¿Qué es el presupuesto general de la república?
Es el principal instrumento económico que tiene en sus manos un gobierno. En el presupuesto se incluyen todos los ingresos y los gastos que tiene el estado. Por eso se divide en dos partes, el presupuesto de ingresos y el presupuesto de gastos.
El presupuesto de ingresos está formado por los fondos que percibe el estado, principalmente en concepto de impuestos. Todos pagamos impuestos aunque a veces no nos demos ni cuenta. Si encendemos una lámpara, si compramos una bolsa de agua en un semáforo, un par de zapatos o una galleta, en el precio van metidos los impuestos. También pagan impuestos los asalariados, sobre su sueldo; y los empresarios, sobre sus ganancias. Y aquí empieza el embrollo: unos pagan menos de lo que deberían de pagar y otros pagan más de lo que deberían; hay otros que deberían pagar y no pagan.
¿Quién decide esto? Fácil: “El que tiene más galillo traga más pinol”. O sea: Los poderosos resuelven quien paga más y quién paga menos.
El presupuesto de ingresos también incluye las donaciones y créditos que otorgan al gobierno países y organizaciones internacionales, y el pago por los servicios que prestan algunas instituciones públicas.
La otra parte del presupuesto son los gastos: el pago a los maestros, el mantenimiento de las carreteras, la amortización de la deuda pública, la policía, el ejército, las medicinas, los hospitales, para mencionar algunos rubros. Aquí, nuevamente, decide quien tiene el poder. En el caso de Nicaragua, por ejemplo, el dinero que se gasta en arbolatas ya no puede gastarse en medicinas; la plata que se asigna al Consejo Supremo Electoral ya no puede destinarse a las escuelas.
Ordinariamente la ley del presupuesto se aprueba cada año, sin embargo es usual que a mitad de año se hagan ajustes considerando las variaciones que puedan producirse en los ingresos o en la ejecución de los gastos. A esos ajustes se le llama reforma presupuestaria y deben ser aprobados por la Asamblea Nacional.
La reforma presupuestaria del 2014
El jueves 28 de agosto el orteguismo aprobó una disminución en los gastos contemplados en el presupuesto del 2014, con el argumento de que las recaudaciones serían menores en 3077 millones de córdobas en relación a lo que se había calculado recaudar.
Entre las causas de esa disminución los voceros del régimen señalan la disminución del crecimiento económico, la reducción de las importaciones, el impacto de la sequía y los temblores de semana santa. Por consiguiente procedieron a cortar gastos en diversos rubros, principalmente a las alcaldías, a educación, formación técnica y salud.
Agregaron los paniaguados del régimen que esos gastos no afectaban a la población porque estaban quitando la “grasa” del presupuesto.
¿Son ciertos los argumentos del régimen orteguista?
Lo primero que debemos establecer son las causas de la disminución de las recaudaciones.
El gobierno ha anunciado que en el 2014 el Producto Interno Bruto aumentará entre el 4% y el 4.5%, esto es, una disminución de entre 0.5% y 1% en relación a las previsiones iniciales ¡Pero la caída en las recaudaciones supera el 7%! Es notorio que hay una desproporción entre ambas cifras. Si deletreamos concluimos que no es cierto que la caída en las recaudaciones obedezca a la “desaceleración de la economía”.
Entonces ¿cuál es la causa? Sencillos ejercicios de correlación estadística muestran que a partir de la entrada en vigencia de la llamada Ley de Concertación Tributaria, el ritmo al que crecían las recaudaciones se hizo más lento, en comparación con el ritmo de crecimiento de las actividades económicas. Esto significa que esa Ley tiene mucho que ver con la caída en las recaudaciones.
¿Y cuál es esa Ley de Concertación Tributaria? La ley que acordaron en secreto el gobierno y la cúpula del gran capital, mediante la cual impusieron un nuevo régimen fiscal. Así, los viejos ricos y los nuevos ricos en contubernio se recetaron una disminución del impuesto a las ganancias: Antes era del 10% y ellos se bajaron al 5%. Además, eliminaron impuestos a más de 400 productos, la mayoría de los cuáles sólo ellos consumen. Vean qué bonito: coles de Bruselas, cañas de pescar, cerezas, mesas para billar, salmones, ciruelas, bañeras, palos de golf…ya no pagan el llamado impuesto selectivo de consumo.
Y vean qué casualidad, precisamente en el impuesto sobre la renta la disminución en las recaudaciones es de 1459 millones de córdobas, y en el impuesto selectivo de consumo es de 865 millones de córdobas. ¿No les parece una casualidad demasiado extraña?
Resulta evidente entonces que es el impacto de la ley de concertación tributaria la causa de la disminución de las recaudaciones. Ciertamente, el gobierno podría demostrar que esto no es verdad si tuviera una evaluación del impacto de la Ley de Concertación Tributaria. Pero todavía no la tiene. Y han pasado dos años. O la tiene, pero no la quiere enseñar.
¿Y quiénes son los paganos de la fiesta?
Por razones de espacio no podemos hacer un análisis exhaustivo, procuraré utilizar los ejemplos más resaltantes:
1. Al ministerio de educación se le reducen 108 millones, de los cuales 72 millones estaban destinados a la reparación y rehabilitación de escuelas de preescolar, primaria y secundaria. A esto hay que sumar 45 millones de córdobas que fueron reasignados a otros fines. En total casi 120 millones de córdobas no se invertirán en escuelas.
Todos hemos visto en los medios de comunicación a los chavalos recibiendo clase bajo carpas o árboles, en escuelas sin agua potable, o sin servicios higiénicos o con el techo cayendo sobre sus cabezas. Esos son los paganos de la fiesta. Además, los albañiles, carpinteros, ingenieros, constructores que ya no podrán tener un empleo.
De manera mañosa los paniaguados del régimen han afirmado que esos gastos se cancelaron porque las licitaciones no pudieron concretarse. O sea, además de mentirosos, ineficientes. Y si recordamos las licitaciones amañadas con empresas sin experiencia que terminaron dejando a medio palo la construcción de escuelas uno fácilmente llega a la conclusión de que además de mentirosos e inútiles, también son turbios.
2. Al ministerio de salud le redujeron 108 millones, de los cuales 41 estaban destinados a la reparación de centros de salud y hospitales, incluyendo el Hospital Alemán, en Managua, y el hospital de Jinotega. Igual, además del perjuicio a los enfermos que seguirán siendo atendidos en condiciones miserables, una cantidad de trabajadores que podía haber participado en la construcción, ya no tendrá empleo.
3. En el caso de las alcaldías la reducción fue de 175 millones, de los cuales 164 son en gastos de capital, esto es, construcciones, reparaciones de calles, obras comunitarias. Otra vez, además de la afectación a la ciudadanía, nuevamente hay gente que podía haber tenido un empleo y ahora ya no lo tendrá.
4. Al Consejo Supremo Electoral se le redujeron 3 millones de córdobas. Los comentarios en este caso se los dejo al lector.
Rigoberto Artola
Bien Dicho, Enrique mas elecuente no podia ser., esa es la realidad de mi pueblo, y no lo dolorosos para mi que los mas afectados no protestan, creo que por falta de direccion., te agradezco tu protesta y te sigo de cerca., Saludes.
Rosario Duarte Herrera
Tambien, muchas gracias. Siempre es una gran ganacia ser instruidos en temas como éstos. Qué podemos hacer?