Anoche se me antojó comer fritanga. No resistí la tentación y me dirigí a una situada a pocas cuadras de mi casa. Mala suerte. Sólo quedaban unas cascaritas de tajadas, unas alitas de pollo sequitas y poco más. La señora me dijo que todo se había acabado rápido, que estaban haciendo otra tanda, pero tendría que esperarla. Ya eran casi las ocho y media, me dejé aconsejar por el hambre y…
Tengo el carro en el taller así que no podía trasladarme al lugar donde usualmente voy a trotar. Resolví entonces correr alrededor de la laguna de Tiscapa. En las primeras de cambio me topé con dos jóvenes, cada uno con un pitbull, sin máscara, controlados por un cordel. Pasaron sin novedad aunque me pareció una imprudencia temeraria porque en esa zona circulan miles de personas. Más…
¿Hay en la Managua de hoy un sitio parecido al Farolito? No se. No puedo dar testimonio porque ya en mi retiro de aquellos tiempos no me queda circunstancia para correrías (Yo soy yo y mi circunstancia, nos repite Ortega y Gasset: Por cierto, mientras más lo leo, menos me gusta).
Quienes no pudieron conocer El Farolito imaginen un lugar envuelto en suave penumbra. En un segundo piso. Discreto.
La visita que realicé hoy a Expica fue desafortunada. Sufrí un percance inesperado. Comprobé que cuando te va a ocurrir una fatalidad, te ocurre independientemente de las precauciones que tomés. En el minuto previo a que ocurra un incidente, uno no puede siquiera imaginar qué le puede suceder en el minuto subsiguiente. Así es la vida.
¿Qué me pasó? …me cagó una vaca!
Aquí va la…