En bala, fritos o molidos, con arroz, refritos, solitarios, en sopa, en gallopinto, con huevo, o con lo que sea, los frijoles son parte de la dieta diaria de los nicaragüenses. Aunque los datos varían en función de las mediciones de distintos organismos, un estimado promedio del consumo por cabeza oscila alrededor de cincuenta libras anuales.
Quienes han estado fuera del país seguramente no me dejarán mentir: cuando uno lleva unos cinco días más allá de nuestras fronteras, los frijoles compiten con la familia en las añoranzas del espíritu y en las apetencias del cuerpo. Al regreso, después de los abrazos y saludos de rigor, viene casi siempre la pregunta: ¿hay frijoles?
Y no podía ser de otra manera, está comprobado que el frijol es originario de América y, sorpréndase usted al igual que yo cuando lo supe: el frijol rojo es genéticamente originario del territorio de Nicaragua. Lean lo que escribía el cronista Oviedo allá en el año 1535 “Yo he visto en la provincia de Nangrando (que es en Nicaragua a la costa del mar del Sur), coger a centenares las fanegas de estos frijoles…”. En otras palabras, antes de que Nicaragua existiera como país, ya el frijol había echado aquí sus raíces. Perfectamente podríamos llamarnos “frijolandia”.
De acuerdo al censo agropecuario más reciente, se registran 138 mil unidades de producción que cultiva frijoles, principalmente en Jinotega, RAAN, RAAS, Nueva Segovia y Matagalpa. Quienes producen nuestros frijoles son s fundamentalmente pequeños productores. Demás está decir que además de pequeños son productores pobres.
Toda esta larga introducción para referirme al atraco que hemos sufrido los nicaragüenses con el acaparamiento de la producción de frijoles que en un cortísimo tiempo duplicó el precio. En enero estaba a 11 córdobas la libra, en mayo subió a 22 córdobas. A los productores se les pagó, según diversos testimonios, entre 600 y 700 córdobas el quintal. Y según datos del Banco Central, en el 2013 se sembraron 358 mil manzanas se produjeron casi cinco millones de quintales. Suficiente grano para cubrir la demanda nacional y exportar.
Es obvio entonces que la escasez ficticia que disparó el precio es resultado del acaparamiento y la especulación. Esa es tarea de animales grandes, en poder y en dinero.
¿Quiénes son los especuladores?
¿Cuantos millones sacaron del bolsillo de los consumidores y se los echaron a la bolsa?
Aunque nadie puede dudar que quedaran impunes y en la oscuridad es bueno recordar que el agiotaje es un delito: “El que en perjuicio de otro, alce o baje el precio de mercaderías, valores o tarifas en el mercado, mediante negociaciones fingidas, noticias falsas, acaparamiento….será sancionado con prisión de uno a tres años e inhabilitación especial por el mismo período para ejercer cargo, profesión, oficio, industria o comercio…la pena de prisión será de tres a ocho años si se trata de servicios públicos, artículos básicos de primera necesidad o medicamentos” (artículo 268 del código penal).
También es delito provocar desabastecimiento: “Quien con el propósito de obtener un beneficio económico, provoque el desabastecimiento total o parcial o una situación de escasez en el mercado, mediante acaparamiento u ocultación, destrucción de mercadería o interrupción injustificada de servicios, será sancionado con trescientos a seiscientos días de multa y prisión de uno a tres años e ihabilitación especial por el mismo período para ejercer profesión, oficio, industria o comercio. Se impondrá la pena de seiscientos a mil días de multa y tres a cinco años de prisión e inhabilitación especial por el mismo período para ejercer profesión, oficio, industria o comercio, cuando se trate de servicios públicos, productos alimenticios, medicinas o cualquier otro artículo de consumo básico o de primera necesidad” (artículo 269 código penal).
Otras preguntas que surgen es ¿Por qué ENABAS no actuó mientras el precio se disparaba? ¿Complicidad o ineficiencia? ¿Por qué están vendiendo el llamado “frijol solidario” a 16 córdobas la libra, que es un cien por ciento más que el precio al que compró a los productores?
Sobre estas preguntas y para que nos arda un poquito más la herida veamos las perlas –en realidad no es otra cosa que una cínica burla a los nicaragüenses- que se encuentran escritas en la página web de ENABAS sobre la misión de esa institución:
“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, a través de la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos, Enabas, cumpliendo con el sagrado compromiso con el pueblo nicaragüense garantiza la seguridad alimentaria de la población gracias a los 3,817 puestos de distribución y las relaciones justas entre el campo y la ciudad en el contexto de igualdad y justicia social.
Enabas, es una herramienta de defensa de la economía familiar tanto del campo como de la ciudad, y de incidencia en los precios justos de los principales productos de la canasta básica además de mantener reservas ante cualquier fenómeno social o desastres naturales”.
No voy a emitir ninguna conclusión. Solamente les proporcionaré los siguientes datos para que ustedes hagan sus propios juicios:
- En el 2013 ALBA Alimentos (ALBALINISA) se ocupó el quinto lugar entre los mayores exportadores del país, encima incluso de la Nicaragua Sugar.
- En el 2014, al mes de abril lleva un mayor ritmo: ha exportado 36 millones de dólares mientras en el 2013 en el mismo período llevaba 22 millones. Es pues una empresa próspera, expresión patente de la economía socialista, cristiana y solidaria.
aura lila
Diputado, lo que pasa es que se han dado cuenta que la exportacion del frijol es de mejor precio que el arroz…solo para darle idea, en California, la libra del frijol rojo nuestro esta a casi $3.00, «EUREKAAA» ganancia mas facil sin importar que el pueblo prosiga desnutrido. Todos sabemos del mega negocio de ellos. No es cierto de escaces alguna, esta almacenado para el mejor «pagador» en dolaritos. Saludos.
jesaenz
Por ahí va la historia, Aura Lila.
jesaenz
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