En una casa insospechada de una calle también insospechada del barrio Monseñor Lezcano quedaba el tal vez más pintoresco centro nocturno de la Managua pos-terremoto. A pesar de la sencillez de sus atuendos y de que no alcanzó gran notoriedad reunió un show musical todavía irrepetido. Funcionó a fines de los noventa.
Amenizaban dos conjuntos con unos vocalistas de primera. Fue allí donde se…