Temas Sociales

Leer para vivir

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Leer para vivir es el lema con el que se celebra, hoy 23 de abril, el Día Internacional del Libro. Se celebra también, hoy, el Día Internacional del Idioma Español.

Con esto de que ahora hay un día para todo, estas conmemoraciones encierran el peligro de la banalización, convirtiendo las intenciones en fetiches y los contenidos en trivialidades. Pero la verdad es que, bien vistas, estas celebraciones tienen un sentido: propiciarla reflexión, el debate y la sensibilización, aunque sea por un día. De lo contrario, sería muy difícil concentrar energías y pensamiento en temas determinados, ante la marejada de asuntos que agobian en el mundo actual.

Pero hablemos del libro. El libro, cualquiera que sea su forma, en papiro, impreso, manuscrito o en tablets, es fuente de conocimiento, fuente de libertad y fuente de esparcimiento y enriquecimiento espiritual.

De conocimiento porque, ya lo sabemos, es el principal medio de transmisión de información, ideas y saberes. Se habla incluso de que estamos en la era del conocimiento. Sin conocimiento no hay progreso. Desde cómo cultivar cebollas o mejorar los rendimientos del maíz, hasta cómo reparar computadoras, vencer el insomnio o vender pantalones.

Es fuente de libertad porque nos permite abrir nuestra mente a nuevas ideas, expresar las nuestras, establecer contrastes, conocer otras culturas, historias propias y ajenas, y formar nuestra propia conciencia y nuestro quehacer respecto del mundo que nos envuelve.

Y también es fuente de esparcimiento y cultivo del espíritu con la poesía, la literatura, el teatro.

Pero el libro es un objeto sin vida para quien no sabe leer y un tormento para quien sólo aprendió a cancanear. De ahí que erradicar el analfabetismo es el paso indispensable para abrir mentes al mundo.

Por supuesto, no basta saber leer y escribir. El acceso a la educación primaria, técnica, secundaria y superior son derechos de cada persona, que posibilitan alcanzar condiciones de vida dignas, construir conciencia ciudadana y abrir ventanas al sano esparcimiento.

Y el libro, sin libertad, es un pájaro preso, que no vuela y su canto, es canto mutilado.

Celebremos pues el libro, pero exigiendo educación. Educación de calidad. Celebremos el libro, pero exigiendo libertad.

Hablemos ahora del idioma.

La mayor parte de las veces las comparaciones son odiosas, así que no pretendo comparar, solo contar a quienes tienen menor edad que yo. Cuando cursé mis estudios de primaria, recuerdo muy bien que todas las mañanas, la primera hora estaba dedicada a lectura. En el llamado libro de lectura. Lecturas diversas: historia, personajes, ciencia, geografía, literatura. Recuerdo en especial el libro que utilizábamos en quinto grado, Cultura y Espíritu. Extraño ese libro. También teníamos un cuaderno de caligrafía, para mejorar la letra. Dos veces por semana, dictado, para la ortografía. Todos los días clase de gramática. Un dolor de cabeza: las partes de la oración y las conjugaciones de los verbos. También teníamos, una vez a la semana, una clase que se llamaba composición, Había que escribir al menos una página sobre el tema que la maestra indicara. Lectura, gramática, composición, caligrafía, ortografía.

Quienes tuvieron el privilegio de recibir esa educación, seguramente fueron privilegiados después. Porque el conocimiento del idioma es instrumento imprescindible para acceder al conocimiento.

Leer para vivir es pues un buen lema. Porque el conocimiento es condición indispensable para prosperar en lo individual, en lo familiar y como nación.

Termino repitiendo lo que mencioné antes. Celebremos el libro, pero también exijamos educación de calidad. Celebremos el libro, pero también exijamos libertad.

  1. Nikarahuak Yacinto de La Roca

    Leer para vivir es el lema con el que se celebra, hoy 23 de abril, el Día Internacional del Libro. Se celebra también, hoy, el Día Internacional del Idioma Español.
    Bueno, la verdad es que en Nicaragua la gente piensa más en vivir que leer. O mejor dicho, la población piensa simplemente en cómo sobrevivir. Estoy de acuerdo contigo cuando dices que se le debe dar al pueblo la herramienta para aprender a leer y ensenarle también al mismo, el gusto de la lectura. Aquí esta lo esencial del asunto: Aprender a leer. Tenemos que sacar a Nicaragua del analfabetismo y en esto hasta los objetivos del actual desgobierno están de acuerdo. Pero lo que no hay que olvidar tampoco es la calidad de la educación en la lectura para que nuestras futuras generaciones lean con libre albedrio y puedan tener así acceso a otras ideas culturales “globales” y para que se consoliden así en su búsqueda individualista como ser humano.
    En esto estamos de acuerdo.

    Hay que alfabetizar al pueblo pero al mismo tiempo no hay que instrumentalizarlo en vista de una posible manipulación posterior. Por eso es indispensable que organismos internacionales como la UNESCO supervisen lo que se denomina alfabetización en Nicaragua. El objetivo es loable y no solamente obligación de cualquier gobierno dizque responsable. Pero lo que hay que evitar es que esta alfabetización sea lo más reducida posible ideológicamente y al contrario la misma debería de ser lo más globalmente posible. Entre más globalmente se le aprende a un pueblo a leer, mas este pueblo hará parte de lo que se denomina la “aldea global” de las sociedades de este planeta Tierra. Y será “casi” libre al nivel del pensamiento. Digo “casi” libre porque las fuerzas mundiales del Pensamiento Único que todavía gobiernan al mundo son presentes y fuertes todavía. Esperando la próxima transición que se avecina de un “mundo multipolar” en todo caso dado que la Republica de China no quiere asumir el rol predominante de Potencia Única Mundial tal como le ha gustado a algunos hasta la fecha. Por eso es que un pueblo libre en el caso de nuestro país al nivel de su pensamiento es un peligro para cualquier posible dictadura que se quiera instaurar en Nicaragua.
    Pero continuemos en la lógica educativa y de aprender a leer. Es importante que sepamos leer en nuestro país pero no solamente en español dado que tenemos etnias que tienen que aprender a leer en su lengua original. Me parece que este tipo de educación ya se realiza en sus lenguas nativas. Pero lo bonito y lo original de la historia seria que nuestras etnias autóctonas hablen sus lenguas autóctonas más la lengua nacional del país, en este caso el español con modismos nicaragüenses, sin ningún tipo de dominación manipuladora. Seria este aprendizaje con la óptica de solamente verse como un mas y no como un menos divisor de la sociedad.
    Es así que volvemos a lo mismo de siempre:
    Solamente la educación sacara nuestro país de la pobreza pues no se puede ser candidato a atraer la inversión al territorio nicaragüense sino se tiene el elemento técnico nacional que pueda administrar tales recursos externos. Mismo si os beneficios financieros saldrán más tarde o temprano del territorio nacional tal como ocurre en el sector turístico.
    Es así que en Nicaragua tenemos también que editar libros de cultura y de ciencia. Y no solamente libros que llevan un mensaje evangélico manipulador de las masas ignorantes y sin cultura global y verdadera.

    El día que le demos educación integral y verdadera a nuestro pueblo, nadie más podrá darle chicha por limonada. Mucho menos cualquier clan dominante transitorio y esporádico que no durara jamás miles de años…

  2. Un amigo que trabajo en bibliotecas en Nicaragüa me contó que los niños y niñas ahora no saben como manejar un libro. Me impresinó eso. Hay sus excepciones pero… bueno. Hay que leer con los hij@s desde chiqutit@s.

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