En la “noche buena” y en las celebraciones de año nuevo menudean los deseos de ventura y prosperidad. Con la llegada de enero terminan los buenos deseos y comienzan las crudas realidades.
Todo comienzo de año es propicio para plantearse metas o renovar propósitos. Sobre todo es propicio para reavivar nuestras esperanzas.
Independientemente de la condición económica o…