De ninguna manera puedo emitir una opinión fundamentada sobre la acusación judicial que se lleva en contra de tres doctoras a causa del fallecimiento de la paciente Karina Peña López, en el Hospital Salud Integral. Sobre el caso específico sólo puedo manifestar la aspiración de que se desarrolle un juicio justo tanto para los familiares de la occisa como para las acusadas, con pleno respeto de los derechos y garantías de ambas partes.
Sin menoscabar la obvia sensibilidad del caso, quiero sin embargo referirme expresamente al Pronunciamiento emitido por 17 asociaciones médicas. Es alentador ese Pronunciamiento por varias razones. En primer lugar porque es la primera vez en mucho tiempo que un gremio de profesionales deja pública constancia de su posición, con independencia y valentía. En segundo lugar porque, a diferencia de la lamentable costumbre que prevalece en nuestro país, de asumir nuestra verdad como la única, y convertirla en amiga inseparable de la estridencia, la superficialidad y la retórica, en este pronunciamiento se observa ponderación, sensatez y profundidad.
Permítanme destacar algunos aspectos del posicionamiento de los médicos.
Expresan “respaldo absoluto, solidaridad, oraciones y solicitud de justicia” para sus colegas acusadas penalmente. Hasta ahora ha cundido en nuestra sociedad la mentalidad de “sálvese quien pueda”. Por ello, este ejemplo de solidaridad que dan los médicos es digno de encomio.
Pero no se trata de una solidaridad sin argumentos. En el pronunciamiento se cuestiona la validez científica del dictamen del Instituto de Medicina Forense, en este sentido afirman que “carece de necropsia que soporte los criterios vertidos…dicho dictamen es presunto y especulativo, basado exclusivamente en documentos, lo cual resta todo fundamento de objetividad que debe aportar la medicina forense”.
Pero en el pronunciamiento no se limitan al momento presente sino que van más allá pues consideran que las normas de auditoría médica vigentes “vulneran nuestra dignidad, perjudican nuestro trabajo y lesionan la integridad profesional del médico involucrado” exigen en consecuencia al Ministerio de Salud “que las normas de auditoría médica se actualicen y adapten a la realidad en que vivimos, y que se restituya a los médicos el legítimo derecho a la defensa”. Por ello, “exigen a las autoridades pertinentes una revisión de los procesos judiciales para asegurar un trato justo a los profesionales de la salud eventualmente denunciados, con el fin de que puedan realizar su defensa apegada al derecho, al tiempo que los jueces puedan contar con todos los elementos de juicio basados en evidencia científica, con protocolos actualizados y pruebas físicas que sustenten adecuadamente los dictámenes forenses”.
Por otra parte, demandan que se resuelva a la mayor brevedad “la situación de la ley creadora del Colegio de Médicos y Cirujanos de Nicaragua”, la cual –esto lo agrego yo- se encuentra engavetada en la Asamblea Nacional por la voluntad de la corrupta dirigencia enquistada en los sindicatos orteguistas de la salud.
Me llama poderosamente la atención que, a pesar de tratarse de una toma de posición sobre un caso concreto, las asociaciones suscriptoras del pronunciamiento evaden la miopía de ceñirse a sus intereses particulares y asumen como meta alcanzar “un sistema de salud que otorgue garantías a pacientes y médicos, dentro del proceso salud/enfermedad con el que se enfrentan a diario los usuarios, trabajadores y profesionales de la salud”. Es categórica su afirmación: “Deben existir condiciones que promuevan el bienestar de usuarios y prestadores de servicios sin distingo de ningún tipo.”
Tampoco los médicos dejan de lado el entorno en que se desarrolla su trabajo ya que su punto de partida es reconocer “la difícil situación que atraviesa nuestro Sistema de Salud, el Sistema de Justicia, y otras instituciones…”.
(Por supuesto, por ser otro el propósito del presente artículo, no abordo aquí la atención que reciben los pacientes en las previsionales, ni sus causas; tampoco en el sistema público de salud).
Desde hace décadas, los profesionales, que son un componente esencial de la clase media, han estado sin voz, sin representación y sin gravitación. Ojalá y que esta campanada de los médicos despierte a otros gremios profesionales. Nunca será suficiente repetir “Derecho que no se defiende es derecho que se pierde”.
Obviamente, no basta con repetir la frase. Es perentorio actuar en consecuencia.
Joshy Castillo
Don Enrique porque estas asociaciones medicas, hasta ahora que ven afectados a uno de ellos, resaltan todas esas cuestiones: condiciones de trabajo, dignidad, integridad profesional, normas, ahora exigen, cuando lo hicieron antes, hablan del Colegio de Medicos, cuando lo hicieron antes, ahora hablan de bienestar de los usuarios cuando los medicos en este pais se han convertido en mercenarios, el que mejor les paga, asi meten la cuchilla. Este comunicado es para curarse en salud, para que el dia que a uno de ellos le pase algo asi, el resto los acuerpe. Quien habla por la difunta, una doctora tambien, nadie se acuerda de ella, donde quedo su afectacion, mejor dicho su muerte?
jesaenz
Hola Joshy. Yo me cuidé muy especialmente de pronunciarme sobre el caso específico porque no dispongo de los elementos de juicio que me permitan dar una opinión. Me referí en concreto al pronunciamiento de las asociaciones médicas y creo que hay una explicación: estamos en un régimen que no tiene el menor escrúpulo en reprimir cualquier esfuerzo de acción colectiva que no se encuentre bajo su control. Desbarataron, con triquiñuelas de un tipo y de otro, a la organización de los médicos prosalarios. Disponen de los instrumentos de poder que permiten intimidar, cooptar o castigar, así que yo considero positiva que, ¡al fin! se produzca un gesto de solidaridad y de voz unificada del gremio. Pienso que es un avance pues, como escribí en mi FB, sólo con el despertar de los sectores medios podrán contagiarse otros sectores. Y los profesionales somos una expresión esencial de la clase media. Saludos,
triniteño
Tiene usted mucha razón, silenciosamente por el momento hay que plantear las situaciones de toda índole para después pasarlas al plano colectivo.
joshycastillo
El problema don Enrique es que esas acciones quedan disminuidas por intereses políticos. Para quedar bien con el poder, bailan al son que les tocan. Los médicos saltaron no por solidaridad don Enrique, brincaron porque vieron afectados sus intereses, no por otras razones.
jesaenz
Sin duda, un polémico con distintos ángulos…
Joshy Castillo
Don Enrique porque estas asociaciones medicas, hasta ahora que ven afectados a uno de ellos, resaltan todas esas cuestiones: condiciones de trabajo, dignidad, integridad profesional, normas, ahora exigen, cuando lo hicieron antes, hablan del Colegio de Medicos, cuando lo hicieron antes, ahora hablan de bienestar de los usuarios cuando los medicos en este pais se han convertido en mercenarios, el que mejor les paga, asi meten la cuchilla. Este comunicado es para curarse en salud, para que el dia que a uno de ellos le pase algo asi, el resto los acuerpe. Quien habla por la difunta, una doctora tambien, nadie se acuerda de ella, donde quedo su afectacion, mejor dicho su muerte?
jesaenz
Hola Joshy. Yo me cuidé muy especialmente de pronunciarme sobre el caso específico porque no dispongo de los elementos de juicio que me permitan dar una opinión. Me referí en concreto al pronunciamiento de las asociaciones médicas y creo que hay una explicación: estamos en un régimen que no tiene el menor escrúpulo en reprimir cualquier esfuerzo de acción colectiva que no se encuentre bajo su control. Desbarataron, con triquiñuelas de un tipo y de otro, a la organización de los médicos prosalarios. Disponen de los instrumentos de poder que permiten intimidar, cooptar o castigar, así que yo considero positiva que, ¡al fin! se produzca un gesto de solidaridad y de voz unificada del gremio. Pienso que es un avance pues, como escribí en mi FB, sólo con el despertar de los sectores medios podrán contagiarse otros sectores. Y los profesionales somos una expresión esencial de la clase media. Saludos,
triniteño
Tiene usted mucha razón, silenciosamente por el momento hay que plantear las situaciones de toda índole para después pasarlas al plano colectivo.
joshycastillo
El problema don Enrique es que esas acciones quedan disminuidas por intereses políticos. Para quedar bien con el poder, bailan al son que les tocan. Los médicos saltaron no por solidaridad don Enrique, brincaron porque vieron afectados sus intereses, no por otras razones.
jesaenz
Sin duda, un polémico con distintos ángulos…
Hugo J. Velez Astacio
Estimado Enrique, si nos referimos al «Pronunciamiento» de la Asociación Medica Nicaraguense, aparecida ayer lunes 6 de octubre en La Prensa, pag. 11, mi lectura fue otra.
Una breve mención de «respeto, solidaridad y oraciones a la familia de la doctora Karina Peña Lopez (Q.E.P.D.)», para después en varios puntos con espacio amplio, el señalamiento de una serie a anomalías, fallas y limitaciones, sin obviar la falta de voluntad de los responsables de gobierno de atender con prioridad, los problemas de los sistemas relacionados a la Salud, para justificar con esperanza que culmine con un dictamen, que sus colegas acusadas, no son culpables, señalando muy sutilmente en un punto anterior, que la doctora Peña Lopez murió de una determinada causa (pancreatitis aguda), y no por negligencia en su atención, deja mucho que desear.
De lo básico de lo anterior, observo:
1.- No conllevando dolo la responsabilidad de las supuestas responsables acusadas, sino supuesta negligencia en sus acciones como médicos, lo que cabía era solicitar que el JUICIO, por la delicadeza del asunto, en que intervienen no solo factores internos, subjetivos, externos y circunstanciales, se garantizara el respeto y consideración asi como la defensa amplia y suficiente, donde la sentencia conllevara la mejor ponderación posible, con el objeto que la misma sentencia responda con verdadera y clara JUSTICIA. O sea impartir Justicia sin sesgo alguno. Mis respetos amplios a las doctoras, hacia quienes parto del reconocimiento del principio de inocencia. Mi tristeza, dolor y solidaridad a la familia de la doctora Peña Lopez. La doctora Karina Peña Lopez mi mejor sentimiento.
2.- Sin invalidar y mucho menos menospreciar la mención de las anomalías serias de los sistemas de Salud y de Justicia imperantes, los mismos no pueden justificar la supuesta negligencia en la atención medica de la doctora Peña Lopez. Se impone ante todo un juicio sin perturbaciones en que impere la Justicia, en donde dicho pronunciamiento de la Asociación no influya en el Juez de la causa. Estando en tiempo del proceso del juicio espero haya sido lo anterior (influir en el Juez), el verdadero motivo de dicho Pronunciamiento, y espero que todo lo anterior sea motivo para que la Asociacion, se muestre firme en beneficio de la salud del pueblo en general, para impulsar la superación del nivel de calidad de atención medica, con la erradicación de las anomalías indicadas.
Saludos
Hugo
Hugo J. Velez Astacio
Estimado Enrique, si nos referimos al «Pronunciamiento» de la Asociación Medica Nicaraguense, aparecida ayer lunes 6 de octubre en La Prensa, pag. 11, mi lectura fue otra.
Una breve mención de «respeto, solidaridad y oraciones a la familia de la doctora Karina Peña Lopez (Q.E.P.D.)», para después en varios puntos con espacio amplio, el señalamiento de una serie a anomalías, fallas y limitaciones, sin obviar la falta de voluntad de los responsables de gobierno de atender con prioridad, los problemas de los sistemas relacionados a la Salud, para justificar con esperanza que culmine con un dictamen, que sus colegas acusadas, no son culpables, señalando muy sutilmente en un punto anterior, que la doctora Peña Lopez murió de una determinada causa (pancreatitis aguda), y no por negligencia en su atención, deja mucho que desear.
De lo básico de lo anterior, observo:
1.- No conllevando dolo la responsabilidad de las supuestas responsables acusadas, sino supuesta negligencia en sus acciones como médicos, lo que cabía era solicitar que el JUICIO, por la delicadeza del asunto, en que intervienen no solo factores internos, subjetivos, externos y circunstanciales, se garantizara el respeto y consideración asi como la defensa amplia y suficiente, donde la sentencia conllevara la mejor ponderación posible, con el objeto que la misma sentencia responda con verdadera y clara JUSTICIA. O sea impartir Justicia sin sesgo alguno. Mis respetos amplios a las doctoras, hacia quienes parto del reconocimiento del principio de inocencia. Mi tristeza, dolor y solidaridad a la familia de la doctora Peña Lopez. La doctora Karina Peña Lopez mi mejor sentimiento.
2.- Sin invalidar y mucho menos menospreciar la mención de las anomalías serias de los sistemas de Salud y de Justicia imperantes, los mismos no pueden justificar la supuesta negligencia en la atención medica de la doctora Peña Lopez. Se impone ante todo un juicio sin perturbaciones en que impere la Justicia, en donde dicho pronunciamiento de la Asociación no influya en el Juez de la causa. Estando en tiempo del proceso del juicio espero haya sido lo anterior (influir en el Juez), el verdadero motivo de dicho Pronunciamiento, y espero que todo lo anterior sea motivo para que la Asociacion, se muestre firme en beneficio de la salud del pueblo en general, para impulsar la superación del nivel de calidad de atención medica, con la erradicación de las anomalías indicadas.
Saludos
Hugo
Aura Lila
Todos los rios van al mismo mar…y los que no procedan de acuerdo a la corriente, terminan siendo al final «retrasados en las maranosas orillas». Ya veremos resultado procesal de esto. Seamos honestos aunque sea una vez…y no pensemos que habra justicia alguna como no ha habido en NINGUN CASO ANTERIOR. Loable gesto de los «Galenos» y esperemos que mantengan palabra y accion correspondiente a sus sagrados principios y derechos. Es y deberia ser seria reflexion para corregir errores e impulsar mejor calidad de atencion para toda la poblacion.
Aura Lila
Todos los rios van al mismo mar…y los que no procedan de acuerdo a la corriente, terminan siendo al final «retrasados en las maranosas orillas». Ya veremos resultado procesal de esto. Seamos honestos aunque sea una vez…y no pensemos que habra justicia alguna como no ha habido en NINGUN CASO ANTERIOR. Loable gesto de los «Galenos» y esperemos que mantengan palabra y accion correspondiente a sus sagrados principios y derechos. Es y deberia ser seria reflexion para corregir errores e impulsar mejor calidad de atencion para toda la poblacion.
Hugo J. Velez Astacio
Estimado Enrique
Complementando mi nota anterior.
La Asociación Medica emite ese Pronunciamiento, no tanto porque se imparta Justicia, sino buscando influir en el Juez, porque tres de sus miembros podrían verse afectados con una sentencia adversa. El paciente queda en segundo plano. La Doctora Peña Lopez, muy a pesar ser también medico, para el caso del Pronunciamiento, la doctora Peña Lopez es tratada simple y solo como una paciente, olvidándose que ella miembro de la Asociación y que se vio afectada funestamente por una supuesta negligencia.
Lo anterior es motivado por una re-lectura del Pronunciamiento, que finaliza únicamente pidiendo Justicia para sus tres actuales miembros, olvidándose de la Doctora Peña Lopez.
Saludos
Hugo
Carmen Aviles
Estimada Joshy. No le conozco personalmente pero si de su labor periodística. He de decirle que soy Medico y como tal lamento mucho su opinión, siendo Usted una connotada periodista . No comparto su visión, porque desafortunadamente este caso en particular se ha desvirtuado de lo que realmente pudo haber pasado y que hoy sabríamos si y solo si, tuviésemos una autopsia por un equipo experto. Cuando estudie Cirugía General se leía en el gran libro de Sabiston EL PANCREAS NO ES SU AMIGO. Eso para di mencionar la gravedad que representa una enfermedad aguda del páncreas. Generalizar y calificarnos a los Médicos como mercenarios me parece que no es saludable ni ético, viniendo de una persona publica como Usted. Como en todo hay Médicos excelentes , con una gran calidad humana y entrega total a sus pacientes como los hay mediocres que ven equivocadamente en la medicina la oportunidad de lucrarse . Objetivo que pese a los intentos y el desacredito nunca se obtiene. Yo al menos no conozco en mi gremio un Medico adinerado.
Pero de las Doctoras involucradas en este desafortunado caso he de hacerle saber que son personas de gran calidad humana, excelentes en su profesión con postgrado en el extranjero que les ha costado únicamente a ellas. Si el día de hoy Usted o alguien en su familia, Enfermara de una patología Cardiaca que ameritara de una Cirugía Corazon abierto probablemente no se le podría resolver y su pronostico seria fatal, pues una de las Doctoras a quien se le imputa este caso es la única y primera primera perfucionista de este país, especialista en manejar la maquina de circulación extracorporea en cirugía de corazón abierto , con mas de 400 casos exitosos por el equipo Quirúrgico del cual forma parte. ( uno de estos casos exitosos el de mi padre) . Si usted no enfermara del corazón y el día de hoy necesitara un procedimiento de Medicina Nuclear, por un cáncer de mama, o de tiroides o algún diagnostico cardiovascular, lamentablemente Usted tampoco lo recibiría porque otra de las Medicas en este caso es Una reconocida Internista con sub Especialidad en Medicina Nuclear y la única que esta dentro del sistema de salud. Así que me Estimada Joshy , Esta situación trasciende mas allá de la posibilidad de ver y querer destruir la vida profesional y personal de tres connotadas Medicas que actuaron correctamente, ante una grave enfermedad que lamentablemente tuvo un desenlace fatal. Esta situación,Trasciende a una gran cantidad de pacientes que seguramente demandaran y que actualmente estan demandando procedimientos de alto costo que estan fuera del alcance porque estas especialistas estan limitadas de poder servir lo que tendrá consecuencias fatales, para los pacientes que requieren estos procedimientos. Seguramente el día de mañana que Usted amerite la atención de un galeno le atenderá con amor y calidad humana y pondrá todo de si mismo para conseguir su curación , ese es siempre nuestro éxito, ver un paciente sanado, y nunca recordara ese desafortunado comentario, pues estamos formados para hacer el bien.No omito expresar nuevamente mi solidaridad para esta madre que por la mediatizaron del caso y la manipulación del mismo le ha sido tan doloroso procesar su duelo.
Saludes.
Carmen Aviles
Estimada Joshy. No le conozco personalmente pero si de su labor periodística. He de decirle que soy Medico y como tal lamento mucho su opinión, siendo Usted una connotada periodista . No comparto su visión, porque desafortunadamente este caso en particular se ha desvirtuado de lo que realmente pudo haber pasado y que hoy sabríamos si y solo si, tuviésemos una autopsia por un equipo experto. Cuando estudie Cirugía General se leía en el gran libro de Sabiston EL PANCREAS NO ES SU AMIGO. Eso para di mencionar la gravedad que representa una enfermedad aguda del páncreas. Generalizar y calificarnos a los Médicos como mercenarios me parece que no es saludable ni ético, viniendo de una persona publica como Usted. Como en todo hay Médicos excelentes , con una gran calidad humana y entrega total a sus pacientes como los hay mediocres que ven equivocadamente en la medicina la oportunidad de lucrarse . Objetivo que pese a los intentos y el desacredito nunca se obtiene. Yo al menos no conozco en mi gremio un Medico adinerado.
Pero de las Doctoras involucradas en este desafortunado caso he de hacerle saber que son personas de gran calidad humana, excelentes en su profesión con postgrado en el extranjero que les ha costado únicamente a ellas. Si el día de hoy Usted o alguien en su familia, Enfermara de una patología Cardiaca que ameritara de una Cirugía Corazon abierto probablemente no se le podría resolver y su pronostico seria fatal, pues una de las Doctoras a quien se le imputa este caso es la única y primera primera perfucionista de este país, especialista en manejar la maquina de circulación extracorporea en cirugía de corazón abierto , con mas de 400 casos exitosos por el equipo Quirúrgico del cual forma parte. ( uno de estos casos exitosos el de mi padre) . Si usted no enfermara del corazón y el día de hoy necesitara un procedimiento de Medicina Nuclear, por un cáncer de mama, o de tiroides o algún diagnostico cardiovascular, lamentablemente Usted tampoco lo recibiría porque otra de las Medicas en este caso es Una reconocida Internista con sub Especialidad en Medicina Nuclear y la única que esta dentro del sistema de salud. Así que me Estimada Joshy , Esta situación trasciende mas allá de la posibilidad de ver y querer destruir la vida profesional y personal de tres connotadas Medicas que actuaron correctamente, ante una grave enfermedad que lamentablemente tuvo un desenlace fatal. Esta situación,Trasciende a una gran cantidad de pacientes que seguramente demandaran y que actualmente estan demandando procedimientos de alto costo que estan fuera del alcance porque estas especialistas estan limitadas de poder servir lo que tendrá consecuencias fatales, para los pacientes que requieren estos procedimientos. Seguramente el día de mañana que Usted amerite la atención de un galeno le atenderá con amor y calidad humana y pondrá todo de si mismo para conseguir su curación , ese es siempre nuestro éxito, ver un paciente sanado, y nunca recordara ese desafortunado comentario, pues estamos formados para hacer el bien.No omito expresar nuevamente mi solidaridad para esta madre que por la mediatizaron del caso y la manipulación del mismo le ha sido tan doloroso procesar su duelo.
Saludes.
Manuel
Diputado: Lo bueno de este caso no es que los médicos se solidaricen y se defiendan entre ellos, puesto que eso ha ocurrido desde siempre. Lo bueno de este caso es que la madre de la doctora Peña López está ejerciendo un derecho que tenemos todos los pacientes de ser bien diagnosticados, bien tratados y bien curados. Este derecho, como no se ha ejercido, lo hemos venido perdiendo y la negligencia, la ignorancia y el desinterés se ha apoderado de muchos «profesionales» de la medicina porque nadie les señala sus errores.
Y aquí es donde, reitero, está lo bueno del caso: en la postura firme y valiente de la madre de la doctora Peña a quienes sus colegas no defienden porque parece que a quienes hay que defender es a los colegas que están vivos, y no a los colegas o a los pacientes que murieron por falta de una buena atención.
Obviamente que en medicina hay casos muy graves y muy difíciles los cuales, por muy excelente que haya sido la atención, no escapan de la muerte. Pero a eso es a lo que se debe apuntar: a lograr esa excelencia en la atención que guarde la mayoría de las vidas y que se rinda ante la muerte después de haber agotado sus mejores recursos.
Pero, ¿ese es el caso en Nicaragua? Pareciera que no porque muchos médicos, por distintas causas, dejan mucho que desear y dan una atención «por encimita» a sus pacientes.
Por ello es que aplaudo la parte del pronunciamiento de los gremios médicos que exigen normas de auditoría actualizadas que deben estar acompañadas de protocolos actualizados y de un estricto control de calidad. Es más, debe haber un basta ya a la desidia médica que, por poner un ejemplo reciente, confunde una colitis con una apendicitis y hace una operación quirúrgica innecesaria. Basta ya a la inmunidad que se ha venido creando alrededor de ciertos médicos ineptos y peseteros que se atienen a que no hay reclamos de parte de los pacientes o de los deudos de los pacientes. Eso es lo bueno de este caso.
Igual que usted, diputado, deseo que haya «un juicio justo tanto para los familiares de la occisa como para las acusadas, con pleno respeto de los derechos y garantías de ambas partes», y que salga beneficiada la verdad y el trabajo bien hecho.
Manuel
Diputado: Lo bueno de este caso no es que los médicos se solidaricen y se defiendan entre ellos, puesto que eso ha ocurrido desde siempre. Lo bueno de este caso es que la madre de la doctora Peña López está ejerciendo un derecho que tenemos todos los pacientes de ser bien diagnosticados, bien tratados y bien curados. Este derecho, como no se ha ejercido, lo hemos venido perdiendo y la negligencia, la ignorancia y el desinterés se ha apoderado de muchos «profesionales» de la medicina porque nadie les señala sus errores.
Y aquí es donde, reitero, está lo bueno del caso: en la postura firme y valiente de la madre de la doctora Peña a quienes sus colegas no defienden porque parece que a quienes hay que defender es a los colegas que están vivos, y no a los colegas o a los pacientes que murieron por falta de una buena atención.
Obviamente que en medicina hay casos muy graves y muy difíciles los cuales, por muy excelente que haya sido la atención, no escapan de la muerte. Pero a eso es a lo que se debe apuntar: a lograr esa excelencia en la atención que guarde la mayoría de las vidas y que se rinda ante la muerte después de haber agotado sus mejores recursos.
Pero, ¿ese es el caso en Nicaragua? Pareciera que no porque muchos médicos, por distintas causas, dejan mucho que desear y dan una atención «por encimita» a sus pacientes.
Por ello es que aplaudo la parte del pronunciamiento de los gremios médicos que exigen normas de auditoría actualizadas que deben estar acompañadas de protocolos actualizados y de un estricto control de calidad. Es más, debe haber un basta ya a la desidia médica que, por poner un ejemplo reciente, confunde una colitis con una apendicitis y hace una operación quirúrgica innecesaria. Basta ya a la inmunidad que se ha venido creando alrededor de ciertos médicos ineptos y peseteros que se atienen a que no hay reclamos de parte de los pacientes o de los deudos de los pacientes. Eso es lo bueno de este caso.
Igual que usted, diputado, deseo que haya «un juicio justo tanto para los familiares de la occisa como para las acusadas, con pleno respeto de los derechos y garantías de ambas partes», y que salga beneficiada la verdad y el trabajo bien hecho.
Ezra Morgan
El tema de la necesidad la formación del colegio medico no es nuevo, yo entre a la UNAN Managua 1984 y desde entonces el tema esta en el tapete.
No tengo todos los elementos del caso pero como médico puedo compartir una pareja de pensamientos :
1- ningún médico quiere causarle daño a otra persona
2- no es la primera vez que un médico es hospitalizado gravemente. Aunque se esta enjuiciando a estas 3 doctoras yo estoy seguro que una nube de médicos compañeros de la colega fallecida estuvo alrededor de ella y ellos saben muy bien que se hizo o no.
3- cualquier médico con algunos años de experiencia les podría decir que en medicina 2+2 no es siempre igual a 4. El cuerpo humano y las enfermedades se comportan de manera impredecible y arbitraria.
4 – se juzga a 3 personas, cuales son las posibilidades de que los 3 medicos se equivoquen al mismo tiempo en el manejo? No es imposible, pero muy difícil, sobre todo considerando que la paciente fallecida era médico y sus amistades personales siendo médicos hubiesen notado si algo estaba mal en el manejo y deberían de haber intervenido si fuese ese el caso..
Es triste como algunas personas leen un poco de temas médicos en un website y creen que ya lo saben todo sobre medicina. Si así fuese no hubiese necesidad de ir a la universidad, educarse y obtener experiencia , bastaría usar una computadora ( hasta un chimpancé lo puede hacer, no es así? ). Es triste el poco respeto que hay por la profesión médica en nuestro país, aunque esto no es un fenómeno aislado en Latinoamérica debido a los bajos índices de educación.
Si hubo error médico se debe penalizar. Pero quien determine eso deber ser una o varias personas con experiencia y educación en el campo médico, de allí la necesidad de un colegio médico.
Cierto, hay muchos médicos que dejan que desear con su pobre preparación académica.
Yo tengo compañeros de carrera de los cuales no me dejaría tocar un pelo, pero desgraciadamente este es el resultado de políticas populistas en las cuales se definió que cantidad era mucho mejor que calidad, directivas administrativas en las cuales una afiliación política vale mas que un examen reprobado. Que se podría esperar como resultado de estas desiciones de tipo político . Hay una expresión popular que dice » perro no come perro» y entre nosotros los médicos sabemos quien es quien, quien se gano su título a pulso y quien se lo gano fuera del aula de clases.
Si hubo realmente un mal manejo entonces las personas culpables deben responder por ello. Si ese no es el caso se debe parar el amarillismo periodístico.
Hay un componente político en todo esto? Creo que los dueños de el hospital salud integral son los mismos dueños fundadores de la UAM, de la cual fueron despojados por el gobierno de turno, mismos que ahora públicamente piden que el gobierno intervenga dicho hospital?
Acá hay mucha tela por cortar…
Ezra Morgan
El tema de la necesidad la formación del colegio medico no es nuevo, yo entre a la UNAN Managua 1984 y desde entonces el tema esta en el tapete.
No tengo todos los elementos del caso pero como médico puedo compartir una pareja de pensamientos :
1- ningún médico quiere causarle daño a otra persona
2- no es la primera vez que un médico es hospitalizado gravemente. Aunque se esta enjuiciando a estas 3 doctoras yo estoy seguro que una nube de médicos compañeros de la colega fallecida estuvo alrededor de ella y ellos saben muy bien que se hizo o no.
3- cualquier médico con algunos años de experiencia les podría decir que en medicina 2+2 no es siempre igual a 4. El cuerpo humano y las enfermedades se comportan de manera impredecible y arbitraria.
4 – se juzga a 3 personas, cuales son las posibilidades de que los 3 medicos se equivoquen al mismo tiempo en el manejo? No es imposible, pero muy difícil, sobre todo considerando que la paciente fallecida era médico y sus amistades personales siendo médicos hubiesen notado si algo estaba mal en el manejo y deberían de haber intervenido si fuese ese el caso..
Es triste como algunas personas leen un poco de temas médicos en un website y creen que ya lo saben todo sobre medicina. Si así fuese no hubiese necesidad de ir a la universidad, educarse y obtener experiencia , bastaría usar una computadora ( hasta un chimpancé lo puede hacer, no es así? ). Es triste el poco respeto que hay por la profesión médica en nuestro país, aunque esto no es un fenómeno aislado en Latinoamérica debido a los bajos índices de educación.
Si hubo error médico se debe penalizar. Pero quien determine eso deber ser una o varias personas con experiencia y educación en el campo médico, de allí la necesidad de un colegio médico.
Cierto, hay muchos médicos que dejan que desear con su pobre preparación académica.
Yo tengo compañeros de carrera de los cuales no me dejaría tocar un pelo, pero desgraciadamente este es el resultado de políticas populistas en las cuales se definió que cantidad era mucho mejor que calidad, directivas administrativas en las cuales una afiliación política vale mas que un examen reprobado. Que se podría esperar como resultado de estas desiciones de tipo político . Hay una expresión popular que dice » perro no come perro» y entre nosotros los médicos sabemos quien es quien, quien se gano su título a pulso y quien se lo gano fuera del aula de clases.
Si hubo realmente un mal manejo entonces las personas culpables deben responder por ello. Si ese no es el caso se debe parar el amarillismo periodístico.
Hay un componente político en todo esto? Creo que los dueños de el hospital salud integral son los mismos dueños fundadores de la UAM, de la cual fueron despojados por el gobierno de turno, mismos que ahora públicamente piden que el gobierno intervenga dicho hospital?
Acá hay mucha tela por cortar…
Melanio Enrique
Claro Don Enrique, usted en su afán de criticar al gobierno politiza cualquier manifestación pública y está en su derecho, como está en su derecho la asociación de médicos de defender a sus agremiados. Pero el punto es la calidad de servicio que estas clínicas le brindan al asegurado, y eso que la difunta era médico, que tal con los simples trabajadores que recurren, con todo derecho, en busca de salud. A pesar de ser asegurado, en mis emergencias médicas, he preferido ponerme en manos del sistema público de salud (primero en manos de Dios).
Melanio Enrique
Claro Don Enrique, usted en su afán de criticar al gobierno politiza cualquier manifestación pública y está en su derecho, como está en su derecho la asociación de médicos de defender a sus agremiados. Pero el punto es la calidad de servicio que estas clínicas le brindan al asegurado, y eso que la difunta era médico, que tal con los simples trabajadores que recurren, con todo derecho, en busca de salud. A pesar de ser asegurado, en mis emergencias médicas, he preferido ponerme en manos del sistema público de salud (primero en manos de Dios).
violeta
yo solo quiero decir queen cada uno de los que ha escrito hay razon, nadie puede tener la razon y la verdad completa, admiro a esa madre que ha hecho de todo para que la muerte de su hija sea un motivo para cambiar las malas practicas de los medicos y clinicas inescrupulosas, al menos por un tiempo, porque luego se vuelve a lo mismo, miles de personas sufren maltrato al busacr asistencia m{edica ,incluso cuando es privada, pero con este caso ,se siente que hay refexión. Lo mejor es practicar la medicina preventiva y sacarse el historial de la familia para saber de que puede padecer. Asi hay una pequeña posibilidad de no ser parte de esos dramas humanos.
violeta
yo solo quiero decir queen cada uno de los que ha escrito hay razon, nadie puede tener la razon y la verdad completa, admiro a esa madre que ha hecho de todo para que la muerte de su hija sea un motivo para cambiar las malas practicas de los medicos y clinicas inescrupulosas, al menos por un tiempo, porque luego se vuelve a lo mismo, miles de personas sufren maltrato al busacr asistencia m{edica ,incluso cuando es privada, pero con este caso ,se siente que hay refexión. Lo mejor es practicar la medicina preventiva y sacarse el historial de la familia para saber de que puede padecer. Asi hay una pequeña posibilidad de no ser parte de esos dramas humanos.
Ezra Morgan
Carta de un abogado a los médicos.
Los títeres del arte de curar, marionetas de obras sociales, hospitales y sistemas prepagos de atención, hospitales y sistemas prepagos de atención medica trabajan donde y como pueden. Su responsabilidad social hace funcionar las instituciones y su irresponsabilidad personal los lleva a exponerse inútilmente. El día en que ellos, verdaderos médicos por vocación, dejen de pensar tanto en el paciente, en su capacitación profesional a cualquier costo, en las instituciones para las que trabajan, y tomen conciencia de lo mucho que arriesgan en cada acto médico, ese día la atención del país se paralizará. Porque solo un demente, alguien que ha perdido la facultad de discernir entre la bondad y la estupidez, puede aceptar la responsabilidad de barajar una vida humana cuando un sistema perverso y carente en todo sentido NO le brinda la seguridad y tranquilidad necesarias para trabajar como corresponde.
Porque el médico que asume la responsabilidad en un acto quirúrgico, que se somete al estrés de desplegar su arte sobre un paciente dormido, que asume la lucha contra la enfermedad ajena, que desafía a la muerte sabiendo que no siempre triunfará y que acepta hacerlo por la vergonzosa remuneración que el sistema le asigna; ese medico no es bueno, es ¡estúpido!, es alguien que consume toda su inteligencia en el cadalso de su ofrenda personal hacia un prójimo que no le reconoce el esfuerzo. Agotada su paciencia, ya no puede ver que un error, aunque involuntario, le puede costar su patrimonio, su bienestar, su salud. Este suicida altruista figura en todas las cartillas de los sistemas prepagos de atención médica. Trabaja en los hospitales nacionales, provinciales o municipales, superado por un aluvión de pacientes que envejece haciendo colas y recibe atención francamente deficitaria.
Deambula por clínicas y sanatorios juntando monedas para poder subsistir. Este médico, suicida por vocación, inteligente para el prójimo y descerebrado para sí mismo, bueno y estúpido a la vez, responsable ante la sociedad e irresponsable ante su familia, es la carne de cañón, el centro del blanco de la industria de la mal praxis. Todo abogado sabe que en este sistema perverso, tan carente de recursos, tan manoseado por inescrupulosos enriquecidos a costa de la salud, el medico es el hilo fino mas fácil de cortar, el candidato ideal para exprimir, el ingenuo mas liviano de sacudir para rescatar las monedas que llevan en lo bolsillos.
Lo que pocos se han puesto a pensar, es que en definitiva este ensañamiento médico, que no discrimina entre idóneos e incapaces, entre buenos y malos, decentes y envilecidos comerciantes, es fundamentalmente perjudicial para el paciente. La comunidad toda empieza a sufrir las consecuencias cuando el médico capacitado, con experiencia, con reconocido prestigio entre sus colegas, empieza a “esquivar” la patología difícil, esa donde arriesga TODO y gana poco. El médico que cuida sus espaldas -obviamente- discrimina por necesidad. La comunidad toda sufre esta realidad, al verse privada de la idoneidad y la experiencia de sus mejores médicos. Porque los mejores, también los mas inteligentes, rápidamente ven la necesidad de dar un paso al costado para no exponerse. Si bien es cierto que algunos médicos no están acostumbrados a responsabilizarse por sus acciones, también es cierto que la inmensa mayoría, no tendría que trabajar en las actuales circunstancias. Arriesgan mucho sin ganar nada. Porque si un cirujano tiene que afrontar un juicio por mal praxis, la demanda supera en miles de veces la remuneración de su trabajo. Una intervención de USD $120 puede convertirse en un juicio de USD $120,000. Así las cosas, los sistemas prepagos de atención medica, circular mediante, solicitan a sus médicos fotocopia de la póliza de seguro suscrita. Ellos, al mejor estilo de Poncio Pilato, pretenden que el médico, con centavos que le asignan por su trabajo, contrate un seguro de mala praxis. De esta manera, los líderes de la medicina prepago se cubren de los errores del servicio que dicen brindar. Logran su cometido sin sacrificar un solo centavo de sus arcas. Con los aranceles vigentes, ningún médico puede asegurarse contra mala praxis. Con el temor a la mala práctica, ninguno puede trabajar como debería.
El auge de este tipo de juicios no es culpa de los abogados. Ellos, que son muchos y también deben subsistir, han visto las falencias del sistema que colocan al médico en la primera línea de fuego. Como frágil fusible de una máquina sanitaria en constante corto circuito, el médico salta y se quema. Gane o pierda, con o sin justicia, con razón o sin ella, el médico debe pagar. La sociedad parece ensañada con los encargados de velar por la salud.
Todos y cada uno debemos ser responsables de nuestros actos. Los errores deben ser asumidos y la impunidad desterrada. Estos grandes objetivos no pueden tener vigencia unilateral. La vida del paciente vale tanto como la del médico.
Por el bien de todos, la legislación debe proteger tanto a uno como al otro.
Autor: Anónimo.
Ezra Morgan
Carta de un abogado a los médicos.
Los títeres del arte de curar, marionetas de obras sociales, hospitales y sistemas prepagos de atención, hospitales y sistemas prepagos de atención medica trabajan donde y como pueden. Su responsabilidad social hace funcionar las instituciones y su irresponsabilidad personal los lleva a exponerse inútilmente. El día en que ellos, verdaderos médicos por vocación, dejen de pensar tanto en el paciente, en su capacitación profesional a cualquier costo, en las instituciones para las que trabajan, y tomen conciencia de lo mucho que arriesgan en cada acto médico, ese día la atención del país se paralizará. Porque solo un demente, alguien que ha perdido la facultad de discernir entre la bondad y la estupidez, puede aceptar la responsabilidad de barajar una vida humana cuando un sistema perverso y carente en todo sentido NO le brinda la seguridad y tranquilidad necesarias para trabajar como corresponde.
Porque el médico que asume la responsabilidad en un acto quirúrgico, que se somete al estrés de desplegar su arte sobre un paciente dormido, que asume la lucha contra la enfermedad ajena, que desafía a la muerte sabiendo que no siempre triunfará y que acepta hacerlo por la vergonzosa remuneración que el sistema le asigna; ese medico no es bueno, es ¡estúpido!, es alguien que consume toda su inteligencia en el cadalso de su ofrenda personal hacia un prójimo que no le reconoce el esfuerzo. Agotada su paciencia, ya no puede ver que un error, aunque involuntario, le puede costar su patrimonio, su bienestar, su salud. Este suicida altruista figura en todas las cartillas de los sistemas prepagos de atención médica. Trabaja en los hospitales nacionales, provinciales o municipales, superado por un aluvión de pacientes que envejece haciendo colas y recibe atención francamente deficitaria.
Deambula por clínicas y sanatorios juntando monedas para poder subsistir. Este médico, suicida por vocación, inteligente para el prójimo y descerebrado para sí mismo, bueno y estúpido a la vez, responsable ante la sociedad e irresponsable ante su familia, es la carne de cañón, el centro del blanco de la industria de la mal praxis. Todo abogado sabe que en este sistema perverso, tan carente de recursos, tan manoseado por inescrupulosos enriquecidos a costa de la salud, el medico es el hilo fino mas fácil de cortar, el candidato ideal para exprimir, el ingenuo mas liviano de sacudir para rescatar las monedas que llevan en lo bolsillos.
Lo que pocos se han puesto a pensar, es que en definitiva este ensañamiento médico, que no discrimina entre idóneos e incapaces, entre buenos y malos, decentes y envilecidos comerciantes, es fundamentalmente perjudicial para el paciente. La comunidad toda empieza a sufrir las consecuencias cuando el médico capacitado, con experiencia, con reconocido prestigio entre sus colegas, empieza a “esquivar” la patología difícil, esa donde arriesga TODO y gana poco. El médico que cuida sus espaldas -obviamente- discrimina por necesidad. La comunidad toda sufre esta realidad, al verse privada de la idoneidad y la experiencia de sus mejores médicos. Porque los mejores, también los mas inteligentes, rápidamente ven la necesidad de dar un paso al costado para no exponerse. Si bien es cierto que algunos médicos no están acostumbrados a responsabilizarse por sus acciones, también es cierto que la inmensa mayoría, no tendría que trabajar en las actuales circunstancias. Arriesgan mucho sin ganar nada. Porque si un cirujano tiene que afrontar un juicio por mal praxis, la demanda supera en miles de veces la remuneración de su trabajo. Una intervención de USD $120 puede convertirse en un juicio de USD $120,000. Así las cosas, los sistemas prepagos de atención medica, circular mediante, solicitan a sus médicos fotocopia de la póliza de seguro suscrita. Ellos, al mejor estilo de Poncio Pilato, pretenden que el médico, con centavos que le asignan por su trabajo, contrate un seguro de mala praxis. De esta manera, los líderes de la medicina prepago se cubren de los errores del servicio que dicen brindar. Logran su cometido sin sacrificar un solo centavo de sus arcas. Con los aranceles vigentes, ningún médico puede asegurarse contra mala praxis. Con el temor a la mala práctica, ninguno puede trabajar como debería.
El auge de este tipo de juicios no es culpa de los abogados. Ellos, que son muchos y también deben subsistir, han visto las falencias del sistema que colocan al médico en la primera línea de fuego. Como frágil fusible de una máquina sanitaria en constante corto circuito, el médico salta y se quema. Gane o pierda, con o sin justicia, con razón o sin ella, el médico debe pagar. La sociedad parece ensañada con los encargados de velar por la salud.
Todos y cada uno debemos ser responsables de nuestros actos. Los errores deben ser asumidos y la impunidad desterrada. Estos grandes objetivos no pueden tener vigencia unilateral. La vida del paciente vale tanto como la del médico.
Por el bien de todos, la legislación debe proteger tanto a uno como al otro.
Autor: Anónimo.