En los tiempos de esplendor de la Jamahiriya Libia Popular Socialista, más simplemente Libia, como símbolo de las excelentes relaciones que sostenía el coronel Khadafi con el gobierno revolucionario nicaragüense, se estableció en Managua una Embajada, en un edificio formidable, ubicado en las cercanías de las instalaciones centrales del ejército.
El edificio de la Embajada, protegido de punta a punta por altas murallas, abarca casi media manzana, en el reparto Bolonia. Desde afuera se alcanza a ver la elegancia de las construcciones internas.
A pesar de la caída del gobierno de Khadafi, hay actividad en el edificio que albergaba la Embajada. Vehículos estacionados, gente que entra y sale, un contingente de guardas privados. Hasta vehículos con placas diplomáticas se pueden observar con frecuencia. La pregunta del millón es ¿quién ocupa ahora el edificio? Además, un inmueble tan valioso, ¿a quién le quedó en propiedad?
Desde afuera también se observan unas gigantescas antenas de telecomunicaciones, evidencia de la opulencia de otros tiempos. Tiempos en que de un plumazo Khadafi otorgó un préstamo, en efectivo, de cien millones de dólares para aliviar en parte los agobios económicos del gobierno revolucionario. Cien millones de dólares de aquel tiempo equivalen a varios centenares de millones de dólares de hoy.
Como parte de esas excelentes relaciones, se establecieron también proyectos y coinversiones. Una de las empresas que se estableció con grandes metas y esperanzas se llamó ANILIB, Asociación Nicaragüense-Libia, con el propósito de ejecutar inversiones y emprendimientos conjuntos.
Con el derrocamiento del gobierno de Khadafi sería muy útil saber en qué quedaron esas inversiones.
La oficina donde estaba la sede de la empresa sigue ahí. Y se ve que también hay movimiento, aunque poco. El viejo rótulo “ANILIB”, ya no está. Sólo quedan las señales de dónde fue arrancado.
Aquí viene la otra pregunta. ¿Qué pasó con ANILIB? ¿a quién quedaron las propiedades de la empresa libio-nicaragüense?
Y esta pregunta no es simple curiosidad. Ahora que tenemos Alba-Alimentos, Alba Caruna, Alba forestal, alba arroz, alba frijoles y todos los albas habidos y por haber, como resultado de las relaciones de cooperación con Venezuela, conocer qué pasó con ANILIB y quiénes se quedaron con sus restos nos ofrecería una buena pista y un buen anticipo sobre quiénes se quedarán con el pastel de las Alba empresas, una vez que el actual gobierno de Venezuela deje el poder.
Seguramente los lectores más avispados ya tienen la respuesta. Por mi parte, me quedo con la curiosidad ¿Quiénes ocupan el edificio de la que fuera Embajada? ¿de quién es ahora ese edificio? ¿qué pasó con ANILIB? ¿a quién le quedaron las propiedades de esa empresa?.
Israel López ESTE
CON TODO EL DINERO ACUMULADO POR EL ORTEGUISMO DESDE EL 79 PARA ACA PASANDO POR LA PIÑATA EL DINERO DEL NARCOTRAFICO EL DINERO PROVENIENTE DE VENEZUELA Y TODOS SUS ALBAS ESTE HOMBRE PUEDE SER UNO DELOS MAS RICOS DE AMERICA LATINA COMO LO ERA SOMOZA SINEMBARGO ESTE CAYO TODO ES CUESTION DE TIEMPO.