El comercio exterior es un rubro clave, revelador de la salud y fortaleza de la economía de un país. Aunque el análisis de este tema tiene poco atractivo en términos noticiosos, como es un asunto relevante, y como también es importante que la población entienda sus implicaciones, pues vamos a entrarle al examen del comercio exterior en el 2015 y sus perspectivas para el 2016.
El primer componente del comercio exterior son las ventas de mercancías a otros países, esto es, las exportaciones.
¿Cuáles son los impactos positivos de las exportaciones?
El ingreso de divisas es el primero, sobre todo dólares. Estos dólares son claves para el desarrollo de las relaciones económicas con otros países, empresas y organizaciones internacionales, incluyendo las compras de los bienes que Nicaragua no produce.
La generación de actividad económica alrededor de la producción de bienes exportables, es el segundo impacto.
Ingresos para productores y exportadores, empleo e ingresos para los trabajadores, es un tercer impacto positivo.
Durante los últimos años las exportaciones de la economía nicaragüense se caracterizaron por su dinamismo, principalmente porque los precios internacionales de los productos exportados como café, azúcar, carne, oro, mariscos, registraron niveles favorables. También crecieron los volúmenes de bienes exportados. Por esta razón las exportaciones funcionaron como uno de los motores del crecimiento económico del país.
El problema con las exportaciones es cuando se concentran en un solo país de destino, o en pocos países. O cuando se concentran en pocos productos. O cuando se exportan principalmente materias primas, con poco valor agregado (por ejemplo, es más ventajoso exportar chocolates que exportar cacao en grano, o exportar muebles y puertas en lugar de madera en tucas).
De ahí que una de las bases para desarrollar un país consista en diversificar sus productos de exportación, ampliar sus mercados y, sobre todo, incorporar mayor valor agregado o contenido tecnológico a los bienes que se exportan.
¿Cuál fue el comportamiento de las exportaciones de Nicaragua en el 2015?
Podemos resumirlo en una sola frase: Por primera vez en los últimos años las exportaciones disminuyeron tanto en valor como en volumen, en relación al año precedente.
En valor, se percibirán menores ingresos por casi 200 millones de dólares. Se exportaron menos manufacturas, menos café, oro, azúcar, maní, para mencionar algunos productos. Significa que las exportaciones generaron menos divisas, menos ingresos, menos empleo y menos actividad económica.
Este comportamiento se produjo a pesar de que las exportaciones hacia Estados Unidos se elevaron. El deterioro entonces no puede atribuirse al desempeño de la economía norteamericana. En contraste, las ventas a Venezuela se redujeron en más de 250 millones de dólares respecto al 2014. Dado que este país se situó durante los últimos años como nuestro segundo mercado, probablemente aquí resida una explicación sobre la caída exportadora.
Pasemos al otro componente del comercio exterior: las importaciones.
¿Qué ocurrió en el 2015?
El primer dato es que al desplomarse los precios internacionales del petróleo, el valor de la factura petrolera disminuyó en casi 350 millones de dólares. Esto debería traducirse en una disminución del gasto en las importaciones totales. Pero extrañamente ocurrió al revés. En lugar de disminuir, las importaciones totales más bien aumentaron. Si excluimos el petróleo y derivados, las importaciones crecieron más del 10% en un año.
La primera consecuencia de este sorprendente comportamiento económico es que el déficit comercial, esto es, la diferencia entre las exportaciones y las importaciones aumentó en más del 7%. En el 2015 el déficit superará los US$2.500 millones. Este déficit se cubre parcialmente con donaciones, remesas familiares e inversiones extranjeras. El resto con deuda externa. Ese es el efecto más perverso del déficit comercial externo: impone mayor más endeudamiento.
¿Y por qué aumentaron las importaciones? Porque aumentaron principalmente las importaciones de bienes de consumo. En otras palabras, ¨nos comimos¨ el ahorro derivado de la disminución de la factura petrolera.
Aquí hay sin embargo un dato insólito, casi sospechoso. Resulta que una de las categorías que más aumentó fueron las importaciones medicinas. Aumentaron casi en un 20%. Un incremento superior a 65 millones de dólares.
Para que nos demos una idea: En el 2011 las importaciones de medicinas fueron US$ 334 millones y US$ 338 millones en 2014. En cuatro años aumentaron 1%. Ahora, en un año aumentaron de un solo viaje el 20%.
Otro dato de comparación: el presupuesto total del MINSA para medicinas fue de US$ 41 millones, en compras internas y externas. Pero el aumento de las importaciones –públicas y privadas- fue de 65 millones de dólares.
¿Cómo pueden explicarse estas extrañas cifras?
¿Será que los nicaragüenses nos estamos enfermando más?
¿Será que el gobierno está invirtiendo más en medicinas?
¿Será que aumentó el ingreso de los nicaragüenses y ahora gastamos más en medicinas?
Nada indica que se produjera alguna de las circunstancias anteriores.
Entonces… ¿Será que se nos instaló una lavandería en este negocio?
Usted puede escoger la respuesta. O tal vez deberemos contratar un detective para despejar el misterio.
Recordemos que uno de los mecanismos para el lavado de dinero es la sobre-facturación de las importaciones.
Pero bueno, lo que no es un misterio es que por primera vez disminuyeron las exportaciones tanto en términos de volumen como en términos de valor. Debido a que también se elevaron las importaciones, el saldo negativo de la balanza comercial siguió creciendo. Este es uno de los puntos más vulnerables de la economía nicaragüense. Pero los voceadores del régimen jamás hablan de esto.
En cuanto perspectivas, no hay razones para vislumbrar un cambio significativo en el comportamiento del comercio exterior nicaragüense. Más bien deberemos poner atención al comercio con Venezuela, pues si la tendencia a la disminución se profundiza, el motor de las exportaciones continuará cacreco.
Francisco Vela Suarez
Un magnate orteguista es uno de los grandes importadores de medicina, además de andar desde las finanzas a la agricultura, pasando por bienes raíces y muchas otras cosas.
Francisco Vela Suarez
Un magnate orteguista es uno de los grandes importadores de medicina, además de andar desde las finanzas a la agricultura, pasando por bienes raíces y muchas otras cosas.