Epitafio para la tumba de Adolfo Báez Bone es el título del poema que Ernesto Cardenal dedicó a este héroe que ofrendó su vida en la rebelión contra el somocismo, en abril de 1954. El poema dice así:
Te mataron y no
nos dijieron donde
enterraron su cuerpo,
Pero desde entonces
todo el territorio
es tu sepulcro
o más bien;
en cada palmo
de territorio nacional
en que
no está tu cuerpo
tú resucitaste
Creyeron que te
mataban con una orden
de ¡fuego!
Creyeron que te
enterraban
Y lo que hacían
era enterrar una semilla.
Diputado Saenz, este ejemplo de amor patrio demostrado por estos sus hijos, que no vacilaron al entregarse a la tarea de defender el decoro y dignidad Nacional, con distintas ideologias pero con un solo objetivo, RESCATAR A LA NACION. Que distante es el actuar y sentir por la mayoria de los que hoy dicen ser y proclamarse “defensores de las libertades”.
Aquellos, murieron por un ideal, ese mismo ideal que nos aglomero a todos los nicaraguenses durante los anos 70th, ese mismo amor patrio desterro a una dictadura. Hoy, la cacareada oposicion, no son mas que mercaderes, enganando al pueblo porque a escondidas pactan y compactan enganos y burlas para quienes aun tenemos voluntades y valor sufuciente para dar la cara y denunciar y senalar todos los abusos cometidos a diario, de esta copia fiel, de lo vivido con la otra dictadura. Pero otra vez volveran a repetirse tambien acciones del mismo calibre que realizaran los heroes de aquel Abril del 54, de eso no tengo la menor duda.
PAZ Y GLORIA ETERNA PARA CADA MARTIR CAIDO POR LA PATRIA.