Tres mensajes del Obispo Silvio Báez
Como parte de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos se realizaron en Nicaragua varias actividades. Una de ellas fue un acto litúrgico promovido por la Asociación Pro Derechos Humanos de Nicaragua, ANPDH, y por la Comisión Permanente de Derechos Humanos, CPDH. La misa fue celebrada por Monseñor Silvio Báez y se realizó en la iglesia El Carmen.
¿Quién estaba en primera fila? Fabio Gadea Mantilla. Don Fabio carga sobre sus espaldas más de ochenta años de edad y sigue ofreciendo a los nicaragüenses ejemplos de valor y de valores.
El sábado, diez de diciembre, el CENIDH, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, que es otra de las organizaciones nacionales promotoras de derechos humanos, organizó una marcha animada, colorida y concurrida que transitó por varias calles de Managua.
¿Quiénes encabezaban la marcha bajo el inclemente sol de las diez de la mañana?
Carlos Tunnerman, otro nicaragüense que carga sobre sus espaldas más de ochenta años de edad, y Vilma Núñez de Escorcia, quien ya bordea los ochenta años.
¿Por qué los menciono? Por dos razones.
La primera es que estos tres nicaragüenses, Tünnerman, Fabio Gadea y la Doctora Núñez nos demuestran que la edad no mengua los principios, ni el compromiso con el país, ni la voluntad de manifestarse, y que la edad no es obstáculo para proclamar: ¡Derecho que no se defiende es derecho que se pierde!
En definitiva nos ofrecen un testimonio de espíritu de lucha y de fortaleza moral que bien haríamos en imitar. Para quienes reclaman espacios de participación: En estos campos hay vastos espacios.
La segunda razón es porque el testimonio de estos tres nicaragüenses resulta idóneo para introducirnos a los mensajes que compartió Monseñor Báez. En realidad, expresó muchos a lo largo de su homilía, pero una vez finalizada la misa, quiso enfatizar en tres mensajes que son los que nos permitiremos compartir.
El primero fue cuidar el corazón, como una metáfora de cuidar nuestra conciencia. Para tener la autoridad de criticar a los demás debemos a la par cuidar nuestros propios actos.
Un mensaje que está vivamente expresado en el pasaje bíblico:
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”
No podemos acusar a los otros de conductas que nosotros repetimos. No hay mejor discurso que el testimonio personal. Y no se trata de callarnos, agregó Monseñor, porque nadie es perfecto, sino de esmerarnos por cuidar nuestra propia conducta. Y predicar con el ejemplo.
El segundo mensaje del obispo Báez fue: No tengan miedo. El miedo se ha vuelto un negocio. Hay gente que negocia con el miedo. Y el miedo está relacionado con el mensaje anterior. Si tenemos cola que nos pisen, será más fácil que nos pongan precio y sucumbir a causa del miedo. Si Jesús hubiera pactado con Pilatos o con Herodes no habría muerto en la cruz, ilustró Monseñor. No tener miedo, menos aún a decir y proclamar la verdad.
En cuanto a este mensaje, se encuentra ante nosotros el ejemplo de Francisca Ramírez. Doña Chica, como ya se le conoce en todo el país. Doña Chica, nos ofrece el testimonio del valor para enfrentar la arbitrariedad, superar la intimidación, la represión y las adversidades para defender los derechos. Doña Chica es un ejemplo de valor. De no tener miedo cuando se trata de defender nuestros derechos.
A propósito de derechos humanos y de doña Chica, todos debemos apuntar nuestro dedo a los mandos de la policía nacional: Porque tienen la fuerza ¿se creen con la facultad de atropellar los derechos de los nicaragüenses? Porque tienen la fuerza ¿se creen impunes para atropellar a una humilde mujer? La justicia tal vez tarde, pero llegará.
El tercer mensaje del obispo Báez fue: No perdamos la esperanza. Es imperativo volver a soñar. Podemos tener un mejor país.
El papa Francisco expresó que a veces “nos sentimos perdidos y también un poco desanimados porque nos encontramos impotentes y nos parece que esta oscuridad no va a terminar nunca”. La vida puede ser hermosa, enseña Francisco, si conservamos la esperanza.
Y es el llamado que nos hizo el obispo Báez. No perder la esperanza.
Reiteremos pues los tres mensajes del respetado y querido pastor religioso: Cuidar nuestro corazón. No tener miedo. Y mantener la esperanza.
Monseñor Baez es hombre claro.
Saludos Enrique.
Enviado desde mi Windows Phone
________________________________