Zimbaue es un país situado al sur del continente africano. La casi totalidad de su población es de raza negra. Su territorio fue durante un tiempo colonia británica. Por iniciativa de la minoría blanca que ejercía el control del país, se independizó de Gran Bretaña con el nombre de Rhodesia del Sur. La minoría blanca instauró oficialmente un régimen de apartheid, esto es, de feroz discriminación racial hacia la mayoría de la población.
Al impulso de los denominados movimientos de liberación nacional que en la década del setenta proliferaron en distintas partes del mundo, se organizó un movimiento guerrillero con el nombre de Unión Nacional Africana de Zimbaue, para luchar en contra del gobierno opresor de supremacía blanca. Después de años de enfrentamiento el desenlace fue por la vía de una negociación que posibilitó la realización de elecciones.
La Unión Nacional Africana ganó las elecciones, asumieron el gobierno e instalaron un modelo de inspiración socialista. También se bautizó al país con el nombre de Zimbaue. A la cabeza de los revolucionarios estaba Robert Mugabe, quien había sufrido prisión y exilio. Aclamado como héroe y libertador, Mugabe fue electo primer ministro en 1980.
Gradualmente, Mugabe y su organización política impusieron un régimen opresivo y se instalaron en el poder combinando represión y fraudes electorales, con el respaldo de las fuerzas armadas.
Después de un período de avances económicos, el país entró en declive principalmente a causa de las confiscaciones de propiedades y el reparto del botín entre la familia de Mugabe y sus allegados. Y Zimbaue pasó de ser el granero de su región, pues exportaba alimentos y cereales a los países vecinos, a padecer hambre, enfermedades y pobreza creciente.
Una hiperinflación galopante y una economía trastornada llevó incluso a emitir billetes por denominaciones de millones en la moneda local, billetes que rápidamente perdían valor. Las remesas familiares son uno de los soportes de la precaria economía.
La eliminación de opositores, dentro de su partido y fuera de su partido, la utilización de fuerzas de choque, violaciones a los derechos humanos y fraudes electorales consecutivos, posibilitaron que Robert Mugabe se reeligiera más de seis veces, a tal punto que es reconocido como el gobernante vivo que más tiempo permaneció al frente de un país, nada menos que 37 años. En Zimbaue solo participan los partidos que le hacen juego al régimen porque los verdaderos opositores son perseguidos. Para variar, la oposición se encuentra fragmentada.
Pero Mugabe, nacido en 1924, como todo ser humano, no pudo evitar los estragos de la vejez. Arribó a los 93 años.
Aunque su esposa declaró que Mugabe llegaría los cien años y seguiría gobernando, y que ganaría elecciones aún después de muerto, las disputas por la sucesión comenzaron a caldearse.
¿A quién designó Mugabe para que lo sucediera en el poder?
Por supuesto que a su esposa, Grace Mugabe, quien gradualmente había asumido un papel dominante en el gobierno, separando a representantes de la vieja guardia del partido oficial y colocando a una nueva generación de jóvenes fieles a ella. El despilfarro, las fiestas extravagantes y la corrupción han acompañado la gestión de la señora Mugabe. Haciendas, propiedades mansiones. Gucci Grace es el sobrenombre que la gente le atribuye por su adicción a las modas más refinadas.
El conflicto agarró fuego la semana pasada cuando destituyeron al vicepresidente, reconocido como el número dos del régimen, quien fue obligado a huir del país. Siguió una ola de destituciones y persecuciones a los infieles. Sin embargo, la contienda conflicto sacudió otros estamentos de poder y desembocó en la intervención del ejército.
Después de confusos incidentes, los generales sacaron los tanques a la calle y asumieron el control, apresaron a algunos jerarcas acusándolos de corruptos y criminales, además decretaron arresto domiciliario a Robert Mugabe y su familia.
La situación es confusa y el desenlace incierto. Lo que resulta evidente es que asistimos a la fase final de la era de Mugabe.
Mugabe pasó de liberador a opresor de su pueblo, de luchador por la libertad a tirano corrupto, que hundió a su gente en la pobreza mientras él y su esposa se enriquecieron de la manera más burda. Los hundió en la miseria motivado por el egoísmo y la avaricia, tras traicionar los ideales que lo condujeron a la política, como tantos a lo largo de la historia humana.
La historia de las dictaduras se repite una y otra vez. Más tarde o más temprano todo régimen dictatorial termina por caer. Su desplome, normalmente, es traumático y violento, usualmente arrastra muerte, inestabilidad y perjuicios económicos y sociales.
Pero los dictadores no escarmientan en cabeza ajena. Piensan que a ellos nunca les va a pasar.
¿Y qué tiene que ver con nuestro país este relato sobre Zimbaue y la crisis del régimen de Mugabe?
Las semejanzas y las enseñanzas saltan a la vista.
Al buen entendedor, por señas.
Heliodoro Me ntes
Lo mismo pasarle a dictador Ortega, con Luciano Camila, Chayo, Laureano, que no darse cuenta del mismo juego, qué hay un momento que ya no hay banca!!
rigoberto artola
Enrique Yo creo que me estas hablando de Daniel Ortega su esposa y su familia y los allegados a el, lo Unico que los Generales fueron mas Comprometido con la patria en Zimbawe que en nuestra Nicaragua.