ArtículosEscritos económicos

La ley del cangrejo

cangrejo pizarraEl orteguismo aprobó un castigo para los sectores medios y los sectores populares, dándole nombre de ley. Ley de Concertación Tributaria la llaman, cuando debe llamarse “ley del cangrejo”, porque marcha hacia atrás en lugar de ir hacia adelante.

 Por razones de espacio nos limitaremos a cinco temas, aunque son más:

 Comencemos por los asalariados. En 1997, durante el gobierno de Alemán, se aprobó la “Ley de Justicia Tributaria”. En esa ley estaban exentos de pagar Impuesto sobre la Renta los asalariados que ganaran menos de cincuenta mil córdobas. Con solo aplicar la tasa de cambio actual se concluye que deberían estar exentos todos los asalariados que perciban 130 mil córdobas anuales o menos. La ley del cangrejo pomposamente establece cien mil. ¡El treinta por ciento menos! …Y esto que el gobierno de Alemán era neoliberal.

Sigamos con el Impuesto al Valor Agregado (IVA). El IVA lo pagamos todos los consumidores. Proporcionalmente, afecta más a los sectores populares que a los sectores acaudalados. La “Ley de Equidad Fiscal”, aprobada en 2003 durante el gobierno de Bolaños, establece que el IVA se reduciría gradualmente desde el 15 por ciento al 12 por ciento. La ley del cangrejo eliminó esa disposición y quedará en 15 por ciento… Y esto que el gobierno de Bolaños era neoliberal.

 Ahora los pequeños productores agropecuarios. En la legislación anterior, las ventas de productos agropecuarios realizadas fuera de la bolsa agropecuaria estaban exentas si la transacción era menor a mil córdobas. La ley del cangrejo eliminó esa exoneración y ahora los pequeños productores de maíz, frijoles, quesos, tendrán que pagar el tres por ciento. El argumento esgrimido es que hay grandes compradores que fraccionan sus compras para evadir impuestos. Es que la ley del cangrejo castiga a justos por pecadores. En lugar de perseguir a los evasores sigue el camino más fácil: castigar a los pequeños.

Veamos a los trabajadores del sector informal, pequeños comerciantes, dueños de pulperías. La ley del cangrejo establece que estarán exentos quienes tengan unas ventas brutas menores a diez mil córdobas. Hagamos un cálculo simple. Supongamos que un pobre vende doce mil córdobas mensuales y su ganancia es 25 por ciento. Su ingreso neto sería 3,000 córdobas. Menos que el salario mínimo. ¡A pagar impuestos se ha dicho! …Es que la ley del cangrejo parte de este principio: los que ganan menos paguen más.

Pasemos a los sectores económicos más poderosos. En los gobiernos neoliberales las empresas de mayores ingresos tenían un impuesto del treinta por ciento sobre sus ingresos. Ahora ese impuesto se reducirá en un uno por ciento cada año hasta bajar al 25 por ciento. Ese regalo le costará al presupuesto un mil millones de córdobas, si admitimos como cierta la cifra oficial. Pero el barco trajo más. El impuesto a las rentas que perciben socios y accionistas de grandes empresas disminuirá en términos reales del diez por ciento al cinco por ciento. …Es que la ley del cangrejo se basa en el principio de que los que ganan más, paguen menos.

 Y todavía quisieron vender atol con el dedo con el cuento de que la ley era hija de una concertación nacional. Concertación llaman a lo que fue una conspiración, a espaldas de organizaciones empresariales como Amcham, sindicatos independientes, profesionales, pequeños productores y, sobre todo, de los consumidores que son los principales contribuyentes.

Mediante una acción parlamentaria los diputados opositores logramos abrir una ventana que permitió retrasar la aprobación y ganar al menos tres días para denunciar y alertar a la opinión pública. El resultado: Se dejaron exentas las remesas familiares. Se rebajó del 15 por ciento al diez por ciento el impuesto a los profesionales. Se exoneraron útiles a los diabéticos. Se eliminó la retención del tres por ciento a los abarroteros.

 Con más tiempo, la presión social habría obtenido mayores logros. Pero el orteguismo no estaba dispuesto a permitir que siguiéramos levantando las faldas a la ley del cangrejo.

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