Historias de ayer y de hoy

Acción de guerra

explosivo 4

La opinión pública ha conocido un acto de salvajismo perpetrado en la comunidad El Portal, en Pantasma. Dos personas fueron despedazadas a causa de un poderoso explosivo, activado a distancia, mientras el campesino Modesto Duarte fue ejecutado a mansalva. Según relato de los familiares, el cuerpo de Duarte presentaba diferentes golpes en la espalda, dos orificios de bala y fracturas en su brazo y pie derecho.

Quienes tuvieron oportunidad de escuchar las conmovedoras declaraciones de los familiares de Modesto Duarte estoy seguro de que comparten conmigo la opinión de que además de provocar consternación, también dejan un sordo sentimiento de indignación.

Beneranda Peralta, ahora viuda, y madre de siete hijos, declaró “Nunca creí que muriera mi esposo de esa manera cobarde, sin nada, sin poder responder nada… “; mientras su hija, Reyna Duarte Peralta decía, “Yo exijo que haya justicia por mi padre. Ya no queremos que haya más dolor para nosotros. Y decirle al gobierno que ya no siga mandando al ejército a matar a los campesinos…” Y así, frases sencillas, doloridas, con el característico acento de nuestros campesinos del norte.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, CENIDH, después de entrevistar a pobladores y familiares y visitar el terreno, publicó un pormenorizado informe. El reporte destaca: “En la inspección al lugar donde estalló el artefacto explosivo, un cafetal ubicado dentro de la propiedad de la familia Duarte a unos cien metros de su vivienda, se encontraron restos de pertrechos militares, casquillos, pedazos de mochilas, ropa, restos de piel y cabello en las cortezas de los árboles y los restos de un pie a unos cien metros del lugar de la explosión”.

Más adelante el informe agrega “esta denuncia deja en evidencia la escalada de violencia que amenaza la seguridad en el campo debido a que la respuesta ante los grupos armados es la militarización y violación recurrente de los derechos humanos, con el saldo trágico de la muerte de civiles que habitan las zonas afectadas… Los hechos recientes abren heridas todavía no sanadas, lo que se ve agravado en los últimos diecisiete meses con los enfrentamientos entre el Ejército y grupos armados con víctimas civiles, casos a la fecha en impunidad”.

¿Cómo creer al ejército y a la policía?
La policía y el ejército han negado su participación en los hechos. Sin embargo, de tanto ocultar información, de tanto falsear realidades, esas instituciones perdieron credibilidad. Ahora que se han puesto de moda los cuentos chinos, con este cuento de que no hay grupos armados con motivaciones políticas está sucediendo igualito que en el caso del cuento del meteorito: nadie lo cree.

Como nuestra memoria es corta y tenemos tendencia a olvidar, voy rememorar unos cuantos hechos:
En noviembre del 2014, falleció de un balazo en la cabeza Kevin Alberto Bautista, en Totogalpa. La policía anunció una investigación. Nunca se presentó un informe, si es que lo hubo.

En noviembre del 2012, pobladores que protestaban en Nueva Guinea fueron vapuleados y un grupo de mujeres, estando encarceladas, sufrió maltratos, incluyendo vejámenes sexuales. La policía anunció una investigación. Los resultados de esa investigación nunca se conocieron.

En los últimos meses del año pasado autoridades locales, sacerdotes y pobladores denunciaron operativos militares y refiegas en la zona de Ayapal. Un oficial del ejército declaró que se trataba de un operativo para “detectar y destruir plantíos de marihuana”. Sin embargo, hasta ahora no se conoce ni una sola señal de los plantíos que presuntamente provocaron el despliegue militar.

Cuando se produjo la agresión a los jóvenes de OcupaINSS, se robaron siete vehículos, en presencia de la policía, además de otras pertenencias. Hasta ahora no apareció ningún vehículo y la policía no ha dicho esta boca es mía.

A fines del mes de Julio del año pasado, en Jinotega, fue ultimado, de un solo disparo, Carlos García, desmovilizado de la resistencia y activo opositor. La policía no ha proporcionado ninguna información.

Con ocasión de la resistencia campesina al ingreso de brigadas que se identifican como encuestadores o brigadistas de salud y que son acompañados por antimotines y destacamentos de la policía y del ejército, un comisionado de la policía respondió, según nota informativa de Confidencial: “¿por qué estábamos aquí? Pues porque somos Policía Nacional y nos movemos todos los departamentos, hacemos recorridos, damos seguridad a turistas, a los que vienen a comprar a estos puertos de montañas…”

Para encubrir la represión desatada en contra de los campesinos de El Tule, el 24 de diciembre, la jefa de la policía nacional ofreció una declaración tremendista, afirmando que hasta una delegación policial había sido quemada. Después se publicó una foto con la delegación intacta.

Con estos antecedentes ¿cómo creerles?

Un acto de guerra
Si diéramos crédito a los alegatos de la policía, habría que creer que “esos delincuentes”, traficantes de marihuana (ni siquiera de crack, menos de cocaína) disponen de un poder de fuego que les permite activar a distancia poderosos explosivos que, cualquiera sabe, no se adquieren en el mercado Oriental. Sí así fuera, deberíamos admitir también que los grupos armados han alcanzado grados de peligrosidad extrema. Y si así fuera, pues deberían decirlo.

Obviamente que sólo un tonto o un fanático podría ignorar que todos los cabos enlazan en una dirección: se trató de una operación de inteligencia militar con todas las trazas y los trazos de historia que ya vivimos. Tal como plantea el CENIDH, afrontamos un hecho gravísimo que puede estar abriendo puertas a nuevos y trágicos episodios.

Ni aún en el combate a peligrosos grupos narcotraficantes transnacionales se ha conocido el uso de esos dispositivos. En definitiva, se trata de operaciones que solo se explican en un teatro de guerra. Y no es que la acción revele que los grupos armados estén en capacidad de llevarnos a esa escalada. La acción revela cuál es la voluntad real de quien ejerce el poder. Y ahí reside su peligrosidad.

¿Debemos admitir que el ejército y la policía, y el jefe supremo de ambas instituciones, tienen por sí y ante sí la facultad de arrebatar la vida a toda persona que consideren como un peligro?

El derecho humano fundamental es el derecho a la vida. Si este derecho no se respeta ¿Qué derechos podemos esperar que se respeten?

Por muy delincuente que pueda ser una persona, en Nicaragua no hay pena de muerte. Si desde el poder, quienes tienen la fuerza, se atribuyen el derecho a arrebatar la vida ¿quién puede sentirse seguro ya sea en la ciudad o en el campo?

Si desde el poder, quienes tienen la fuerza, se atribuyen el derecho a arrebatar la vida ¿cuánto hay que esperar para que otros se sientan con el mismo derecho?

Cuando ese momento llega, ya lo sabemos por historia reciente y por historia pretérita, llegamos al momento en que “todo vale”. Un momento que no queremos volver a padecer.

  1. Manuel

    Diputado, lo cito: «El derecho humano fundamental es el derecho a la vida. Si este derecho no se respeta ¿Qué derechos podemos esperar que se respeten?». Y le respondo: En esta Nicaragua que no tiene nada de cristiana, nada de socialista y nada de solidaria, no podemos esperar ningún respeto a los derechos. Hay que hacerlos valer e instaurar gobiernos que sí respeten, y de esa forma perpetúen, los derechos en Nicaragua. Dios quiera que esto sea un proceso pacífico.

  2. Sarcasmo

    No he visto ninguna de estas noticias en los medios, ha de ser inventos de la gente del campo, no anden creyendo solo inventos son de la derecha para evitar el progreso, por eso ya el Comandante ha comprado el Canal 2 para evitar que se sigan dispersando tantas mentiras asi como el Nuevo diario y asi el pueblo esta muy bien informado.

  3. violeta cerrato.

    yo me pregunto¿ De ¡ QUE ESTAN HECHOS LOS NICAS¡, que se arrodillan ante el DICTADOR Daniel Ortega? y no tienen ninguna sensibilidad por lo ocurrido a nuestros campesinos,que pagan con sus vidas los arrebatos de prepotencia y locura del dictador. muchos de esos especímenes ni siquiera es necesario que les den algo, lo hacen por odio gratuito hacia los demás,como para sacar de dentro de si, la fiera que no pueden contener.
    Los motorizados que hacen el trabajo vergonzoso de golpear a la gente que se manifiesta en contra de los abusos de este gobierno, en mi pueblo Niquinohomo les da la alcaldía 100 cordobas por día y le llenan el tanque de gasolina.
    ¿Cuántos hechos lamentables tienen que ocurrir para que reacionemos unidos como un solo puño que aplaste a este dictador?

  4. Conciencia

    Ningun puño es tan grande, en cambio lo que podemos hacer nosotros mismos para cambiar la realidad tienen dimensiones extraordinarias, es por eso que se gastan tanto capital en propaganda, educacion que se encargue de programar y condicionar el desarrollo de nuestros ciudadanos desde muy jovenes hasta muy ancianos, mecanismos de recaudacion de impuestos y mecanismos para hacer que las leyes se cumplan en beneficio de quien las manda a hacer, medios de comunicacion que transmiten noticias que ellos quieren que miremos, y tapan las que no desean que sepamos, ejercito y policia con grandes presupuestos que al final terminan siendo utiles como herramientas de represion. Si quieres un mundo mejor debes aceptar y reconocer los males que existen en el, mundo es tu entorno, los elementos y personas que lo componen. Google, conciencia social colectiva, necesitamos que mas personas puedan conocer estos conceptos y se eduquen en como sus capacidades han sido melladas de manera coherente a lo largo de sus vidas para que puedan adaptarse al sistema donde estamos. Lidera con el ejemplo, para mejorar hay que hacer.

  5. Luis Adan Fley Gonzalez.

    Enrrique. hay otros antecedentes con explosivo. La penca,explosivo en camara de filmacion. El charrito, explosivo en un radio Bolki toki. A un Dirigente del Fuac en siuna explosivo en otro Radio, en esta ocasion no murio al quien hiba dirigido si no el correo que llebava el artefacto por trabieso lo encendio y le exploto. y ahora este del portal pantasma. todas estas accion se las han adjudicado a la inteligencia del Ejersito. parese ser un modo operandi para eleminar adversarios.

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