Historias de ayer y de hoy

Legados de don Enrique

Por lo general, los legados imperecederos de quienes llegan a ocupar la presidencia de la república, se construyen durante el ejercicio de la presidencia. En el caso de Nicaragua es extremadamente difícil dejar legados presidenciales para la posteridad, porque el que asume el poder, invariablemente adopta de inmediato la siniestra política de abolir, denigrar o demoler las realizaciones del gobierno precedente.

En este sentido, el caso del ingeniero Enrique Bolaños es singular. Los legados que está dejando para la posteridad, los está construyendo como ex presidente. Y no es exageración utilizar la calificación de legados para la posteridad, porque sus obras recientes tienen un valor que habrán de reconocer y apreciar cada vez más las generaciones venideras. No es nuestro propósito realizar aquí un balance sobre su gobierno.

La primera de estas obras es la biblioteca digital Enrique Bolaños. Miles y miles de valiosos documentos, revistas y libros al alcance de cualquier interesado. Escritos de autores nacionales relevantes, documentos, leyes, Gacetas, Constituciones, Tratados, estadísticas, estudios. Y algunas colecciones completas de publicaciones sobre nuestra historia que simplemente no pueden encontrarse en otros sitios. Por ejemplo, allí están todos los ejemplares de la Revista Conservadora, todos los ejemplares de la llamada Colección Somoza. En fin. Un verdadero tesoro. Edificado con esmero, perseverancia y acuciosidad. Y hay que decirlo, nadie se mete a una tarea semejante sin un sentimiento profundo de patria. Recordemos que don Enrique se encuentra ya en los noventa años.

El otro legado de don Enrique es el libro que acaba de publicar sobre la Historia de Nicaragua con el título “La lucha por el poder. El poder o la guerra”. 500 páginas nos recetó el expresidente con un relato documentado sobre los aconteceres en nuestro país desde 1821, año de nuestro nacimiento como nación, hasta el año 2006.

Se equivocan quienes piensen que se trata de una obra discursiva o retórica. No. Aquí hay datos, documentos y citas de obras de reconocidos historiadores, nacionales y extranjeros. Por supuesto, como todo libro de historia, tiene como punto de partida la propia perspectiva del autor y, siendo así, abre espacios de debate.

¿Qué motivos tuvo el expresidente para dedicar estos años a escribir sobre historia?

Dejemos que él nos lo diga:

“Porque Nicaragua me importa, me he atrevido a escribir este libro sobre la incesante lucha violenta fratricida por el poder político, tema que considero como el principal causante de haber llevado y mantenido a Nicaragua, por muchos años de su vida independiente, hasta hoy, en el último lugar como el país más pobre de América Latina”.

Y agrega el autor: “El mirar el pasado no es para averiguar cómo podemos cambiarlo, el pasado es inalterable, sino para derivar lecciones de nuestras actuaciones que nos sirvan de guía en futuras decisiones para futuras acciones…quien no sabe de dónde viene y dónde está, no sabe a dónde ir, y no llegará a ninguna parte”.

Para que tengamos una idea de lo azaroso y violento de nuestra historia, en el libro se sostiene que entre 1838, año de nuestra constitución como estado unitario y soberano, hasta el 2007, en 170 años se han producido 111 cambios de gobierno. Se han decretado 52 amnistías por delitos políticos.

¿Cuáles han sido las causas?

Don Enrique atribuye la principal responsabilidad a los caudillos y sostiene lo siguiente:

“La historia evidencia que la conducta que revelan los caudillos o dirigentes de partidos políticos en su búsqueda del poder los convierte en hombres que empobrecen en todo aspecto, a todos en el país, por estar al acecho del sillón del poder…Quieren el poder político para atornillarse de por vida en el sillón del poder ejecutivo y como el asaltante, también quedarse con el atraco.

Este proceder, agrega el expresidente, parece haber servido de modelo para fraguar el prototipo de la conducta política del nicaragüense: unos, en sus afanes de ascender al poder viven al acecho amenazante con hacer la guerra: conspiraciones, asonadas, revoluciones, contiendas armadas, complots, golpes de estado, sediciones, asesinatos…todo para quitarte a vos para ponerme yo, mientras que los que ya alcanzaron el poder, amenazan y hacen la guerra con encarcelamientos, destierros a lugares dentro o fuera del país, confiscación de patrimonios, torturas, asesinatos, juicios y mil otras maneras, inclusive la misma conflagración armada, para que no se te ocurra intentar quitarme el poder.”

Por supuesto, esta cadena de conflictos tiene un costo. Citemos un ejemplo:
“…en 1950 el producto per cápita de Nicaragua era similar al de Taiwán, al de Costa Rica y Panamá. En el 2015, el PIB per cápita de Taiwán 22 mil, costa rica once mil 200, panamá 13300 ¿y Nicaragua? 2100.

El caudillismo y las confrontaciones nos han salido caros.

No tengo ningún motivo ni interés en congraciarme con don Enrique, pero lo que es, es, y debo expresar mi reconocimiento al esfuerzo del Ingeniero Bolaños. Está dejando dos plantas sembradas para la posteridad. Queremos también invitar a que correspondamos a ese esfuerzo y hagamos el intento de adentrarnos en la historia de nuestro país. Solo conociéndola encontraremos la fuerza, la inspiración y sobre todo la ruta para edificar un nuevo camino de concordia, libertades y prosperidad compartida.

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