Política y Realidades nacionales

Frankenstein

Los acontecimientos en nuestro país a veces transcurren con tal celeridad que resulta difícil colocarlos en su justa dimensión y visualizarlos en una perspectiva de conjunto. Es preciso entonces hacer un alto para retenerlos, porque -ese es otro problema- la veloz sucesión de un asunto a otro, provoca que algunos pasen desapercibidos o rápidamente se borren de la memoria.

Haremos entonces un ejercicio por rescatar un conjunto de acontecimientos recientes, de distinta naturaleza y dimensión, pero que, al enlazarlos, nos permiten apreciar un cuadro coherente. Y percibir la maligna silueta del régimen.

El Consejo Permanente de la OEA resolvió convocar a su instancia política de mayor nivel, que es la reunión de cancilleres, para abordar la crisis venezolana. Esta decisión se adoptó por mayoría de votos, con un solo voto en contra. ¿Cuál fue ese voto? El voto en contra del representante del régimen de Ortega. Esta decisión solitaria es evidencia del aislamiento en que se encuentra el régimen de Maduro, y a la vez, el aislamiento en que se encuentra el régimen de Ortega. Veremos qué ocurre en la reunión de cancilleres. Aunque, estemos claros, el destino del pueblo venezolano al final lo decidirá la fuerza de su resistencia a la opresión. Y triunfarán. Más temprano o más tarde. Por hoy lo que queda claro es el aislamiento de las dos mafias gobernantes.

Otro hecho a anotar es la protesta que realizó un nutrido grupo de comerciantes del mercado de Masaya. No los pudieron detener y llegaron hasta la capital. Apareció como negociador el Secretario General de la Alcaldía de Managua, sin tener institucionalmente arte ni parte en el asunto. Al final los comerciantes lograron el compromiso de una solución. ¿Qué revela este hecho? Ya lo sabíamos pero es importante reafirmarlo. Al régimen le tiene sin cuidado la autonomía municipal y las instituciones competentes en materia de municipios. Y esto que acaban de convocar a un supuesto proceso electoral municipal.

Sigamos con otro hecho. El monarca resolvió desplazarse a Niquinohomo para presidir un acto de profanación a la memoria de Sandino. El vendepatria que no tuvo escrúpulos en hipotecar al país por cien años, le rindió homenaje al patriota que fue a la lucha en defensa de la soberanía nacional. (A propósito, hace años que no se aparece Wang Jing por estos lados. ¿Qué pasará?). Pero bien, a lo que queríamos referirnos es que la ruta del monarca, de más de 30 kilómetros, fue tomada militarmente, y colapsó la principal vía de Managua ocasionando perjuicio y malestar en miles y miles. Aquí se juntan varias consideraciones: ¿A qué le teme el monarca para utilizar un despliegue paranoico que ni Somoza llegó a utilizar? Si no estamos en guerra y si vivimos en el país más seguro de Centroamérica ¿A cuenta de qué tanto derroche? Por último, pero seguramente lo más importante, nos topamos con la actitud despótica de quien se cree que todo lo puede, como si el país fuera su finca y los ciudadanos sus súbditos.
Sigamos con otro acontecimiento. En una escena inesperada, un representante del Fondo Monetario Internacional declara que el INSS apuradamente tendrá recursos para afrontar sus obligaciones hasta el año 2019. Un asesor presidencial se va de la boca y afirma que el gobierno se propone elevar la edad de jubilación. La noticia ocasiona conmoción y rechazo en el país y los voceros oficiales intentan apaciguar la marejada afirmando que no se elevarán ni las semanas cotizadas ni la edad de jubilación. Dijeron lo que no harán. Pero no dijeron lo que harían. Y ya lo comenzaron a hacer. Empezaron por reducir los medicamentos y las atenciones de salud a los asegurados, principalmente a pensionados y pacientes con enfermedades crónicas. Esta medida es el retrato fiel de un régimen tramposo y despiadado.

Finalmente anotamos un acontecimiento de cierre. El congreso de Estados Unidos aprobó una ley que autoriza al ejecutivo de ese país a imponer sanciones a los gobiernos que otorgaron reconocimiento diplomático a dos remotas regiones, de una remota nación situada en uno de los rincones de Europa. Las regiones son Osetia y Abjasia. Y el Estado se llama Georgia, que en otro tiempo formó parte de la Unión Soviética. Para congraciarse con Puttin, Ortega reconoció hace algunos años a estas dos provincias. Solo cuatro países en el mundo reconocieron el acto imperial del monarca ruso. Las sanciones incluyen una disposición semejante al proyecto de Nica Act, esto es, que los representantes del gobierno norteamericano están obligados a oponerse a los créditos que otorgan las instituciones financieras internacionales. Ortega nos metió otra vez en las patas de los caballos.

Estos hechos nos exhiben de cuerpo entero a un gobierno que no respeta la ley ni las instituciones, que se encuentra internacionalmente aislado, que adopta medidas irresponsables que ya nos metieron entre las patas de los caballos y que además no tiene escrúpulos ni humanidad para cortar medicamentos a quienes más los necesitan. Y que han pagado o pagan por ellos.

Ese es la silueta del régimen que retratan los hechos recientes. Una silueta que cada vez se asemeja más al espectro maléfico de Frankenstein.

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