ArtículosPolítica y Realidades nacionales

Por las vísperas se saca el día

l viernes 14 de junio, Daniel Ortega consumó el despojo del sueño histórico de los nicaragüenses de tener un canal para beneficio de todos. Lo consumó en un acto que más bien parecía un concurso destinado a establecer quién mentía más.

Porque el chino Jing, a quien se entregaron todos los derechos sobre el canal, afirmó que la única ruta posible para construir un canal en Nicaragua era por medio del lago de Nicaragua. Por su parte, Ortega, hace algún tiempo había declarado que ni por todo el oro del mundo…ni por todo el oro del mundo…permitiría que se construyera un canal que pasara por el Lago.

¿A quién le creemos, al chino, o a Ortega?

Pero el chino también afirmó rotundamente que actuará con transparencia. Si esa es verdaderamente su intención ¿por qué fueron a constituir a la isla Gran Caimán  la sociedad que sería dueña del canal?

Internacionalmente se sabe que la isla Gran Caimán, por ser de los llamados paraísos fiscales, es refugio de lava dólares, mafiosos, evasores fiscales, políticos corruptos, estafadores financieros y demás congéneres. Igualmente, si el chino pretende actuar con transparencia ¿por qué se reservó el derecho a la impunidad? Recordemos que el Acuerdo Marco suscrito con Ortega establece que en caso de que los concesionarios incumplan cualquiera de sus obligaciones, no podrá aplicárseles ninguna ley nicaragüense, ni administrativa, ni civil, ni penal. Si no piensa incumplir ¿por qué se recetó impunidad?

El chino también afirmó que no se afectaría la soberanía nacional. Y entonces…¿para qué incluyeron en el mencionado Acuerdo Marco el compromiso de reformar la constitución para incorporar, precisamente la renuncia a la soberanía? Imagínense ustedes, reformar la constitución que es la condensación de la soberanía, en forma de ley,  para renunciar a esa soberanía.

Si por las vísperas se saca el día, después de observar el concurso de mentiras que nos ofrecieron el viernes, no es preciso ser adivino para saber a qué atenernos para los meses venideros.

A propósito, la renuncia a la inmunidad soberana también incluye también incluye la siguiente cláusula: “El Banco Central de Nicaragua acepta irrevocable e incondicionalmente, en nombre propio y de los causahabientes, renunciar a cualquier derecho de inmunidad soberana que pudiese tener y se compromete a no invocar la inmunidad en ningún procedimiento en relación con cualquier disputa que surja de o en relación con el MCA o esta carta de consentimiento”.

Esta cláusula es detallada en un conjunto de renuncias adicionales a lo largo de una página del texto del Acuerdo. En pocas palabras significa que el Banco Central y sus reservas quedan a merced de cualquier concesionario, sea el chino o cualquier otro.

Las implicaciones que esta renuncia tiene para cada uno de nosotros intentaré explicarlas en el siguiente artículo.

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