Temas Sociales

Mujeres: Nos tienen miedo porque no tenemos miedo

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Asistí hoy a la marcha que promovieron varias organizaciones y movimientos de mujeres de nuestro país. Es la marcha más numerosa que he visto en los últimos años, realizada al margen de los recursos del oficialismo orteguista. Cuando vean las fotos en los diarios y las tomas de televisión van a poder comprobar que fue una marcha que colmó varias cuadras en la principal arteria de Managua, la carretera a Masaya.

Destaco esta marcha por varias razones. La primera, porque hoy 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, que se dedica este año al tema de la lucha en contra de la violencia hacia las mujeres.

Es un tema que debe convocar las voluntades de toda nuestra sociedad, ya que se trata de un flagelo que debemos erradicar de raíz. Y la raíz está en esos patrones de conducta machista que todavía prevalecen entre nosotros. Un flagelo que ocasiona sufrimiento, opresión y luto. Que se nutre de la desigualdad entre hombres y mujeres. Que se reproduce en el atraso. Y que se ensaña en la parte más vulnerable, comenzando por las niñas.

Y aquí debemos asumir nuestra propia responsabilidad, como hombres. Porque hombres son quienes, cuando se trata de violencia física, empuñan el cuchillo, el garrote o la piedra. Son hombres quienes estrellan sus puños en rostros y cuerpos más débiles. Son hombres también quienes utilizan la violencia, la intimidación o su poder para avasallar o anular la voluntad de sus víctimas, cuando se trata de violencia sexual. Hombres son, aunque sea de nombre.

A propósito de violencia, es un buen momento para recordar el escarnio a que fueron sometidas un grupo de mujeres de Nueva Guinea, luego de ser detenidas por la policía durante las protestas por el fraude electoral cometido en las elecciones municipales en ese municipio. Ellas denunciaron públicamente que fueron obligadas a desnudarse, para ser sometidas después a tratos infamantes por la propia policía nacional. Hasta ahora, ninguna autoridad ha dicho esta boca es mía sobre esa denuncia. ¿Hay una investigación en curso? Si la hay ¿cuándo podrán conocerse los resultados? ¿qué responde la fiscalía sobre esta denuncia?

En especial, tienen la palabra los mandos de la policía nacional que están a cargo de mujeres.

Volvamos a la marcha.

Lo segundo que me llamó la atención fue la concertación de voluntades. A pesar de que existen diversas organizaciones y movimientos de mujeres, con sus propias concepciones e identidades, todas convocaron, todas estuvieron representadas y todas marcharon enarbolando sus banderas, sus pancartas, sus consignas, en un ambiente de armonía, alegría y confraternidad.

Todos los lemas y consignas con un denominador común: el reclamo de igualdad y el respeto a los derechos de las mujeres.

O sea que sí es posible en la Nicaragua de hoy articular esfuerzos de cara a la acción, cuando se tiene un propósito compartido. Es una buena lección para la lucha política en favor de la democracia.

Un tercer aspecto de interés fue la presencia de mujeres de toda condición,  mayores edad, a paso sostenido; un poco más mayores, apurando con dificultad su paso; y jóvenes, al salto y baile.

Una nota especial merece la presencia juvenil. Y en este caso debo destacar la nutrida presencia de jóvenes varones, acompañando las reivindicaciones y demandas de las mujeres. Esperanzadora esa presencia porque esta lucha requiere mucha energía y tenacidad. Y también, requisito indispensable,  ser acompañada por la otra parte, los varones.

Vayan pues nuestras felicitaciones a las promotoras de la marcha. Y vayan también nuestras felicitaciones a todas las mujeres de nuestro país que día a día, noche a noche, dedican empeño, desvelo y sacrificio, para sacar adelante a sus hijos, a sus hijas, a sus hogares y a sus familias. Sobre todo, vaya la reiteración de mi compromiso de acompañarlas en su lucha por sus derechos a la igualdad, a su integridad y a las oportunidades de desarrollar plenamente sus capacidades.

  1. Julio Dedorc

    La violencia contra la mujer no se reduce a la violencia física. Hay violencia verbal, hay menosprecio, hay infidelidad reiterada y aplaudida (¡ese es mi macho!). Hay violencia cuando el «hombre» se pasa buena parte del salario por el gaznate y llega ebrio exigiendo comida y sexo, aunque no golpee a su mujer. Hay violencia, y muy solapada, cuando el hombre le deja toda la carga del trabajo hogareño a la mujer: ella cocina, lava, plancha, cose, limpia, corrige tareas mientras el hombre ¡ve televisión y llora porque perdió el Barza o el Real Madrid!
    Hay mucho que hacer, diputado. Mucho que hacer y muchos valores que rescatar, pero más que nada INCORPORAR en la vida del hombre para que la mujer tenga una vida plena con hombres de verdad.

  2. Julio Dedorc

    La violencia contra la mujer no se reduce a la violencia física. Hay violencia verbal, hay menosprecio, hay infidelidad reiterada y aplaudida (¡ese es mi macho!). Hay violencia cuando el «hombre» se pasa buena parte del salario por el gaznate y llega ebrio exigiendo comida y sexo, aunque no golpee a su mujer. Hay violencia, y muy solapada, cuando el hombre le deja toda la carga del trabajo hogareño a la mujer: ella cocina, lava, plancha, cose, limpia, corrige tareas mientras el hombre ¡ve televisión y llora porque perdió el Barza o el Real Madrid!
    Hay mucho que hacer, diputado. Mucho que hacer y muchos valores que rescatar, pero más que nada INCORPORAR en la vida del hombre para que la mujer tenga una vida plena con hombres de verdad.

  3. violeta cerrato

    cuando los hombres se obstinan en los cargos vitalicios…..digamos los padres de la patria y no apoyan el liderazgo de mujeres que se las han jugado de verdad, eso es taambien machismo en su mas alta expresión.DIFICILMENTE van a renunciar a los privilegios que sae otorgan en el patriarcado que es lo que sustenta la cultura machista, así que somos las mujeres las que nos tenemos que educar y desmontar esquemas con mayor vehemencia cada día, buscando mas realizaciones y sentirnos completas sin o con la compañia de un hombre.

  4. violeta cerrato

    cuando los hombres se obstinan en los cargos vitalicios…..digamos los padres de la patria y no apoyan el liderazgo de mujeres que se las han jugado de verdad, eso es taambien machismo en su mas alta expresión.DIFICILMENTE van a renunciar a los privilegios que sae otorgan en el patriarcado que es lo que sustenta la cultura machista, así que somos las mujeres las que nos tenemos que educar y desmontar esquemas con mayor vehemencia cada día, buscando mas realizaciones y sentirnos completas sin o con la compañia de un hombre.

  5. Luis Sequeira Espinosa

    Enrique. A mis cincuenta y siete años, he aprehendido que entre el género (masculisno o femenino) somos iguales. (las mujeres y los hombres). Si es asunto de competencia: las mujeres conciben, nostros, engendramos. EN eses aspecto, estamos empatados. Hay una cosa en donde no podemos competir (nosotros, los de género masculino): NO PARIMOS Y NO AMAMAMTAMOS. En eso, si fuese competencia, perdimos. Pero, entonces, deberíamos felicitar a las MADRES.
    VIVAN LA MUJERES, PERO SOLO POR ESO.

  6. Luis Sequeira Espinosa

    Enrique. A mis cincuenta y siete años, he aprehendido que entre el género (masculisno o femenino) somos iguales. (las mujeres y los hombres). Si es asunto de competencia: las mujeres conciben, nostros, engendramos. EN eses aspecto, estamos empatados. Hay una cosa en donde no podemos competir (nosotros, los de género masculino): NO PARIMOS Y NO AMAMAMTAMOS. En eso, si fuese competencia, perdimos. Pero, entonces, deberíamos felicitar a las MADRES.
    VIVAN LA MUJERES, PERO SOLO POR ESO.

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