Hace algún tiempo fui invitado a visitar un barrio, aquí en Managua, a una reunión con jóvenes. Asistieron unos veinte chavalos, todos menores de veinte años. La hora de la reunión (¡las dos de la tarde!) me llamó la atención porque, de entrada, significaba que no trabajaban. La duda era si estudiaban. Esa duda se disipó rápidamente: ni…