Historias de ayer y de hoy

Diez de enero del 2015

PedroJCHCPedro

Hoy se cumple un aniversario más de la inmolación de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Su sacrificio fue un acontecimiento trágico que crispó las fibras más íntimas de la sociedad nicaragüense y rompió los portones que encerraban la furia popular que, en unos cuantos meses, arrasó con la dictadura somocista. Evocar la memoria de Pedro Joaquín y avivar la llama todavía encendida es obligación de todos los demócratas de este país.

Esa llama está constituida por legados que están a la espera de legatarios. En mi opinión estos son sus principales legados:

chamorro cardenal

El legado de la coherencia. Coherencia entre lo que se predica y lo que se practica. Desde el micrófono, en la radio. Desde la tribuna política, en la calle. Desde su máquina de escribir, en el diario La Prensa. Desde la cárcel, repetidamente. Desde el exilio. Y desde el fusil, cuando le tocó hacerlo. Un hombre de acción que predicó con la palabra y predicó con el ejemplo.

El legado de sus ideas. Además de un hombre de acción, Pedro Joaquín también fue un hombre de pensamiento. Un pensamiento que cobra mayor vigencia en el contexto actual, con la imposición de un régimen muy semejante al que Pedro Joaquín enfrentó. Cuando uno lee sus editoriales, sus escritos o sus intervenciones en “5 en punto”, hay que ir de sorpresa en sorpresa al constatar su lucidez, su agudeza y, en muchos casos, su capacidad premonitoria. También es posible identificar algunos pilares claves: la reivindicación de la democracia y los derechos ciudadanos, donde el voto y la libertad de expresión y prensa fueron siempre ingredientes esenciales. Justicia Social es otro de los pilares de su pensamiento: sus propuestas persistentemente tenían en su base la creación de oportunidades para los pobres. Independencia nacional y transparencia en la administración pública también fueron constantes en su pensamiento. De ahí que la lucha implacable en contra de la corrupción se constituyera en una de emblemas.

El legado de la ética. Este legado es de un especial valor porque tal vez el mayor déficit que afronta la sociedad nicaragüense es el déficit de fuerza moral para defender principios, levantar la frente y enarbolar la dignidad como bandera. En Pedro Joaquín encontramos un caudal inagotable de fuerza moral. Cada quien es dueño de su propio miedo es la frase que condensa la entereza de quien está consciente que el sendero de la lucha por la libertad está sembrado de espinas y de riesgos mortales, y los afronta con valentía…hasta las últimas consecuencias, como se decía y hacía antes.

Pero el ejemplo de Pedro Joaquín también revela que las dictaduras no perdonan. Más allá de los responsables materiales e intelectuales, el verdadero victimario fue el sistema, el somocismo, con sus lacras de corrupción, opresión, explotación y represión. Pero también revela que quienes matan el cuerpo, pretendiendo ahogar la lucha por la libertad, más tarde o más temprano terminan ahogados por la sangre que hacen derramar y enterrados por sus propios designios.

Muchas frases de Pedro Joaquín guardan plena vigencia, rescataré una de ellas en la que en pocas palabras describe el sistema que le tocó vivir. Están en escritas en su “Diario Político”: Dos grupos oligárquicos entendidos con la Guardia Nacional y ayudados por Estados Unidos, gobiernan para ellos y se reparten todo, aplastando a una clase media emergente…y agrega… Lo importante es que nuestra gente de arriba está feliz con el régimen, pero por otra parte el pueblo después de 40 años de opresión, corrupción y desencantos, sólo espera milagros…

Cualquier parecido con la realidad de ese agudo diagnóstico es evidencia de la vigencia de su pensamiento. Para quienes no encuentren muchas diferencias con el momento presente…Ahí están los legados de Pedro Joaquín.

Legados que están a la espera de legatarios que tomen posesión.

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