Considerando que no todos mis amigos y amigas son usuarios de Twitter, decidí compartir los twitter que envié durante la procesión de San Domingo, el pasado primero de agosto.
Quienes me conocen de otros tiempos saben que asisto a esta procesión no por devaneos políticos. Asisto desde antes de meterme al berenjenal de la política. Es una herencia de mi abuelita que me llevaba a todas las procesiones cuando estaba pequeño. No puedo escuchar un son de chicheros porque se me agita la sangre en las venas, no exagero.
Y para quienes no lo imaginan, voy en mera procesión, junto a la gente, bailando o caminando.
En mi opinión participar en esta festividad es una oportunidad inestimable para conocer a los nicaragüenses, al menos a los managuas: desde su composición étnica, pasando por su devoción o su paganismo, hasta sus alegrías y sus tristezas (he visto lágrimas cuando reciben o despiden al Santo, de alegría y de tristeza), las diferencias de clase, el éxtasis que provoca el baile al son de tambores y chicheros, la algarabía de la pólvora, la agonía de los promesantes en aquellas subidas a rodilla pelada hasta llegar a la iglesia. Lo que comen, lo que beben.
También se palpa el retrato de la economía del país y su estructura social. Lo que venden, lo que compran (sombreros, chancho con yuca, imágenes y motivos religiosos, tajadas, collares, vigorón, cervezas, pulseras, agua helada, algodón azucarado, gaseosas, abanicos de mano, pintura de uñas, carne asada y pollo, pelotas de colores, vaho, dulcería, pan, en fin, lo imaginable y no imaginable). La mecateada que se pegan mujeres, jóvenes y hombres vendiendo de todo y acarreando por kilómetros aquellos carretones.
Pero este no es un ensayo de antropología. Aquí van los mensajes enviados en distintos momentos a lo largo del trayecto:
• El sol ardiente y la piel eriza….voy escuchando ¡Ese toro no sirve! En plena procesión de Santo Domingo
• Me pican los pies de las ganas de bailar…aquí van los chicheros del “Bar los Gemelos” y hasta saxofón llevan.
• Ahorita está bajando el Santo por la bajadita de “La Morita”…qué sabroso este río de gente. ¡Viva Santo Domingo!
• ¡Imposible no bailar! ¡Imposible no gritar! ¡Quien dijo miedo! ¡Viva Santo Domingo!
• Qué rico esto…empujás y te empujan, apretás y te aprietan…sol, sudor y olor a pueblo
• Llegamos al cruce de la Centroamérica, increíble, Santo Domingo va bailando al son del Palo de Mayo
• Está bailando el santo antes de entrar en la diagonal de Altamira, qué “cueterío” ¡Cuidado con los “cuetes”!
• Ahora vamos con el son de los Ahuizotes. Masaya en Managua. ¡Viva San Jerónimo! ¡Viva Santo Domingo!
• ¡Imposible no bailar! ¡Imposible no gritar! Parece que va a ser también imposible no lanzarse una cervecita
• Necesito otra bailadora de compañera. La que traje me acaba de pedir cacao…
• ¡Llegamos a la Vicky! La bailada a esta hora y con este sol es para el desmayo
• Uf! Salimos de la Vicky y vamos para adelante
• ¡Por fin una sombrita! Yo que soy negrito después de esta asoleada quedo azul tirando a morado
• Quien no ha presenciado el momento en que la imagen desemboca en la principal de Altamira no sabe lo que es el paroxismo, ya estamos cerca
• Cada año paso por la casa de Chale Benavente, cerca de la principal de Altamira, después del “refresco” de rigor ¡El paroxismo! ¡Estoy en el centro de la marea de gente! Y los bombazos aturden
• Al son de “la pringamosa” nos acercamos a la rotonda de Santo Domingo
• Lo dije yo que me iban a hacer m… la camisa, era verde, ahora es verde moteada en negro
• Llegamos a la rotonda de Santo Domingo
• ¡Aquí está la comisionada Granera! Hace algunos años la vi caminando junto a la imagen. Ahora se acerca con un muro de antimotines y policías.
• Llevo los zapatos como brasas, no se si voy a aguantar
• Este tramo no es para cobardes ni para falsos conversos: ¡llegamos al “gancho de camino”!
• Ya lo subieron al barco!
• Hasta aquí llegamos. No aguanto más.
Muchas gracias, Mincho. Espero que estés bien. Tengo rato de no verte. Estás aquí en Managua?