Uno de los tradicionales puntos de referencia de nuestra capital ha sido el cerro Motastepe.
Para quienes viajábamos desde los departamentos, entrando por la carretera sur o por la carretera vieja a León, la indicación de que estábamos llegando a Managua era ver el cerrito, pequeño pero de elegantes líneas geométricas, como un centinela que vigilaba los límites de su territorio.