A la libertad por la Universidad es el lema que cobijó la lucha por la autonomía universitaria y que inspiró por décadas el desarrollo de nuestras universidades públicas.
Y no se trataba de un lema académico o circunscrito a la comunidad universitaria. Es un lema que fue abonado con sangre en la masacre estudiantil de 1959. Y que animó el quehacer y alimentó la proyección social, cultural, educativa y también política de nuestras universidades.
Bajo el liderazgo del maestro Mariano Fiallos Gil, http://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Fiallos_Gil toda una generación de jóvenes nutrió con vida, pensamiento y lucha, y también con brillantez, ese lema universitario. Los jóvenes de entonces, que formaron lo que se llamó la Generación de la Autonomía, constituyen una generación que, a medio siglo de distancia, espera todavía relevo en lucidez, en compromiso, en afirmación ética y en sentido de nación.
Y las universidades fueron en verdad espacios de libertad para estudiantes, profesores y también para la ciudadanía, sin distingos de condición social. Y fueron escuela, alegría juvenil, esperanzas de cambio y ventanas al futuro.
Curiosamente el somocismo respetó, en general, la autonomía universitaria y hasta le dio status legal a la asignación presupuestaria.
Lamentablemente, ahora, el lema se ha convertido en un rótulo enclenque, despintado e hipócrita.
Secuestradas por el régimen, las universidades públicas y su libertad, se han transformado en instrumentos al servicio de la intolerancia y el oscurantismo. Así, hemos visto que en unos casos han sido semilleros de fuerzas de choque, en otros, han servido para sofocar el pensamiento. El caso más triste es el de León, donde poco falta para ver arder las hogueras de libros atizadas por torquemadas redivivos.
Y también hay que decirlo, hasta la UCA, sin ser universidad pública, una parte de sus autoridades ha caído en el temor, la comodidad o la complacencia, para decirlo de manera amable.
Son varios los casos de intelectuales y ciudadanos nicaragüenses que han visto las puertas cerradas por la intolerancia y la insensatez. El último de ellos, lo hemos presenciado en el caso de Mónica Baltodano, que le fue cerrado el espacio para la presentación de un libro. Mónica, que fuera dirigente estudiantil y que en su trayectoria resume el perfil de la juventud que se formó en aquellas universidades.
¿Que daño puede hacer la presentación de un libro?
En un régimen democrático, ninguno. Al contrario, el libro es ejercicio de libertad.
Pero en un régimen dictatorial es una amenaza. Y en un régimen totalitario, que aspira a controlar el pensamiento de todos, el libro es un enemigo. Porque un libro expresa la capacidad de pensar que es, precisamente, lo que pretende aplastar el totalitarismo: la capacidad de pensar.
Uno de los desafíos que tenemos los nicaragüenses es devolver las universidades su esencia, su razón de ser, su alma. El pensamiento libre. La conciencia libre.
Debemos lograr que la frase A la Libertad por la Universidad se convierta nuevamente en fuente de inspiración, de lucha y de construcción de un nuevo país. El lema A la Libertad por la Universidad debe iluminar nuevamente senderos de pensamiento, acción y modernización social. Y de libertad.
german mayorga lopez
En los regimenes impopulares, dictaduras y totalitarismos un libro es un peligro, pues resulta mas facil matar un hombre que borrar una idea…
Sergio Molina
Don Enrique, es muy probable que la «Generación de la Autonomia Universitaria» todavía espere relevo. Es muy cierto que ninguna universidad debería de cerrar sus puertas a la presentación de un libro, cualquiera que sea su autor, ni los estudiantes agredir a nadie, con mucha mayor razón si son personas que dejaron huellas imborrables en las luchas estudiantiles contra la dictadura somocista, la cual, según usted, era hasta «respetuosa» de la autonomia, cosa que habría que preguntarle a familiares de Miguel Bonilla y tantas otras victimas. Pero esta situación no es nueva, Don Enrique, en los años setenta era muy dificil expresar en las universidades otro pensamiento político que no fuera el del FER de Dora María Tellez, Monica Baltodano, Victor Hugo Tinoco y muchos otros dirigentes que hoy son victimas del actural sectarismo universitario. Como que si fue ayer me recuerdo a los dirigentes de la Juventud Socialista ser casi linchados al tratar de expresar su pensamiento politico, dicho sea de paso, 100% anti somocista.
Ricardo Baltodano Marcenaro
Efectivamente el sectarismo ha sido promovido como un comportamiento politico cultura en la tradcion politica nicaraguense. El FER y sus planteamientos politicos lograron poco a poco hegemonizar la actividad politica interna en las universidades, comenzando en los 60 y consolidandose en los 70. Logró junto a otras fuerzas, los socialcritianos y democraticristianos, arrinconar al somocismo dentro de la propia Universidadd Nacional, un lugar donde desde 1959, después de la Masacre Estudiantil del 23 de julio, el propio somocismo, que estaba en el poder dictatorial, no podìa moverse ampliamente, era en cierta medida oposición a lo interno de las universidades, la comunidad universitaria por un un amplísimo consenso lo rechazaba. Luego esta hegemonía, se convirtió en posiciones sectarias e intolerantes con los opositores. Sabían ustedes, que cuando el FSLN se dividió en la UNAN León, los estudiantes revolucionarios de la Tendencia Proletaria, fuero presionados y en algunos casos «empujados», a moverse en otros sectores. Pero esto no justifica la intolerancia, de antes, ni de ahora. Ella esta a flor de piel y los gobernantes actuales, la usan maquiavélicamente.
Ricardo Baltodano M.
Fra
Enrique, en aquellos tiempos los mejores alumnos de la universidad, presidian el CUUN, eran mentes brillantes de chavalos que buscaban esa libertad de pensamiento y accion. ahora es al reves el dirigente universitario es el mas revoltoso, el mas tapudo, sus notas en los estudios no tienen importancia, es por ello que hemos caido hasta bien bajo, en este sentido, ahora las clases no sirven, los profesores y docentes han perdido toda credibilidad, solo les importa no tener problemas con la direccion del centro y recibir su salario. Hemos perdido totalmente la autonomia universitaria, la juventud esta prostituida pues sus mentores los utilizan para todo, menos para aprender del estudio.