Con el surgimiento de movimientos populares que sin disparar un tiro derribaron poderosos regímenes dictatoriales, proliferan análisis y estudios sobre condiciones, estrategias y tácticas para desarrollar protestas sociales exitosas. Hay algunos trabajos sociológicos, muy útiles. Hay otros que son basura. Es indispensable estudiar los buenos y abandonar esa perniciosa tendencia de que nosotros ¨nos la sabemos todas¨.
Dado que en el caso de Nicaragua quienes nos oponemos al régimen dictatorial hemos optado por la vía pacífica, resulta muy pertinente conocer algunos consejos derivados de experiencias internacionales. Por hoy quisiera referirme a los consejos publicados por un europeo de nombre impronunciable: Srdja Popovic. Un dirigente servio que participó en las luchas por el derrocamiento del exdictador de Yugoeslavia, Milosevic.
Popovic publicó el libro denominado Plan de Acción para la Revolución. El texto expone un decálogo, esto es, diez reglas básicas que, con base en prácticas, pueden orientar las tácticas de lucha pacífica frente a un régimen dictatorial. Realicé una lectura libre del decálogo con el propósito de intentar una adaptación a las realidades de Nicaragua. Comparto con ustedes los resultados de la tarea:
• Primero, no arriesgar la vida. Si estás en una lucha pacífica carece de sentido inmolarse. Si perdés la vida no podés participar en la lucha. Tampoco debés arriesgar la vida de los otros.
• Segundo, conservá tu libertad. Aunque excepcionalmente se puede participar en la lucha desde la cárcel (allí tenemos el ejemplo de Leopoldo López), ordinariamente en la cárcel anulan tu capacidad de incidir. Así que entre utilizar una táctica legal y una ilegal, Popovic aconseja no violentar el marco legal. En este sentido es muy importante tener cuidado con los provocadores y los azuzadores, los cuales muchas veces son infiltrados del régimen. Inducen a la violencia o provocan actos violentos y de repente desaparecen dejando a la gente en condiciones desventajosas enfrentada a las fuerzas represivas del régimen.
Con frecuencia, las acciones ilegales en lugar de convocar, ahuyentan a la gente.
• Tercero. El dinero es lo que más duele. Si tenemos que escoger entre varias acciones posibles, Popovic recomienda seleccionar la acción que provoque mayores pérdidas económicas para el poder contra el cual se lucha. En este caso, pensándolo bien, si una de las fuentes de acumulación económica del régimen es el combustible. Y si uno de los mecanismos son las gasolineras de Petronic…¿por qué comprar combustible en las gasolineras de petronic? Mientras menos compremos, menos dinero le llega al régimen, al menos desde nuestros bolsillos. ¿Por qué no desplegar una campaña de boicot generalizado a la compra de combustible en las gasolineras de Petronic?
• Cuarto. Distraer al oponente. Las tácticas de dispersión pueden tener más éxito que las de concentración. Pueden planificarse acciones que se realicen en distinto lugar y en distintos momentos. De hecho, es una táctica guerrillera ya antigua. Para enfrentar un adversario poderoso, no hay que atacarlo por el punto donde es más fuerte, sino por los costados y de manera sistemática para dispersar sus fuerzas y mantener la incertidumbre. Desgastar con pequeñas batallas en distintos terrenos. Por lo general tenemos la mente puesta en las grandes movilizaciones. Cuando no hay suficientes recursos ni masas en movimiento, esta es una táctica que funciona. ¿Qué impide realizar pequeñas movilizaciones o plantones o acciones rápidas, comenzando, por ejemplo, en las cabeceras departamentales?
• Quinto. Usar el humor como arma política. Con imaginación e inteligencia, el humor puede erosionar al poder frecuentemente de manera más efectiva que con consignas convencionales. En Nicaragua conocemos el poder de la caricatura. El Dr Núñez con sus crónicas humorísticas, por ejemplo, le ha cortado el cuello a las aspiraciones presidenciales hasta a personajes con cuellos extremadamente flexibles. Las paredes y las redes sociales ofrecen espacio suficiente. Veamos un ejemplo: ninguna campaña contra los ¨arboles de la vida¨ ha tenido más impacto ni ha sido más poderosa que una sola palabra. ¨arbolatas¨. Esa sola palabra se ha constituido en una poderosa arma de denuncia.
• Sexto. Construir una historia de pequeñas victorias. Los grandes desafíos solamente pueden enfrentarse con esfuerzos multiplicados y sostenidos. Las pequeñas batallas y los pequeños triunfos mejoran la confianza en las propias capacidades, neutralizan gradualmente el temor y alimentan el entusiasmo. Haber sostenido las protestas de los miércoles frente al CSE es un ejemplo de pequeñas batallas que rendirán mayores frutos en el futuro cercano.
• Séptimo. La Unidad hace la fuerza. Esto ya lo sabemos pero no terminamos de aprenderlo. El actual escenario ofrece una magnífica oportunidad. No hablemos por el momento de participar o no participar en las elecciones porque esa discusión divide y distrae. Por el momento, tampoco hablemos de alianzas electorales porque eso desata pugnas por espacios de poder. Ya nos conocemos. Comencemos por lo más fácil. Pongámonos de acuerdo en un solo punto: Luchar por elecciones libres. Que ese sea, en esta etapa, el eje de la unidad democrática. No está difícil identificar siete o diez condiciones electorales que utilicemos como banderas. Solo se requiere un poco de buena voluntad.
Los mensajes diversos, esto es, cuando unos dicen una cosa y otros, otra, también introducen confusión en la gente y tienen un efecto desmotivador. Así que alrededor del eje de elecciones libres es preciso construir un acuerdo sobre un planteamiento armónico. Y que cada quien le ponga el ritmo y tono que considere, siempre que cantemos la misma melodía
• Octavo. Conocer y estudiar las tácticas del régimen. En general lo que un régimen persigue es infundir miedo y desmoralizar a la gente. Su gran victoria es cuando la gente interioriza la represión y se autocontiene. Es preciso entonces entender y neutralizar los mecanismos por los que se propagan el miedo y la desmoralización. Sobre este punto profundizaremos en otro momento.
• Noveno. Ocupa la calle solo cuando estés organizado. Una manifestación masiva es el último paso, no el primero. Solo se puede pedir a la gente que salga a la calle cuando se sabe que la gente está sensibilizada y está de nuestro lado. Es la falta de organización lo que ha impedido el triunfo a grupos que llaman a ocupar espacios públicos sin ninguna preparación previa. Preparación y no precipitación. Organización y no improvisación.
Además de la organización es clave poner atención al estado de ánimo de la gente. Muchas veces una emoción tiene más impacto que mil discursos. La indignación es una de estas emociones.
• Décimo. Termina lo que has empezado. Declarar la victoria es un asunto delicado, afirma Popovic. Hay que asegurarse de que el objetivo final se ha alcanzado. Si anuncias demasiado pronto que tu movimiento ha sido un éxito y enviás a los activistas a la casa, a la vuelta de la esquina podés encontrarte con desagradables sorpresas. Tampoco podés dejar las cosas a medio palo. Volver a mover a la gente después que los dejastes a mitad de camino puede ser un empeño irrealizable.
Hasta aquí la ¨lectura aplicada¨ de Popovic. No es que se trate de reglas mecánicas infalibles o que sea un descubrimiento del agua tibia. Viéndolas bien se trata de sentido común. Esperemos pues que para algo nos sirva.
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Mildred Largaespada
Y todo contarlo, emocionadamente!
Francisco Lopez
«Cuando se cumplen las instrucciones, las personas son sinceramente leales y comprometidas, los planes y preparativos para la defensa implantados con firmeza, siendo tan sutil y reservado que no se revelan las estrategias de ninguna forma, y los adversarios se sienten inseguros, y su inteligencia no les sirve para nada.»
Sun Tzu
jesaenz
Correcto, Francisco
Manuel
Brillante escrito, pero más que eso NECESARIO.