Los extranjeros que visitan Managua por primera vez suelen declarar que hay dos características de la ciudad que inmediatamente llaman la atención: la basura y el verdor. De tanto verlas, ya no las vemos. En mi caso, hasta que me toca acompañar a algún visitante y escucho sus comentarios y exclamaciones vuelvo a percatarme de lo linda que podría ser Managua, con un poquito de corazón…
El bachiller Pérez Valdivia se definía a sí mismo con “el venerable y ocurrente anciano”. Cada noche, al terminar el último noticiero, en Radio Corporación, el bachiller nos deleitaba con un comentario siempre de fondo, pero siempre envuelto en picardía, humor y agudeza…uuhhh, hace no sé cuántos años. Allá, donde se encuentre gozando de la dicha eterna, quiero pedirle permiso…