El bachiller Pérez Valdivia se definía a sí mismo con “el venerable y ocurrente anciano”. Cada noche, al terminar el último noticiero, en Radio Corporación, el bachiller nos deleitaba con un comentario siempre de fondo, pero siempre envuelto en picardía, humor y agudeza…uuhhh, hace no sé cuántos años. Allá, donde se encuentre gozando de la dicha eterna, quiero pedirle permiso…