite también interceptar correos electrónicos y comunicaciones en redes. La información sobre la compra se filtró y las organizaciones de oposición han levantado un debate en torno al caso, cuestionando principalmente la manera clandestina en que se realizó la compra y sobre las garantías de los derechos de los ciudadanos uruguayos frente al uso del sistema de vigilancia.

Uruguay es reconocido como uno de los países de América Latina de más sólida institucionalidad democrática, de ahí la extrañeza que produzca un hecho como el descrito, más aún, cuando el mismo gobierno de Uruguay cuestionó crudamente la vigilancia que realiza Estados Unidos a sus ciudadanos, a gobiernos aliados y a ciudadanos de países, también aliados. Recordemos que este escándalo, que todavía sigue, explotó con las denuncias realizadas por el  agente Snowden, ahora asilado en Rusia.

¿Y qué tiene que ver esa historia, que acontece en Uruguay, con lo que pasa en Nicaragua?

Primero les daré a conocer algunas propiedades del sistema de espionaje.

Se llama Guardián WEB y es producido por la empresa brasileña Digitro, especializada en inteligencia y comunicaciones. El sistema realiza monitoreo de voces y datos, y ofrece tecnologías avanzadas de análisis de audio e identificación de hablantes. Lo que se ve en las películas. Que las máquinas captan e identifican las voces, independientemente del teléfono del que hablen. Permite además que 30 operadores de manera simultánea vigilen en tiempo real hasta 800 celulares y 200 teléfonos fijos. También puede interceptar correos electrónicos y monitorear redes sociales. No hay comunicación que pueda escaparse.

La plataforma informática puede archivar todas las llamadas y datos que son interceptados, al tiempo que los organiza, realiza cruzamientos y facilita la elaboración de informes de inteligencia. El sistema intercepta, graba, archiva, sistematiza y, finalmente, proporciona informes automatizados de inteligencia a partir de determinados parámetros.

En la página web de la empresa que ofrece el sistema se indica lo siguiente:  “El sistema posee herramientas avanzadas para un análisis de vínculos textuales, georreferenciados, estructurados y gráficos, permitiendo un análisis integrado de información al posibilitar el tratamiento de las intercepciones en un ambiente que integra grabaciones telefónicas, de radio y datos traficados en internet. Además de esto el programa pone a disposición módulos específicos para la creación de un banco de voces e identificación de hablantes para el análisis de audio utilizando tecnología keyword spotting”. ¿Qué les parece? Como en las películas.

Esta plataforma de vigilancia es también utilizada por el gobierno de Brasil.

El costo es aproximadamente de dos millones de dólares y tiene un mantenimiento técnico de 200 mil dólares anuales. Es decir, está al alcance de cualquier gobierno.

Ahora vienen algunas preguntas ingenuas:                                                                    

si eso ocurre en Uruguay ¿qué podríamos esperar, en Nicaragua, con un gobierno infectado de un afán delirante por controlarlo todo?

Si consideramos que el costo es relativamente barato, que el proveedor es una empresa privada y las buenas relaciones que existen con el gobierno de Brasil, la siguiente pregunta es ¿dispone ya el gobierno de Nicaragua de un aparato como el descrito?

Si así fuera ¿qué defensa tenemos los nicaragüenses para tutelar nuestros derechos constitucionales a la libertad, a la privacidad y a conocer la información de que las autoridades disponen sobre nosotros?

¿Será por esta razón que el gobierno, por medio de Telcor pretende controlar los sistemas informáticos de las empresas de telecomunicaciones?

Son preguntas resultado de la curiosidad. Pero sería bueno que tomen nota los cibernautas y los usuarios de celulares, correos electrónicos y redes sociales. Nada escapa al control del Gran Hermano.

Les dejo la información y las preguntas para que cada quien saque sus propias conclusiones.