Política y Realidades nacionales

El régimen de Ortega

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Los centros de investigación y los académicos, principalmente norteamericanos, han inventado distintas expresiones para conceptualizar los regímenes políticos que han desvirtuado la democracia en el siglo XXI. Democracias imperfectas, regímenes híbridos, regímenes autoritarios, autoritarismos competitivos son algunas de las expresiones utilizadas. Un personaje de por aquí habló de populismo responsable.

Para los estudiosos, se trata de un ejercicio académico. Para los pueblos que padecen los atropellos a sus derechos no es cuestión de palabras sino de realidades y de riesgos. La propiedad, la libertad, la dignidad, el empleo, la justicia, la seguridad personal y aún el derecho a vivir en su país, o el derecho a la vida, son amenazados de manera indiscriminada por los regímenes autoritarios.

Sin embargo, definir la naturaleza de un régimen también supone adoptar una posición política. De esa definición se desprenden los objetivos, las estrategias y los planes de acción. Si un ciudadano vive, por ejemplo, en una democracia imperfecta, el desafío natural es superar las imperfecciones valiéndose de mecanismos legales e institucionales. Pero si uno enfrenta un régimen dictatorial las estrategias y las formas de lucha cambian drásticamente.

No es lo mismo enfrentar un chancho que un jabalí, aunque ambos pertenezcan, zoológicamente, a la familia de los cerdos. No es lo mismo enfrentar un gato que un tigre aunque ambos pertenezcan la familia de los felinos.

En Nicaragua, parece mentira, todavía hay quienes se niegan a aceptar que enfrentamos un régimen dictatorial. Esta resistencia no siempre es de mala fe. Hay quienes de buena fe tienen esa opinión. A pesar de la anulación de la Constitución y de las leyes, a pesar de la aniquilación de la independencia de los poderes del estado, a pesar de la confusión entre los intereses de una familia con los intereses del estado, a pesar de la cooptación de las fuerzas armadas, a pesar de la cancelación del derecho a elegir y ser electo, a pesar de la mutilación de los derechos y libertades ciudadanas, a pesar de la represión, todavía hay quienes se niegan a ver o a calificar al régimen como lo que es, un régimen dictatorial. Algunos argumentan que no hay presos políticos y hay libertad de prensa. No hay presos políticos porque no hay capturas. Los entierran en la montaña. Y no hay censura porque controlan más del 90% de los canales de televisión y de las radioemisoras.

Y esta definición es clave, es esencial, porque no habrá concertación duradera entre los grupos opositores, no habrá planes de acción conjunta o estrategias coordinadas mientras no se tenga una visión compartida sobre la naturaleza del régimen que enfrentamos.

Hasta hoy, en Nicaragua no se había desarrollado un trabajo profesional y debidamente documentado sobre la naturaleza del régimen de Ortega a partir de un balance de sus diez años en el poder.

Este es el objetivo que se propusieron siete de profesionales nicaragüenses, coordinados por el Doctor Edmundo Jarquín, en un trabajo colectivo que se concretó en el libro que lleva como título “El régimen de Ortega” y como subtítulo plantea una interrogante: Hacia una nueva dictadura familiar en el continente?

En la introducción de la publicación describen el propósito del trabajo de la manera siguiente: “Daniel Ortega ha consolidado un poder personal y familiar, como nadie antes en la historia moderna de Nicaragua, incluidos los Somoza. Ha constituido un régimen sultanístico, en que la voluntad e intereses del sultán se confunden con los del Estado… A la vez Ortega ha desperdiciado una singular oportunidad para impulsar el desarrollo económico y consolidar las posibilidades de relevo político pacífico y democrático, en el segundo país más pobre de América Latina, y uno de los que tiene menos tradición democrática…De la naturaleza del gobierno de Ortega trata este libro…”

Una de las características del grupo de autores del libro es la pluralidad política. Unos son de trayectoria liberal, otros conservadores, otros independientes, también demócratas de izquierda. El rasgo común es la visión nacional y el compromiso con la democracia. También es un grupo multidisciplinario formado por politólogos, juristas, sociólogos, economistas, periodistas. Todos son profesionales de reconocida competencia en su campo.

En los capítulos se abordan aspectos tales como el desmantelamiento del orden legal del país, el proceso de cooptación de las fuerzas armadas, se desmenuzan los fraudes electorales y la demolición del sistema electoral, se analiza la situación de los medios de comunicación y de la libertad de expresión, la represión, la impunidad y los derechos humanos. También se presenta un examen de la evolución política, económica y social del país.

Los autores agregan en la introducción:

Esperamos que el libro contribuya a entender la naturaleza del régimen que, como hemos señalado antes, forma parte de la historia del despotismo en Nicaragua y que también contribuya a un debate necesario, entre todas y todos los nicaragüenses sin excepción, para la recuperación de su interrumpida construcción democrática.

Esperemos pues, que así sea.

El libro será presentado el próximo lunes tres octubre, en el Centro Pablo Antonio Cuadra, en la librería Hispamer. La entrada es libre.

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  1. Mauricio Solorzano

    Yo pensaba que Somoza nunca iba a caer, pero, mire su caída, todos los regímenes por su naturaleza siempre tienen su pico, pero luego se precipitan, a que hora es la presentación del libro de Mundo Jarquín
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  2. Edgar Espinosa

    Es asombroso saber que tanto discernimiento requiere el sistema actual de parte de los estudiosos y me pregunto para que sirven … adonde llega esa información, como la esparcen, como pueden convertir sus análisis en soluciones, ningún resultado se ve, nada de eso tiene fruto. El problema del país es simple. Existe un mal y los males se extirpan, bien simple. El como hacer eso, pues se soluciona de manera histórica porque no parece existir otra forma, cívica, no la creo. Hace algunos años apareció la noticia de que en el país había «falta de huevos» por una crisis en la industria … la verdad es que esa crisis existe, pero está en lo que les falta a los nicaragüenses.

    • Si está tan fácil, Edgar, sería bueno que te dieras una vueltecita por aquí….jejeje…si vas a organizar la resistencia urbana armanda, tal vez me entusiasmo y me invitás a una operacioncita…y si te vas allá, pues me das una llamadita…pero cuidado no venís…y por supuesto, traes bien puestos los que nos faltan…Tal vez no me fallás porque hasta ahora todos los tapudos me han fallado…

  3. Aura Lila

    En mi opinion, sera un referente de nuestra historia y desde ya nos sirve de estudio academico a juventud actual y futuras generaciones. Identificar y saber velar legalidad democratica antes de que se «enrranche» cualquier embustero. Demasiado largo dejamos correr al zorro.

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