Después de la trama diversionista de Ortega -que montó una disputa con Costa Rica, por el tránsito de carga en la frontera-, la más reciente maquinación del régimen es la publicación de algo que llaman “libro blanco” sobre el COVID 19.En otras oportunidades hemos mencionado que no podemos menospreciar la capacidad de maniobra de la camarilla en el poder. Están activos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, fraguando maldades, conjuras y confabulaciones. No podemos dormirnos en nuestros laureles.
El documento en cuestión, de 70 páginas, es una hilvanada ristra de falsedades, mezcladas con exageraciones, medias verdades y tergiversaciones. Está destinado principalmente a espacios internacionales, tanto parlamentos como organizaciones internacionales, gobiernos, partidos y medios de comunicación aliados. Tiene el propósito de confundir a sectores poco informados sobre Nicaragua o agobiados por las urgencias que en sus países provoca la pandemia. Es desagradable reconocerlo, pero es un documento que, en manos, por ejemplo, de partidos aliados del régimen a nivel internacional, o diputados de izquierda, por ejemplo, en el parlamento europeo, se convierten en formidables armas de propaganda que estos sectores son muy diestros en utilizar. Igual, en manos de la burocracia internacional que guarda afinidades con el régimen.
Entre otras barbaridades, los charlatanes se comparan con el modelo utilizado por Suecia para enfrentar la pandemia. Un país que tiene uno de los sistemas de salud más desarrollados del mundo. Además, declaran irresponsablemente que en Nicaragua la pandemia está ”bajo control”, gracias al extraordinario sistema de salud y a las medidas que han adoptado.
No tienen ningún empacho en afirmar que son víctimas de una campaña de descrédito, como parte de maniobras imperialistas y golpistas. Imagínense: los más falaces en miles de kilómetros a la redonda, los especialistas en falsificar la verdad, tienen la desfachatez de afirmar que son víctimas de una campaña de mentiras.
Pero no podemos subestimarlos. Como el documento está destinado a circular en medios oficiales internacionales, existe el riesgo de que algunos organismos los recojan y reflejen en sus propios informes. Y no nos extrañemos que algunos los tomen como base para tomar decisiones de ayuda. Para no ir muy lejos, solo citemos los casos de los informes del SICA, el sistema de información centroamericana, y del Fondo Monetario Internacional. Este último organismo, tan riguroso en sus publicaciones, refleja en su página oficial los informes que le envía el régimen.
Por estas razones es imperativo que organizaciones especializadas de la sociedad civil, médicos, científicos y otros profesionales, preparen un documento que podría llamarse “Libro de la verdad sobre el COVID en Nicaragua”, donde se desmantelen todas las falsedades del llamado libro blanco. Un documento debidamente sustentado, que se haga circular en embajadas, gobiernos, parlamentos, organizaciones internacionales, medios de comunicación internacionales, a fin de contrarrestar y abortar esta macabra maniobra del régimen.
En este marco, consideramos un excelente punto de partida el comunicado emitido por 34 asociaciones médicas, de todas las especialidades: psiquiatras, dermatólogos, odontólogos, internistas, gastroenterólogos, neurólogos, intensivistas, neumólogos, oncólogos, en fin…
Es fundamental que todos conozcamos y divulguemos este posicionamiento porque va en beneficio de la nación. Veamos algunos planteamientos de los profesionales de la salud:
Colapso del sistema de salud “Como se había advertido por los Centros Internacionales para el control de enfermedades y por distintos especialistas médicos y epidemiólogos nacionales, el aumento exponencial de casos de COVID-19 ha provocado un colapso en el sistema de salud pública y privada de Nicaragua: hospitales saturados, falta de camas, falta de medicinas y de productos tan esenciales como el oxígeno se suman al hecho de que decenas de médicos y trabajadores de la salud se estén contagiando por COVID 19, con un saldo de un número importante de Médicos, enfermeras y técnicos fallecidos…”
Estamos en fase de transmisión comunitaria “Nicaragua se encuentra actualmente en la fase de expansión acelerada y transmisión comunitaria, la cual continuará agravándose con mayor pérdida de vidas si de parte de las autoridades correspondientes se continúa negando la situación y no se toman con urgencia medidas de lucha anti epidémicas y a gran escala para intentar contener el avance de la pandemia…Al día de hoy todos somos focos potenciales de contagio y transmisión de la enfermedad…”
Es urgente una cuarentena nacional voluntaria “Con la autoridad moral, académica y laboral que como médicos nos confiere el hecho de estar en la primera línea de atención en esta dramática crisis sanitaria, las Asociaciones Médicas de Nicaragua llamamos al pueblo a iniciar con urgencia una CUARENTENA NACIONAL de forma voluntaria, que ayude a reducir el impacto de esta enfermedad con la reducción del Contagio, transmisión y muertes entre la población. Esta CUARENTENA NACIONAL consiste en permanecer en casa por al menos 3-4 semanas, realizar compras de alimentos una vez por semana, garantizando el distanciamiento de al menos 1.5 metros de persona a persona, el uso de mascarillas y caretas faciales o pantalla protectora fuera de casa, y el constante lavado de manos.”
Si queremos sobrevivir, nosotros y nuestras familias, es urgente que acatemos las recomendaciones de quienes más autoridad tienen en esta materia: las asociaciones médicas.
Salvador Enrique Betancourth Icaza
Excelente análisis
Don Enrique,, lo felicito ..