Las opiniones y polémicas que desató la aprobación por parte de la cámara de representantes del congreso norteamericano del proyecto de ley denominado NICA ACT, se concentraron principalmente en dos aspectos: la amenaza de sanciones con los créditos al gobierno de Ortega provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial, y la exigencia de restablecer la democracia en nuestro país.
Pero hay dos aspectos que no han sido suficientemente explicados.
De un lado está el tema de la corrupción. En efecto, uno de los contenidos sustantivos de la ley es la elaboración y publicación por parte del gobierno de Estados Unidos de una lista de los corruptos de la camarilla gobernante. Recordemos que el reporte de Transparencia Internacional correspondiente al 2015 coloca al gobierno de Ortega como el más corrupto de Centroamérica. Y que el 85% de los empresarios nicaragüenses opina que la corrupción gubernamental es el principal obstáculo al ambiente de negocios en el país.
De otro lado está el impacto económico proveniente del denominado riesgo país, que es una expresión que a veces se repite pero no siempre se conoce su significación. Es importante entonces que conozcamos en qué consiste este concepto y cuáles son sus implicaciones. Porque de aquí en adelante no solamente será la amenaza de la NICA ACT lo que incidirá en el riesgo país, sino también el deterioro económico y político del régimen y su imagen internacional, que rodó por los suelos.
Veamos pues qué es el riesgo país y qué implicaciones tiene para la economía nacional.
Imagínese que usted es un inversionista o un prestamista. Si usted va a realizar una inversión o si va a conceder un préstamo a alguien, usualmente tiene que considerar dos factores: la capacidad de pago del receptor del crédito, esto es, la posibilidad de recuperar su dinero, y la rentabilidad que obtendrá por esa operación.
Pues esto mismo ocurre a nivel internacional. Un inversionista debe considerar ante todo la seguridad de su inversión, es decir, la seguridad de recuperar el capital invertido. Y a la par, su rentabilidad. Esto es, el margen de utilidades que va a obtener.
Si un inversionista tiene la oportunidad de escoger entre dos o más países obviamente escogerá aquel país que le ofrezca mayor seguridad y mayor margen de rentabilidad.
Esta es la base para comprender el riesgo país. El riesgo país entonces mide la capacidad de pago de un gobierno, de una empresa o de un banco, teniendo en cuenta las previsiones sobre diversos indicadores: económicos, políticos, sociales, fiscales. Existen métodos para asignar una ponderación a cada uno de estos factores. El promedio que resulta de esos indicadores es el riesgo país, el cual se expresa en un puntaje.
Veamos un ejemplo simple para comprender mejor cómo funciona esto.
El gobierno de Estados Unidos emite los denominados bonos del tesoro. Se supone que estos bonos no generan riesgos y son la base de comparación para buena parte de los inversionistas internacionales. Supongamos que la tasa de rendimiento que generan los bonos del tesoro es del 5%. Esa sería la base de comparación, el 5%. Si el puntaje del riesgo país en Costa Rica es equivalente, por ejemplo, al 10%, significa que un inversionista debe recibir una rentabilidad al menos del 15% para hacer una inversión rentable y segura en Costa Rica. Si el puntaje del riesgo país en Honduras es equivalente, digamos, al 12%, el rendimiento mínimo para un inversionista extranjero debía ser 17%. Y si tiene que escoger entre Costa Rica y Honduras pues la propensión será escoger a Costa Rica porque el riesgo país es menor.
Este es un ejemplo sumamente simplificado pero que sirve para comprender la idea.
Hay empresas internacionales especializadas en medir el riesgo país, son las llamadas empresas calificadoras. Algunas de estas empresas son muy célebres como Moodys, Finch y otras. Son célebres también algunas que cometieron fraudes o errores colosales pues ocultaron o manipularon información, o no fueron capaces de prever algunos colapsos económicos y dieron paso a crisis económicas internacionales. Pero esa es otra historia.
Ahora veamos. Si usted es un inversionista o un banquero que otorga créditos a empresas radicadas en Nicaragua y tiene información de que en el congreso norteamericano se tramita una ley para imponer sanciones económicas al gobierno de Ortega y si además conoce por informaciones de medios de comunicación internacionales sobre el deterioro de las condiciones de gobernabilidad de ese país ¿qué opinaría? ¿Aumentó o disminuyó el riesgo para una inversión? ¿Qué opinaría usted sobre la reacción de las empresas calificadoras de riesgo frente a estas noticias?
Las consecuencias económicas son evidentes. Si se eleva el riesgo país los inversionistas la pensarán dos veces antes de decidirse a realizar una inversión en Nicaragua y requerirán una tasa de utilidad mayor. Si se trata de créditos bancarios o créditos privados, elevarán la tasa de interés por esos créditos. Y si elevan el costo del financiamiento también se elevan los intereses que cobran los bancos internamente, encareciendo los costos de las empresas. El conjunto impacta en el crecimiento económico y la rentabilidad de las empresas.
La conclusión es que, desde la perspectiva del riesgo país, la NICA ACT con toda seguridad está generando repercusiones aún sin ser aprobada plenamente. Y esos perjuicios y daños son responsabilidad exclusiva de Ortega. Es el único responsable por los atropellos al marco democrático, a los compromisos internacionales del Estado nicaragüense y por el aislamiento internacional del país.
Horacio Gonzalez
No seria mejor usar el termino » pais riesgo» en vez de «riesgo pais»? Creo que se entenderia mejor la traduccion.