Hoy 22 de abril se celebra a nivel mundial el “Día Internacional de la Madre Tierra”.
Hay todo un debate en los planos filosófico, académico, económico, político y social sobre la necesidad de construir una armonía del ser humano con su hábitat. Todas las ciencias se encuentran comprometidas, desde las más impensadas como la física y la química, pasando por la biología, la sociología, economía, ingeniería, meteorología, oceanografía, para mencionar algunas.
Nuevos conceptos y nuevas concepciones están en pleno desarrollo. En el plano filosófico se cuestiona el paradigma del excepcionalismo, que considera que el ser humano no forma parte del medio ambiente sino que es dueño del planeta. “Solemos olvidar que nosotros no tejimos la tela de la vida, sino que somos un mero hijo de esa tela. Lo que hagamos a la tela nos lo hacemos a nosotros mismos” declaraba un líder indígena.
En el plano económico se critican los fundamentos científicos de la teoría económica neoclásica, que ha servido de base al actual sistema económico, depredador y destructivo.
Casi todos los ecosistemas del planeta llevan la marca de la presencia humana. La humanidad ha influido en todos los aspectos del entorno terrestre en una escala masiva, a un punto tal que comienza a hablarse de una nueva era geológica: el antropoceno.
Miles y miles de documentos se han escrito; miles, quizá millones, de anuncios, miles de proyectos y miles de foros se han dedicado a lo que se plantea ya como la capacidad de sobrevivencia de la especie humana sobre el planeta. Sin embargo, tal como van las cosas, pareciera que marchamos de manera irreversible a la degradación de la madre tierra.
Pero más acá de los debates en esos elevados círculos, a los que debemos atender, se trata de un asunto sobre el que debemos reflexionar, en lo concreto y, sobre todo, actuar, a escala local. En nuestro entorno inmediato. A veces se ve como un problema de otros, o un problema de largo plazo. Pero la preservación de nuestro hábitat no es solamente una cuestión de foros, proyectos y declaraciones. Ni algo que nada más concierne a las futuras generaciones.
Es un problema de nosotros. Aquí. Y ahora.
Cierto es que hay una dimensión global, donde nuestra incidencia es mínima y solamente sufrimos los efectos negativos, como el cambio climático, la contaminación de los mares, el estrechamiento de la biodiversidad.
Pero también hay una dimensión inmediata, material, que tiene que ver con nuestra vida diaria y donde sí podemos incidir y transformar.
Cuando botamos basura y desperdicios en los cauces, en predios vacíos o en la calle, estamos dañando nuestro presente y nuestro futuro. Porque esa basura es fuente de mosquitos, moscas, ratones y otros vectores que dañan directamente nuestra salud. Y de gastos que podrían utilizarse para otros fines.
Cuando deforestamos o despalamos, estamos dejando sin protección los suelos. Esos suelos se erosionan con las lluvias y los vientos, perdiendo la capa vegetal. Al Perder fertilidad la producción es menor, los ingresos disminuyen y la pobreza crece.
Pero además, el despale influye en la temperatura ambiental, en el secamiento de los ríos y en la aniquilación de las fuentes de agua.
Cuando contaminamos los ríos, dejando ahí excretas, desperdicios y residuos químicos, estamos poniendo en riesgo a otros pobladores, privándolos y privándonos del vital líquido y acabando con la fauna acuática. Como los ríos van a parar al mar, afectamos las especies marinas, reduciendo las posibilidades de ingresos para quienes viven de la pesca.
Cuando se construyen, como en Managua, urbanizaciones sin medir el impacto ambiental, estamos acabando con las fuentes de agua y preparando condiciones para desastres naturales, como las inundaciones. Esta es una amenaza que se cierne sobre miles de managuas.
Cuando pescamos con bombas o fuera del período de veda, tenemos pescados para hoy, hambre para mañana.
El problema es que cuando tiramos una bolsa la actitud habitual es, una bolsa más, una bolsa menos, no hace daño. Cuando tiramos la basura en un cauce pensamos que una carretada más, una carretada menos, no hace daño. Pero no es así la cosa. Porque si todos pensamos y actuamos así, como en efecto ocurre, no es una bolsa sino que miles de bolsas; no es una carretada de basura, sino que miles de carretadas.
Y así, minuto a minuto, día a día, atentamos contra nuestra salud, la de nuestras familias y vecinos, y la de la población en general. Atentamos contra las fuentes de agua y fuentes de vida. Contra nuestros ingresos y en contra de las posibilidades de mejorar nuestra condición de vida.
Atentamos en contra de nuestro presente y en contra de nuestro futuro.
Se trata entonces de cambiar de mentalidad. Y un cambio de actitud. Tenemos que educar a nuestros niños, pero también a los adultos, comenzando por nuestras familias y nuestros vecinos. Y la mejor forma es con el ejemplo.
Velar por la vida y salud de nuestra madre tierra es también velar por nuestra salud y nuestra propia vida. Comencemos ahora, día de la Madre Tierra.
Aura Lila
Que precioso seria ver brigadas de ninos plantando arboles por doquier y que sepan lo importante que es cuidar del sistema que nos regala dia a dia, vida. Promover premios para vecindarios que cuiden el ambiente, su higiene personal y habitacional contribuiria a su salud.
Aura Lila
Que precioso seria ver brigadas de ninos plantando arboles por doquier y que sepan lo importante que es cuidar del sistema que nos regala dia a dia, vida. Promover premios para vecindarios que cuiden el ambiente, su higiene personal y habitacional contribuiria a su salud.
ANavarreteC
Maravilloso sería para la humanidad dejar por aparte la ambición individual del hombre y luchar juntos por dejar de explotar algunos recursos naturales (como el oro por ejemplo) para no seguir destruyendo la biodiversidad que nos queda y preservar nuestro hogar, la tierra, para las futuras generaciones…ellas también tienen derechos desde ahora. Saludos.
ANavarreteC
Maravilloso sería para la humanidad dejar por aparte la ambición individual del hombre y luchar juntos por dejar de explotar algunos recursos naturales (como el oro por ejemplo) para no seguir destruyendo la biodiversidad que nos queda y preservar nuestro hogar, la tierra, para las futuras generaciones…ellas también tienen derechos desde ahora. Saludos.
Manuel Salvador
La educación sigue siendo la clave en este y todos los problemas de la vida y del desarrollo humano. ¿Se puede mantener a la población debidamente informada si a duras penas sabe leer?
Manuel Salvador
La educación sigue siendo la clave en este y todos los problemas de la vida y del desarrollo humano. ¿Se puede mantener a la población debidamente informada si a duras penas sabe leer?
Nikarahuak Yacinto de La Roca
Doctor SAENZ
Para que vea lo minisculo e insignificante que es la humanidad asi que nuestro grano de arena denominado «Planeta Tierra» y en donde tres cuartas partes son agua !
Vaya al enlace siguiente y vera lo ridiculo que somos como especie en «vias de extincion» :
http://htwins.net/scale2/lang.html
Nikarahuak Yacinto de La Roca
Doctor SAENZ
Para que vea lo minisculo e insignificante que es la humanidad asi que nuestro grano de arena denominado «Planeta Tierra» y en donde tres cuartas partes son agua !
Vaya al enlace siguiente y vera lo ridiculo que somos como especie en «vias de extincion» :
http://htwins.net/scale2/lang.html