“La Ola” era un lugar situado en la entrada norte del Centro Comercial Managua, a fines de los noventa. Me parece que el dueño era un leonés “expatriado” porque se concentraban allí mayormente leoneses. Era un ambiente bien agradable. El día estelar era el viernes porque amenizaban los Hermanos Cortez. Bueno, uno de los dos grupos en que se dividió ese emblemático conjunto musical.
Baile, música, familias, encuentros de amigos…y tragos, por supuesto. Un buen viernes de casualidad se apareció a medianoche el otro grupo de los Cortez, se re-juntaron los hermanos e hijos y se hizo un fiestón…de “suenan los tambores” para arriba…o más bien, para abajo…en realidad para arriba y para abajo…La bala, baila la bala y la tienes que bailar…con la mano arriba…con la mano abajo…con un pie…con el otro…agachadito…agachadito…Un infanzón imborrable fue ese viernes. Hasta que suspiro cuando lo recuerdo.
Ah! Si alguien no ha escuchado al más moreno de los veteranos de los Hermanos Cortez lanzarse esa seguidilla de valsesitos peruanos se ha perdido algo realmente espectacular. No se si todavía lo hace, pero es una interpretación espectacular.
Lástima que cerraron La Ola, y que los Hermanos Cortez ya no vienen a Managua. Aunque, pensándolo bien, si reabrieran La Ola y reaparecieran los Cortez, la peor lástima sería que ya no podría hacer lo que hacía en aquellos tiempos.
El tiempo es implacable.
Nota: A partir de hoy, cada viernes describiré un sitio de diversión, de Managua, de otros tiempos. Por nostalgia y por historia.
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