Artículos, Política y Realidades nacionales

Retrato de cuerpo entero del régimen de Ortega

Hay varios hechos, concurrentes al 19 de julio, que no podemos pasar por alto porque muestran de cuerpo entero la naturaleza maligna del régimen encabezado por Daniel Ortega.

Primero, el cobarde asesinato del ciudadano Jorge Luis Rugama, en el municipio La Trinidad, en Estelí. Rugama fue asesinado frente a su casa, frente a su madre, por el simple hecho de gritar la frase Viva Nicaragua Libre. Con toda seguridad, nuestro país es el único en el mundo donde enarbolar la bandera nacional es un acto perseguido como delito capital y donde gritar Viva Nicaragua Libre se castiga con la muerte.

Pero esta vez no se trató de la policía, ni de las bandas paramilitares, sino que el autor del asesinato fue un empleado civil de la alcaldía de Estelí. No disparó al aire, para asustar; no disparó a los pies, para provocar un daño, pero sin matar. No. El asesino disparó a la cabeza. Disparó a matar. Disparó a quemarropa a una persona desarmada. Indefensa.

¿Por qué este sujeto se atrevió a cometer este cobarde asesinato?

Porque se siente protegido por el manto de la impunidad. Sabe de cuántos atropellos y crímenes han quedado sin que siquiera se investiguen los delitos, menos que se señale o enjuicie a los autores. Sabe que en los pocos casos en que por tratarse de delitos flagrantes han tenido que ser capturar a los hechores, rápidamente recuperan la libertad y son exonerados de responsabilidad. La impunidad y la soberbia que destila la mafia gobernante se contagia a sus seguidores más fanáticos.

Sin embargo, no paró ahí la cosa. Con el sadismo que caracteriza al régimen es natural que la población señale a las turbas fanáticas por el incendio que destruyó la casa de familiares del occiso, precisamente cuando la familia participaba en el sepelio. Los bomberos no se aparecieron.

El otro hecho ocurrió con un militante sandinista que muy fachento participaba del acto oficial del régimen. Mientras afanoso transmitía alabanzas al dictador, lo denunciaron como sospechoso, lo capturaron y lo vapulearon en el mismo en el acto. De milagro está vivo.

A propósito ¿Por qué apareció Ortega flanqueado por el jefe del ejército y por el jefe de la policía, ambos sancionados por la administración norteamericana por señalamientos de ser responsables de violaciones a los derechos humanos del pueblo nicaragüense?

Finalmente están los centenares de nicaragüenses varados en la frontera de Peñas Blancas pasando todo tipo de penurias. Todos los gobiernos se han esforzado por facilitar el retorno de sus nacionales porque es una obligación elemental proteger a sus ciudadanos. En nuestro caso, los consulados y embajadas no han movido un dedo, más bien han respondido con desprecio a las peticiones de nuestros compatriotas, por supuesto que acatando instrucciones del mandamás. Y todavía tuvo la desfachatez de decir en su discurso que estaban retornando de manera ordenada, mientras cualquiera puede ver en las redes la proliferación de videos que reflejan las penurias que están pasando en distintos países. En otras palabras, un régimen inmisericorde, incapaz de condolerse de los nicaragüenses que padecen más allá de nuestras fronteras.

Por supuesto, no podemos dejar de repetir, la aberración que aconteció en el acto oficial del régimen. Ni siquiera a García Márquez, en su frondosa imaginación, se le hubiera ocurrido algo semejante. Que, frente a la antigua catedral de nuestra capital, en lo que podríamos llamar el centro histórico de Managua, se llevara a cabo un acto oficial presidido por el símbolo de la iglesia de Satanás. Tan increíble es el despropósito que, para quienes tengan dudas, les invito a buscar en internet, introducir la frase “iglesia de satán” y allí encontrarán el símbolo diabólico que engalanó el acto. Y si buscan la palabra satanismo pues allí encontrarán la adoración que profesan a Lucifer.

Se trata de un acto que debe provocar el repudio de todos los cristianos, independientemente de si son católicos, evangélicos o de otras confesiones religiosas, por cuando profana uno de los sentimientos más íntimos del pueblo nicaragüense. Si quedan todavía creyentes cristianos entre los seguidores de Ortega, también deben sentirse lastimados en sus fibras más sensibles.

El título de este artículo este artículo es «Retrato de cuerpo entero del régimen de Ortega».  ¿Cuáles son los rasgos resaltantes del retrato?

Crimen. Impunidad. Ensañamiento. Descaro. Profanación de los sentimientos religiosos del pueblo. En pocas palabras: Es el retrato de un régimen satánico.

  1. Alfonso Castellón Ayón

    Definitivamente es un excelente artículo de opinión con un título sugestivo y realista ….dejar de poner el dedo en la llaga sería preferible de no haber tanto asesinato de por medio. Estamos obligados a No olvidar, ni perdonar..Excelente Enrique!!

  2. Frank Davila

    NO PODRIA SER MAS ACERTADO EL COMENTARIO DE ENRIQUE SAENZ A PROPOSITO DEL SATANISMO DE LA PAREJA PRESIDENCIAL ASESINA CORRUPTA TERRORISTA DELINCUENCIAL ORTEGAMURILLO

Dejar una respuesta